Irvine Welsh: “Si vienes de la clase obrera no tienes muchos libros alrededor, pero sí tienes acceso a la música”

Con una narrativa que se sale de las páginas, y que funcionó como una invitación para irse de cara contra la vida, sintiendo cada paso y sin pensar mucho en la ruta, con su novela 'Trainspotting' de 1993, Irvine Welsh logró la anuencia tanto de la crítica como de un público que por lo general no tocaba un libro. Tal fue el éxito de la novela que, además de convertirse en una de las más vendidas en la historia del Reino Unido, tuvo una adaptación para teatro y más tarde para cine, bajo la dirección de Danny Boyle.

Desde entonces, con un lenguaje que tenía eco en las calles de su natal Edimburgo y con un ritmo vertiginoso en sus líneas, hemos vivido a través de sus personajes el no futuro, el SIDA, el desempleo, la miseria, la prostitución y la droga como combustibles de una existencia con un único desenlace. Se ha convertido en un agudo observador y relator de la superficie y el underground, de lo que decimos y lo que callamos, de lo que pensamos y de lo que reprimimos.

Irvine Welsh estuvo en la Feria del Libro de Bogotá 2018.

Sin guantes, lanzando ganchos con sus puños desnudos, escribió libros escabrosos, morbosos y de humor negro como 'Escoria' (1998), o perversos, satíricos y paranoicos como 'Porno' (2002). A esta lista también se suman 'Acid House' (1994), 'Éxtasis: Tres relatos de amor químico' (1996), 'Cola' (2001), 'Si te gustó la escuela, te encantará el trabajo' (2007), 'Col recalentada' (2009), 'Skagboy' (2012) o 'La vida sexual de las gemelas siamesas' (2014); además de guiones como 'You'll Have Had Your Hole' (1998) o 'Babylon Heights' (2006). Y, claro, participó en las adaptaciones a cine de 'Trainspotting' en ambas ocasiones.

En Fractal nos sentamos a hablar con Irvine Welsh, quien a sus 59 años de edad contó sobre su escritura, el éxito, la necesidad de anonimato y la nostalgia, al tiempo que nos dio algunas impresiones del mundo en el que vivimos.

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Luego de libros, obras de teatro y de participar en guiones, ¿qué cree dice su escritura sobre el mundo de hoy?

He escrito mucho y la verdad no tengo una pista de lo que esta dice acerca del mundo. Intento escribir cosas contemporáneas en lugar de ficción histórica. Hablo de la transición a un mundo sin trabajo y sin dinero, y del impacto psicológico de esto en la gente. De la transformación del capitalismo hacia el conceptualismo, hacia un mundo donde no hacemos realmente nada, o lo que hacemos físicamente lo podemos hacer sin costo alguno. No hay salario y no hay ganancias. Estamos en una transición donde creamos bienes intelectuales, ideas y conceptos que no pueden ser monetizados fácilmente y, por lo tanto, hemos llegado al fin de una forma de vida.

¿Cuál es la arquitectura de sus obras? ¿Cómo las construye, desde los personajes o desde una ambición temática general?

Mis obras las estructuro sobre los personajes: qué está pasando con ellos, qué está pasando con sus vidas, qué decisiones importantes han tenido que tomar. Luego ya hay un tema que se sobrepone y que te hace pensar: “Este libro trata de esto”. Si tienes un personaje, él mismo revelará la historia y sabrás qué clase de tema superior estás escribiendo.

El manejo del lenguaje y lo vertiginoso de su escritura fueron cosas que causaron y causan gran impacto, además de la cotidianidad de la calle, ¿existe alguna influencia de la generación beat o de algún autor en particular?

Mis influencias para escribir vienen principalmente de la música. Si vienes de la clase obrera no tienes muchos libros alrededor, no tienes un estudio con textos botados, pero sí tienes acceso a la música, está alrededor tuyo. La gente está tocando todo el tiempo a donde quiera que vayas. Es algo que culturalmente está presente en las zonas industriales: la gente trabaja duro toda la semana y cuando sale los fines de semana hay música, fiesta. Todo lo relativo a esa cultura es generado por el trabajo, y esa fue mi más grande influencia.

¿Me puede dar un ejemplo de influencia musical?

