Caliwood, cuando la historia del cine se volvió caleña

En los años setenta, en un país convulsionado por la guerra contra el narcotráfico y con los movimientos contraculturales a flor de piel, un grupo de amigos cinéfilos que vivía en la ciudad de Cali, comenzó a reunirse para ver y criticar películas de diferentes lugares del mundo en un cineclub que ellos mismos inventaron. Este espacio, que sin querer, se convertiría en la cuna del cine nacional, se transformó en lo que conocemos como Caliwood.

Ahora que se conmemoran 12 años de la muerte de Carlos Mayolo, uno de los fundadores del grupo de Cali, recordamos aquellas épocas en que el cine se había convertido en una herramienta para sobrevivir a la vida.

Luis Ospina y Carlos Mayolo - CaliwoodFoto: IMDb

Aunque varias décadas atrás, el cine colombiano ya había arrancado su origen con los Duperly y los hermanos Acevedo, la verdadera historia del cine que comenzó a formarse en la ciudad de Cali, fue otra. Luis Ospina, Andrés Caicedo, Carlos Mayolo, Ramiro Arbeláez, entre otros, fundaron además la revista de cine Ojo al Cine que fue la que más se acercó a la tendencia francesa de análisis cinematográfico de Cahiers du Cinema. La historia de estos amigos quedó registrada en la película 'Todo comenzó por el fin' de Luis Ospina, quien fue protagonista de esta historia y prefirió contarla con su propia voz. 

El grupo de Cali, una vez inició su producción cinematográfica, hizo una fuerte crítica a las formas de producción de cine que se estaban desarrollando dentro del país que tendían a ser, por un lado, copias e intentos de repetir lo que se hacía en la industria norteamericana, y por el otro lado, una tendencia a la porno miseria, como se dio por llamar a la propensión a filmar la miseria y pobreza nacional para ser usada como una herramienta comercial. 

Con Mayolo, Caicedo y Ospina a la cabeza, Caliwood comenzó a consolidarse como una propuesta cinemátografica irreverente que rompía con los esquemas tradicionales que hasta entonces teníamos del cine.

Comenzaron a contar la realidad desde otra mirada, que era la mirada propia. El cine dejó de ser una cámara que miraba desde afuera, para volverse uno más dentro de la realidad. Así nacieron películas como 'Oiga, vea' y 'Agarrando pueblo', que, desde la narración de su ciudad, de todo aquello que hacía parte íntima de sus vidas, comenzaron a contar el mundo. 

Con el paso de la historia el grupo de Cali se convirtió en un modelo a seguir para todos aquellos interesados en la industria audiovisual y cinematográfica del país.

Caliwood sigue hoy en día siendo considerada como la meca del cine nacional.

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