Richard Mayberry: “El único idioma en el que puedo hablar, que no sea inglés, es en el del color”

Foto: Oscar Armando Beltrán – Canal Trece

Recientemente Richard Mayberry, creativo, artista, pintor de efectos especiales, maquillador y hasta actor, estuvo visitando Colombia en el marco del Salón del Ocio y la Fantasía (SOFA), realizado en la ciudad de Bogotá. Hablamos con él sobre este trabajo, el papel que ha jugado en el desarrollo del cine, los referentes principales y cómo ha evolucionado a través de los años.

¿De qué manera el maquillaje funciona como un elemento de dramatización o de caracterización?

Es una buena pregunta y me alegro de que la hicieras. En la mayoría de los casos el maquillaje sirve para resaltar la habilidad de los actores a la hora de representar un personaje. He visto a actores leer sus guiones y su actuación es buena, pero cuando les pones el maquillaje y ellos ven su transformación, pueden ver lo que es su personaje. Eso les ayuda con su actuación. Lo vi con Sir Anthony Hopkins. Hicimos una película llamada Hitchcock, en la que hicimos un estudio de Alfred Hitchcock en Anthony Hopkins y para él funcionó de esta manera. Es una mejora muy visual. Yo me he aplicado cosas y cuando me doy cuenta de cómo me veo, empiezo a mover la cara. Ves lo que puedes lograr en conjunto con tu rostro real.

¿En qué momento el maquillaje empezó a adquirir esa importancia en las películas o en los programas de televisión?

El maquillaje empezó a ser importante tan pronto como se inventó el cine. Incluso en las películas mudas se dieron cuenta de que con pinturas y polvos, reflejos y sombras, se podía mejorar a un actor, aunque no hubiera diálogos. Sombrear una nariz, ahuecar el espacio del ojo para hacer ver a alguien más siniestro o poner rubor en las mejillas para que parezca más recatado mejora la personificación. Tan pronto como se inventó el cine, el maquillaje estuvo ahí y fue creciendo tanto como el cine ha crecido en este último siglo.

Richard Mayberry / Foto: Facebook Rich Mayberry 

¿Cómo se ha transformado?

Antes había solo pintura y polvos, algo de látex y algodón. Ahora tenemos una cantidad de materiales que podemos usar para que todo parezca real, incluso para el ojo humano. Si estuviéramos caminando afuera hace 30 o 40 años el maquillaje se vería bien, pero se sabría que esa persona lo está usando. Ahora podemos aplicar cosas para que las personas afuera crean que es real. Con la alta definición se va a ver todo, no podemos cometer realmente muchos errores, tiene que ser real para tu percepción.

¿Qué materiales se usan ahora? ¿Cómo ha evolucionado la técnica?

Ha cambiado enormemente. En las películas mudas, anteriormente, no había espuma de caucho, solo había látex líquido que aplicabas para hacer arrugas con papel de seda, algodones para hacer formas, heridas y más cosas. Un señor en los años 30 vio la espuma de los colchones y pensó: “es una cosa compuesta por cuatro capas. La puedo poner en una mezcladora, luego ponerla en un molde y exprimir toda su humedad para obtener una pieza suave. Déjame tratar de hacerlo”, y es ahí de donde sale la espuma de latex. El señor Charles Schram creo que fue el que se la inventó. Entonces, por mucho tiempo fue la espuma de látex y los materiales opacos la base, ahora mejoramos con cosas como silicona encapsulada que es de antemano semi translúcida. Le pones un poco de color y cuando la aplicas casi parece piel, no tienes que tener algo que sea completamente blanco, como antes, y emparejarlo con el tono

Otra es los “transfers”, que es una aplicación hecha con el adhesivo que usamos para pegar el maquillaje. Se adhiere y se bate hasta sacarle toda la humedad y que quede casi un gel. Tenemos entonces dos materiales ahora que son estables, que son translúcidos, casi transparentes, que puedes hacer que parezcan piel humana.

Lo mismo pasa con los materiales para hacer los moldes, porque todo se hacía con yeso. El yeso es una dura roca ¡Es pesado! Ahora tenemos fibra de vidrio, silicona y resina. Podemos hacer un molde de cuerpo de 75-80 libras y cualquiera lo puede levantar. Lo único que no ha cambiado mucho es el pelo. Siempre es de fibra natural o fibra sintética. Esas técnicas se remontan al teatro mucho antes que a las del cine. La misma técnica de pelucas que usamos hace 150 años se utiliza hoy en día.

Foto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

¿Cómo ha influido la tecnología?

Ahora tenemos mejoras con CGI o digitalización. En Breaking Bad había una escena en la que un hombre se ajusta la corbata en un espejo y cuando se voltea su cara está derretida y se le ven los huesos. Yo pinté eso. Y lo pintamos con los efectos por computadora y de hecho su cara hace “brbrbrbr”. Obviamente con el maquillaje no se puede quitar nada, solo se puede adicionar cosas, no es sustractivo. O En El Señor de los Anillos, cortamos un brazo y lo doblamos atrás y ya no había necesidad de poner una manga verde. “¿Debemos poner una manga verde? Nah, solo lo digitalizamos y ya está”, dijimos. The Walking Dead hace eso también un poco.