Soy una persona de esos tiempos y Bowie fue una suerte de dios para nuestra generación. Básicamente nos dio una identidad joven, una apariencia perturbadora que nos llevó por todos lados, desde el camino del soul hasta de la electrónica tipo Kraftwerk. Básicamente pavimentó un camino con su actitud, con su idea del arte, con su idea de abrirse y absorber todas estas ideas diferentes para evolucionar y cambiar. Influenció a los punk de mi era, a los fanáticos del rave y del acid house. Esa idea de reinventarse, de que nada está escrito en piedra, pienso que fue fantástica. David Bowie fue el origen.

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Dice que el subconsciente juega un papel fundamental en su trabajo, ¿cómo le abre campo en el proceso de creación?

Yo tiendo a confiar en el subconsciente, tiendo a dejarlo ascender a la superficie para que haga todo el trabajo. Es como si yo fuera el proxeneta y el subconsciente una prostituta: yo mando a mi subconsciente a hacer todo el trabajo sucio y después me quedo contando el dinero cuando vuelve. Con su regreso, llegan a mí un rango de historias extrañas a las que les impongo mis pensamientos conscientes, les doy forma. Debo usar las cosas que están debajo de la superficie para llegar a la cima del iceberg.

Según su experiencia, ¿cuál es la diferencia entre trabajar en un libro y en una película?

La gran diferencia entre trabajar en un libro y trabajar en el cine o en la televisión es que esta segunda requiere de un esfuerzo más colaborativo, mientras que con un libro estás solo, puedes hacer lo que quieras y ser tan bueno como quieras. Claro, igual se lo tienes que mostrar a un editor y a otras personas y puede que te cambien las cosas, pero no será sustancial. En una obra cinematográfica o en una obra de teatro todo está constantemente en cambio y es retroalimentada por directores, productores, actores. Es un ambiente muy distinto. Creo que el enfoque psicológico es muy diferente y puede que no seas la parte más importante del proceso, mientras que en el libro lo eres.

Y en cuanto a contenido, por ejemplo, ¿qué se sacrifica entre libros como 'Trainspotting' o 'Porno' y las dos obras cinematográficas?

Creo que el libro siempre es más satisfactorio que mirar la película, porque si lees un libro se convierte en tú libro, no es de quien lo escribió. Es el lector el que hace una película en su mente y la película que haces siempre será mejor que la que hace alguien más. Por eso hacer una buena adaptación requiere de una gran habilidad, pues tienes que encargarte de que tenga suficiente del libro para las personas familiarizadas con él, pero también tiene que tener su propia identidad cinematográfica, de otra forma la gente se va a sentir muy decepcionada.

[Mira a Irvine Welsh en 'Fractal']

¿Qué tan cerca vivió de lo que escribe?

Toda la escritura es experiencial de alguna manera. No necesariamente experimentaste cada escena de cada libro que has escrito, eso sería ridículo, pero has visto suficiente de esas cosas, las has experimentado, has estado con personas que las ha experimentado y has hablado con gente que lo ha vivido para así construir ese mundo. También hay una pregunta muy importante que te debes hacer como novelista: “¿Qué pasaría si…?”, “¿Qué pasaría si esto hubiera sucedido?”, “¿Qué pasaría si esto fuera la vida real?”, “¿Qué pasaría si este personaje fuera un poco más viejo?”, “¿Qué pasaría si fuera hombre y no mujer?”, “¿Qué pasaría si la historia ocurriera en otra ciudad?”, “¿Qué pasaría si el personaje fuera muy religioso en lugar de ateo?”. La historia cambia con este tipo de ajustes.

Dado que se lo he escuchado decir en otras entrevistas quisiera preguntarle, ¿el éxito está sobrevalorado?

Sí, yo creo eso del éxito. En realidad no te lleva a ningún lado. Tú cobras los cheques, compras la casa grande, pero al final piensas “¿Y qué?”. Recibes un aprecio aparente, pero no te educa, no te enseña nada. Solo te pone en un status quo, cómodo. Y está bien estar cómodo, pero esa comodidad específicamente la debes usar para poder escribir, y luego de trabajar esperas a que te llegue el siguiente fracaso. Claro, quieres ser exitoso, quieres que las cosas se desenvuelvan en tu favor, no quieres ahuyentar a la audiencia, pero también es muy interesante cuando las cosas fallan. Te hace preguntarte sobre ti y lo que estás haciendo, el éxito no.

