Hay una historia que muy poco se ha contado y que de lo poco que la hemos oído parece que no existiera. Una historia que a pesar de ello inunda las calles de grandes ciudades como Bogotá y que es la misma de la marginalización.
En los años 80, cuando Colombia se enfrentaba a una importante crisis social, cargada con narcotráfico, guerra y muerte, las artes, entre ellas el cine y la música, comenzaron a tocar las puertas de aquellos que hasta entonces no habían hallado la manera de hacerse sentir.
Pero antes de recorrer los pasos del Hip Hop en Colombia, que es lo que realmente nos importa en este artículo, hablemos sobre el nacimiento de este movimiento cultural por allá a finales de los 60 en el Bronx de la gran ciudad de Nueva York.
Foto: Batalla de los Gallos 2017 – Maria Alejandra Villamizar Assaf / Canal Trece
En una mezcla musical de sonidos traídos de las costas africanas y mezclados con los golpes de los ritmos que comenzaron a surgir en los ghettos, el rap empezó entonces a consolidarse como un género musical que daba respuesta y se convertia en válvula de escape para la opresión y discriminación de los afroamericanos y latinoamericanos habitantes de dichas regiones norteamericanas.
Resultó que a Colombia no llegó en forma de música, el rap llegó a través de las imágenes, del cine que por entonces rompía las barreras nacionales y lograba alcanzar públicos inimaginables. Entre los 8 y 12 años de edad, los integrantes de La Etnnia, fueron unos de esos jóvenes a quienes el rap les llegó a través de los ojos. Kaiser, recordó que fue una película llamada ‘Beat Street’ que hablaba sobre todo el contexto del Hip Hop en la ciudad de Nueva York. Los hermanos de La Etnnia comenzaron entonces a practicar breakdance en su casa, y poco se imaginaron entonces que si cantaban se convertirían en una de las agrupaciones de rap más importantes de la escena musical colombiana.
Foto: AlcolirycoZ – Maria Alejandra Villamizar Assaf / Canal Trece
Fue así como la gran mayoría de las bandas de Hip Hop comenzaron a formarse en estas tierras colombianas. Algunos adolescentes de entonces viajaron por el sueño americano y volvieron con las manos llenas de tradiciones de los barrios de Queen, Bronx y Brooklyn. Se fueron con maletas llenas de esperanza por un mejor futuro y volvieron con ellas repletas de música, breakdance y graffiti.
Las Block Parties de los barrios neoyorquinos en donde los jóvenes encontraron asidero para sus propios ritmos lejos del dance y las discotecas de la alta sociedad, comenzaron a trasladarse a las ciudades colombianas y allí los jóvenes encontraron el camino para hacerse sentir y levantar la voz contra la injusticia y el rechazo que vivían por entonces.
En los años ochenta la movida musical del rap comenzó a consolidarse en los barrios marginados de ciudades como Medellín, Cali, Barranquilla y por supuesto, Bogotá. Los bailes que se retrataban en el cine hicieron que algunos jóvenes comenzaran a transformar las violencias organizadas en formas de pandillas, para convertirse en colectivos de breakdancers. Toda esa energía invertida en las batallas barriales empezó a utilizarse en pasos de baile que se transformaron en encuentros pacíficos entre las mismas pandillas.
Hoy en día que el breakdance se ha consolidado como la danza tradicional del Hip Hop y es la representación de un sentimiento y de una forma de vida, el festival al parque organiza combates de breakdance entre invitados internacionales y grupos de danza local. En ellos los movimientos de todo el cuerpo son los protagonistas: el desplazamiento rítmico, levantar el cuerpo solo con los brazos y los giros sobre la cabeza hacen de ésta una danza de mucho trabajo y práctica.
Foto: Batalla de los Gallos 2017 – Maria Alejandra Villamizar Assaf / Canal Trece
Para entonces la música también empezó a circular en forma de vinilos, casetes y videos de betamax, especialmente en las localidades de Santa fe y San Cristóbal. Para 1985 y 1986 ya los parques de diferentes barrios de Bogotá estaban siendo poblados por jóvenes descontentos que investigaban e intercambiaban material gráfico y sonoro, y que fueron la semilla del movimiento hip hop en la capital.
[También puedes leer] 5 recomendados en Netflix inspirados en la historia del hip hopEn medio de un país en el que el narcotráfico era centro de atención y en el que lo jóvenes se encontraban en el vilo de las drogas y la delincuencia comenzaron a aparecer las primeras bandas de rap que les daban a esos mismos jóvenes otra mirada de lo social, o quizás la misma mirada, pero con la posibilidad de que la música se convirtiera en una salida. Así aparecen en el panorama de ciudades como Bogotá, Gotas de Rap, La Etnnia, Raza Gángster y Estilo bajo, bandas que con el tiempo se consolidarias como las más importantes del panorama de Hip Hop nacional. Algunos años más adelante, en 1999 enla ciudad de Medellín, especificamente en el barrio de Aranjuez, aparecen los AlcolyrikoZ, consolidados en la actualidad como una de las bandas insignia de la movida del hip hop en todo el territorio nacional.
Foto: Graffiti Bogotá – Maria Alejandra Villamizar Assaf / Canal Trece
Por otro lado, además del baile y de la música, las paredes de las ciudades colombianas recibieron amplias el trabajo de los que comenzarían a llamarse graffiteros. El Hip Hop en sus ansias de retomarse todo aquello que había sido quitado por las oligarquía, se apropiaron de los muros para hacer de las ciudades algo propio y encontrar en esos espacios fríos de cemento algo con que los llamara a la identidad propia.
[Mira esta historia] Grafitis, una forma de habitar la ciudadEn 1996, cuando el hip hop ya se había consolidado como una movida cultural cohesionada en torno a la música, el baile y las expresiones artísticas como el graffiti, aparece en el escenario púbico un personaje que habría por fin de darles voz a estos jóvenes. Antanas Mockus, por entonces alcalde de la ciudad de Bogotá, propuso crear un espacio con el que los jóvenes que no encontraban identificación en el ya creado Rock al Parque, pudieran sentir su presencia en la ciudad de Bogotá. Nació así lo que inicialmente se llamó Rap al Parque y que con el paso de los años y la apertura a diversas formas artísticas como el breakdance y el graffiti, se convirtió en Hip Hop al Parque dándole espacio a todo lo que significa este movimiento social y cultural.
Foto: Graffiti Bogotá – Maria Alejandra Villamizar Assaf / Canal Trece
En 22 años de presencia en la ciudad este festival se ha consolidado como uno de los eventos gratuitos más importantes de Bogotá y ha demostrado ser un escenario para la integración a partir de la música. En los últimos años ha consolidado alianzas con otros festivales, que han fortalecido al género y ha permitido el intercambio de artistas, por ejemplo con el festival Altavoz, celebrado en Medellín.
Otra parte fundamental de la historia del Hip Hop en Colombia, tiene que ver con la Batalla de los Gallos, puedes leer sobre esto haciendo clic aquí: "It's hip hop, hip hop": así fue la primera batalla de gallos.