¿Cómo se entrena alguien para convertirse en un maquillador?

Estoy feliz de que me preguntaras eso, porque no he sido entrenado para serlo. Cuando era joven no había escuelas, no estábamos en esta era digital, no había correos electrónicos. Nos tocaba descubrir todo a través de libros, artículos de revista y hacerlo… solo experimentar. Y después teníamos que tomar una foto con una cámara análoga que tocaba revelar. Enviar las imágenes a personas de las que tal vez conseguiste su dirección en Hollywood o Nueva York y esperar a que te respondieran. Hice esto por años y no recibí ninguna respuesta, pero seguí insistiendo.

Soy más que todo empírico, aunque tuve un curso por correspondencia que me ayudó mucho. Cuando era un adolescente solo había una escuela en Los Ángeles tan cara como la Universidad de Harvard. Yo crecí siendo pobre, nunca hubiera podido pagarla. Y después cuando me volví profesional, conocí personas que fueron a esa escuela y me hicieron ver que menos mal no fui porque no era tan buena. 

Ahora hay universidades, ahora hay videos de Youtube… si yo hubiera tenido lo que tienen ahora tendría 10 Premios Óscar porque tenía mucho impulso. Puedes aprender literalmente en internet de todo si le dedicas tiempo. Si te esfuerzas y lo quieres. Ahora, hay escuelas… si quieres ir a una escuela puedes conseguir becas, funcionan perfectamente.

Foto: Captura de pantalla Fractal – Canal Trece

¿Qué películas crees que han sido referentes clásicos para los maquilladores? 

Hay muchas. Todo lo de los 30 y 40 de Universal Studios es un referente principal: el monstruo de Frankenstein, el hombre lobo, Drácula, La Criatura de la laguna negra… eran la base para todos, porque eran los que tenían el primer y más grande impacto. En 1931, cuando Frankenstein fue mostrado en los teatros, no se había visto nada igual, y hay historias de personas viendo el monstruo por primera que se desmayaron. No había nada más espeluznante en la época. Esos son todavía los referentes a los que acudimos casi siempre como maquilladores porque, aunque son viejos, siguen siendo casi perfectos. Son bellísimos.

Ahora, están las películas de El Padrino en los 70, donde Dick Smith se convirtió en el precursor del maquillaje que hacemos. No fue el primero, pero sí uno de los pioneros. Te doy un ejemplo: todos han visto el detrás de cámaras donde el maquillaje se aplica por piezas y cada una se superpone. Antes de que Dick Smith llegara no se hacía eso. Era una máscara facial de una pieza. Él se dio cuenta de que si se hacían varias piezas y se pegaban para luego superponerlas ligeramente se obtenía un rango mucho más amplio de expresiones faciales. Además de El Padrino, una película llamada Little Big Man, con Dustin Hoffman, en la que lo transforma en edades distintas hasta tener 110 años, fue una de las primeras en las que se utilizó esta técnica.

Foto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

¿Y referentes más recientes?

Más hacia la actualidad están las películas de terror como American Werewolf in London o The Howling. Otra de las grandes que sigue siendo importante para nosotros, para los artistas de efectos especiales, es el remake de The Thing de John Carpenter en 1981. Esa no tiene nada de CG o digitalización, todo es maquillaje y aplicación manual. Todavía me sorprende y juro que la he visto más de cien veces.

No puedo pensar en algo más actual que la película de Winston Churchill con Gary Oldman. Cosas así son las que se pueden ganar un Óscar. La mayoría de los artistas de efectos especiales son bastante buenos, pero luego tienes una cantidad de artistas que están muy por encima y Kazuhiro está por encima. Muy bueno, muy meticuloso.

¿Cuál es el reto principal que has tenido que sobrepasar?

Esa es fácil, hacer algo que sea foto-realista en muy poco tiempo. A todos nos ha tocado y, no quiero sonar presumido, pero esa es la razón por la cual me contratan, porque lo puedo hacer. Trabajar con el color es lo que hago. El único idioma en el que puedo hablar que no sea inglés es en el del color, y puedo hacer casi todo lo que necesito con cualquier elemento. En series de televisión tienes dos semanas para hacer lo que tienes que hacer: Buffy the Vampire Slayer, Angel, X Files y Charmed… tienes cinco series de televisión pasando al mismo tiempo y todavía tienes dos semanas. Tenemos equipos que trabajan las 24 horas y eso no es un ejemplo a seguir, es un hecho. En The Walking Dead nos traían cosas a media noche y nos decían que tocaba enviarlas ese mismo día: “Oh, gracias por avisarme”. Pero aprendes lo que puedes hacer y lo que no. En las películas tienes un poco más de tiempo.  Ese es el reto más grande: tiempo versus lo que ellos necesitan grabar en cámara ¿Me gusta? No mucho ¿Estoy acostumbrado? Sí, entonces lo hago.

Foto: Captura de pantalla Fractal – Canal Trece

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