Yo saqué un libro en el Reino Unido, 'Dead Men's Trousers', que era una continuación de las aventuras de los personajes de 'Trainspotting'. Es un buen libro, le ha ido bastante bien y es número uno en la lista de mejores vendidos del Sunday Times y todo eso, pero en cierta forma yo solo hice una apuesta segura con los fans. Ese texto se percibe como exitoso por el mundo en general, pero no es particularmente visto por mí de esa manera. El que sí siento más interesante es en el que estoy trabajando en este momento y, si bien no va a ser el libro más grande en términos comerciales, será un éxito más grande para mí porque me va a enseñar algo. Hay nuevos personajes, nuevos lugares, nuevos escenarios.

Según eso, ¿cuál es la belleza del fracaso?

La belleza del fracaso está en la educación y en el aprendizaje. Si paras de aprender paras de crecer. El fracaso te da una oportunidad de crecer, y lo hermoso es que viene en diferentes formas, mientras que el éxito es solo dinero y fama, al menos en los términos en que lo percibimos como sociedad. Creo que debes abrazar el fracaso y pensar que es una verdadera oportunidad para aprender, mientras que el éxito tiende a ser un lugar desesperanzador, solo estás contribuyendo mecánicamente al siguiente trabajo y eso para mí es insatisfactorio. Bueno, si significa que cada diez años estoy moviéndome a lugares exóticos o teniendo nuevas aventuras, tal vez estaría justificado, pero sentado en casa produciendo mecánicamente no me motiva de ninguna manera.

¿Cuál es la belleza del anonimato?

A mí me gusta ser anónimo y es una de las razones por las cuales no vivo donde nací en el Reino Unido, o particularmente en Escocia. Para mi es más difícil ser anónimo ahí y considero que serlo es muy importante para un escritor. Tienes que ser capaz de ir a diferentes lugares, ver y hacer diferentes cosas. Es gracioso porque cuando te conviertes, y debo volver a la definición del éxito de la que hablamos, en alguien muy exitoso como escritor, te conviertes en un autor. Todo se vuelve acerca de promoverse y de publicitar los libros, hacer cosas y hablar en entrevistas como esta. Quieres tener un perfil relevante como autor, pero quieres ser invisible como escritor, y esa es la especie de dicotomía a la que te enfrentas. Yo necesito visibilidad como autor, pero necesito invisibilidad total como escritor.

¿Siente que existe algún tipo de compromiso social como escritor?

No creo que haya un compromiso social como escritor, pero considero que como ser humano tienes ciertas ideas y posiciones desde una perspectiva política. Cuando produzco una novela, estas mismas posiciones se ven reflejadas y tienen que salir a la luz porque eso es quien soy. También considero que es muy importante retar tus propias posiciones sobre el mundo. Me gusta crear personajes que hagan preguntas incómodas sobre mí, que cuestionen mi propio sistema de creencia así resulten ofensivas con mis valores. Para mí eso es bueno porque me mantienen por fuera de mi zona de confort.

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Sus libros están llenos de personajes muy intensos, con el paso de los años, ¿cómo ve esa necesidad de novedad continua que caracteriza no solo a la juventud sino al mundo actual?

Yo creo que vivimos en mundo con un nivel muy alto de intensidad. La gente siente la necesidad de experimentar cosas y es probablemente debido a los visos de muerte del capitalismo y el consumismo, que trata de vendernos la mayor cantidad de cosas para motivarnos a ser buenos consumidores. Esto hasta el punto en que no podemos consumir más, que es el lugar al que creo que estamos llegando. El sistema financiero está al borde del colapso total porque todo se sostiene en la deuda, básicamente. Puedes llamar deuda al crédito o crédito a la deuda, pero llega a un punto en el que no puedes generarla más y pierde su significado.

Vamos hacia un lugar en el que el dinero y la riqueza no van a tener significado, mientras experimentamos también una crisis existencial, “¿por qué razón estamos aquí?”. Nos están reemplazando las máquinas y no sabemos cuál es el gran propósito de la humanidad, entonces tratamos de involucrarnos en la cantidad de actividades más intensas posibles antes de morir. Es una acción impulsada por el ego, que se relaciona más con la forma que con el espíritu. Hasta que no logremos trabajar para superar esto, o evolucionar para vencer las necesidades voraces del ego, nunca llegaremos a una alternativa que nos traiga resultados más favorables.

