Del olvido a la memoria: 125 años de Fernando González en Otraparte

Un día como hoy de 1895 nació en Envigado Fernando González, cuya profusa creatividad le ha valido los adjetivos de sociólogo, economista, dramaturgo, profesor y hasta abogado. Sin embargo, González se dedicó principalmente a dos labores, que bien podrían ser lo mismo: la filosofía y la escritura

Hizo tan bien ambas cosas que uno de sus mayores legados fue educar en filosofía a Estanislao Zuleta, considerado uno de los pensadores más importantes de Colombia. Además, su sobrino Tomás González es un referente de la literatura contemporánea en el país.

"Soy el predicador de la personalidad; por eso, necesario a Suramérica. Dios me salvó, pues lo primero que hice fue negarlo, donde los Reverendos Padres. Tan bueno es Dios, que me salvó, inspirándome que lo negara. Luego le negué todo al Padre Quirós. ¡El primer principio! Negué el primer principio filosófico, y el Padre me dijo: “Niegue a Dios; pero el primer principio tiene que aceptarlo, o lo echamos del colegio...”. Yo negué a Dios y el primer principio, y desde ese día siento a Dios y me estoy librando de lo que han vivido los hombres. Desde entonces me encontré a mí mismo, el método emotivo, la teoría de la personalidad: cada uno viva su experiencia y consuma sus instintos. La verdadera obra está en vivir nuestra vida, en manifestarnos, en auto-expresarnos.

González en 'Los Negroides'.

González fue considerado siempre adelantado para su época, así como un iconoclasta y rebelde, como demuestra el título de sus tesis de grado en derecho: ‘El derecho a no obedecer’, que terminó en 1919. Tres años antes, comenzó a demostrar su pensamiento de avanzada con el que se considera su primer libro, ‘Pensamientos de un viejo’, en el que acude y usa varias de las ideas del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, cuando este apenas comenzaba a ser tenido en cuenta en el resto del mundo. 

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"Recordar es quebrarse la paz del lago melancólico…

Es bello lo que quiebra la paz del lago de melancolía que el irse de las cosas va formando en el corazón…".

González en 'Pensamientos de un viejo'.

A pesar de su ímpetu, la inteligencia y erudición que lo caracterizó le mereció trabajos como el de magistrado del Tribunal Superior de Manizales y juez segundo del Circuito de Medellín. Su prosa y conociomiento del país se aprovechó cuando sirvió de cónsul en Génova, Marsella, Bilbao y Róterdam. 

"Aquellos toros que luchan ante la vacada…, y los insectos gallardos, belicosos, todo es luchar por el dominio, que pertenece a quien mejor ánimo tenga. El ánimo, esa fuerza desconocida que nos hace amar, creer y desear más o menos intensamente. El ánimo, que no es la inteligencia, sino la fuente del deseo, del entender y del obrar.

Nuestra idea, nuestra pobre opinión acerca de un problema jurídico, no fue aceptada por la Academia, cuando la expusimos… Después la dijo un pirata lleno de vida, y la dijo con no sé qué, con cierto ardor…, y fue aceptada, admirada. No podemos quejarnos: lo aceptado fue la fuerza vital de aquel pirata.

En definitiva, lo que hace mover al mundo no es sino el ánimo de los héroes".

González en 'Viaje a pie'.

Casi los últimos 20 años de su vida los dedicó a lo que él llamaba 'egoencia': cultivar su personalidad, a hacer sentido de sus deseos y voluntades, a ejercer la personalidad para ser original y ejercer libertad. Durante este tiempo escribió, entre otros, el 'Libro de los viajes o de las presencias' (1959) y 'La tragicomedia del padre Elías y Martina la velera' (1962). 

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Para cerrar este brevísimo homenaje a una de las personalidades más fuertes e inspiradoras que ha conocido el país y que vivió tratando de enseñar que una vida merece la pena vivirla auténtimamente, desvergonzada, sin remordimiento:

"Morder tiene significado físico: asir y apretar con los dientes una cosa, clavándolos en ella.

Remorder - Repetición de tal acto. Se usa en sentido psíquico, así: ejecuto un acto al que me veía atraído por una tendencia y alejado por otra; lo hago, pues, sin aprobación plena, indeciso. Al ejecutarlo o al ser tentado para ello, me remuerde la tendencia opositora.

Remordimiento es la intranquilidad que precede, acompaña o sigue a una acción".

González en 'El Remordimientio'.

Si quieres conocer más del escritor, incluídas muchas de sus obras completas, puedes revisar Otraparte.org, dedicada a divulgar y guardar su legado.

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