Del olvido a la memoria: Ernesto era Cardenal, sacerdote y poeta

Tenía 95 años el domingo primero de marzo, cuando murió en Managua el poeta, sacerdote y promotor de la Revolución Sandinista en Nicaragua, Ernesto Cardenal. 

Cardenal nació el 20 de enero de 1925, como miembro de una de las familias más acomodadas de Nicaragua en esa época. Para 1942, estaba en México, estudiando Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma del país.

Hasta 1950 hace una peregrinación educativa por Europa y Estados Unidos, pero regresó a su país para oponerse a la dictadura de Anastasio Somoza en la Revolución de Abril de 1954. 

Hora 0

El palacio de Carías apedreado por el pueblo.
Una ventana de su despacho ha sido quebrada,
y la policía ha disparado contra el pueblo.
Y Managua apuntada por las ametralladoras
desde el palacio de bizcocho de chocolate
y los cascos de acero patrullando las calles.

¡Centinela! ¿Qué hora es de la noche?

Tres años después, Cardenal ingresa a la abadía trapense de Nuestra Señora de Getsemaní en Estados Unidos, pero termina estudiando Teología en Cuernavaca para 1958. A mediados de la siguiente década se ordena como sacerdote y regresa a Managua, donde funda una comunidad de artistas y pescadores primitivistas cerca al lago Solentiname. En esta época escribe 'El Evangelio de Solentiname', una de sus obras más reconocidas.

Su apoyo a la Revolución Sandinista, que llegó al poder en 1979, le costaría su ejercicio sacerdotal pues, en 1983, el Papa Juan Pablo II prohíbe a varios curas del país (incluído su hermano Fernando) ejercer cargos públicos y los suspende a divinis. Cardenal sería Ministro de cultura hasta 1987.

En sus últimos años, sin embargo, Cardenal se separaría del Movimiento Sandinista y sería una de las voces más críticas contra Daniel Ortega, a quien antes había acompañado políticamente. 

En 2012 recibió el Premio Iberoamericano de Poesía Reina Sofía y dedicó su Premio Internacional Mario Benedetti, que recibió en diciembre de 2018, a un joven asesinado durante las protestas en Nicaragua de ese año. 

En febrero de 2019, luego de casi 35 años, el Papa Francisco revoca la suspensión de su fuero sacerdotal y, por supuesto, Cardenal volvió a dar misa.

Yo que he tenido la suerte

Yo que he tenido la mala suerte
de que Dios se enamorara de mí.
He quedado fuera del juego erótico.
Otros en esos juegos se reirán de mí.
                    Cuando mi amor en Granada
                    ilimitado ¿estabas celoso?
Mis deseos sexuales han sido y son
tan sólo analogías de mi amor a vos.
Creo que te agradan mis deseos sexuales.

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