Le voy a pedir que de manera breve me dé algunas impresiones de las ciudades donde ha vivido

Lo haré en orden cronológico, entonces empezaré con Edimburgo que es mi ciudad natal. Siempre pienso en ella, es a donde siempre quiero ir y me siento increíblemente conectado. Básicamente, Leith y los hogares del norte de Edimburgo, donde crecí y fui a la escuela, es una parte indeleble de mí, es realmente quien soy. Toda mi esencia como escritor proviene de allá.

Londres yo diría que es mi gran lugar de escape. En Edimburgo hay un aspecto negativo y es que hay cierta sensación de confinamiento, mientras que Londres representa un lugar de liberación. Allá entendí que podía conocer gente diferente, tener relaciones diferentes, sumar cosas para mí y ser lo que uno quiere. Uno se puede meter en muchos problemas en Londres y simplemente te vas al siguiente barrio y vuelves a empezar todo de nuevo. La amo de verdad, se siente muy hogareña para mí y es una parte de lo que soy.

Ámsterdam es una gran ciudad para divertirse. También es un lugar muy sano para trabajar. Pienso en Ámsterdam y pienso en Acid House, pues estaba de fiesta fuertemente cuando vivía allá.

San Francisco es un lugar muy bello, una ciudad maravillosa y tiene una manera de ser fantástica. Los yuppies han tomado el control y han destruido gran parte, como ha ocurrido en muchas ciudades, pero sigue siendo un lugar grandioso y me encantaría volver, pues no he ido en mucho tiempo.

Chicago es una ciudad rebosante y con gran corazón. La gente del medio oeste de Estados Unidos es una raza especial de norteamericanos, me hacen sentir muy bienvenido, no hacen gran alharaca de sus cualidades pero siempre están ahí para ti y guardan tu espalda. Son grandes, divertidos, vulgares, bebedores y amantes de los deportes. Y tienen muchísima música. Es difícil no amar Chicago cuando has vivido allá.

Miami es perfecta para mí, es como la película 'Rock 'n' Roll High School' para personas de mediana edad (risas).

Irvine Welsh en Fractal.

Usted no se caracteriza por referirse de manera nostálgica al pasado, ¿no hay nada que le cause alguna añoranza?

No siento nostalgia. Es gracioso porque cuando vuelves a hablar con viejos amigos y ellos narran lo que pasó hace un tiempo, te dicen hasta qué estabas usando. Es interesante para mí porque mi mente no funciona así en lo más mínimo, tengo mis raíces en el presente y solo puedo pensar en unas semanas adelante. No sé si eso es un don o una maldición, no estoy seguro. Hay gente que dice que es un don y que concentrarse en el presente es algo bueno, pero pienso que también hay muchas cosas que ocurrieron en el pasado que siempre se van a mi subconsciente y de eso es de lo que escribo, pero no me acostumbro a pensar en eso en mi vida normal.

¿Y qué es lo que más lo motiva de su presente?

En Miami, que es donde vivo, abres la cortina y el sol te golpea la cara, eso instantáneamente te impacta. Es una cosa pequeña pero, si estás acostumbrado a vivir en un clima más frío como sucede en Escocia, donde siempre ves un escenario más oscuro y más plano, hace que esos momentos marquen una diferencia real en tu día, afecta tu perspectiva de la vida y se convierte en una cosa enorme. No puedes mejorar eso. Lo único que puede mejorarlo es despertarte con una persona maravillosa al lado tuyo. Es de lo que se trata la vida, de poder experimentar las grandes cosas del mundo con otras personas.

Gracias al British Council, que también trajo a la Feria del Libro al ilustrador de 'V de Vendetta', David Lloyd y a otros escritores británicos, pudimos tener esta charla y nos comparten para ustedes dos libros de 'Col recalentada', autografiados por Welsh.

Responde las siguientes preguntas al correo [email protected] (No olvides incluir tus datos completos: nombre, número de cédula y teléfono de contacto)

1. ¿Cuál de las respuestas o líneas de Irvine Welsh en esta entrevista fue tu favorita y por qué?
2. ¿Cómo se llama la nota de 'Fractal' sobre la entrevista con Irvine Welsh?

El equipo digital de Canal Trece elegirá las 2 mejores respuestas. 


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