Foto: Ana Lucía Rey- Canal Trece
Despertarse con la imponente Cordillera Oriental de telón de fondo, relajarse en las aguas termales, caminar por verdes senderos. Este departamento ofrece alternativas para los viajeros que buscan tranquilidad.
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Zetaquira
Quizás pocos lo saben pero este municipio es tierra fértil para uno de los mejores cafés de la región. Además de deleitarse con su sabor, taza a taza, los viajeros podrán conocer su proceso.
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Zetaquira. Foto: Ana Lucía Rey
Y si son amantes del senderismo, el plan, sin duda, es subir a la cúspide de la Virgen del Coro, patrona de Zetaquira. Un recorrido natural ambientado por las catorce estaciones del Viacrucis y que, al llegar a la cima, ofrece una vista prodigiosa de la región así como la escultura de la Virgen extendiendo su mano sobre el Valle de Lengupá.
Paipa
A dos horas de Bogotá, se alza la inmensidad del Lago Sochagota, un cuerpo de agua que adorna a este municipio, con una temperatura promedio de 15 grados centígrados. Además de navegar en el Barco Libertad, es posible practicar deportes naúticos.
Y si el plan es relajarse, las aguas termales son la mejor opción, conocidas por su poderoso factor desintoxicante del cuerpo y regeneración de la piel. Propiedades que brotan de la tierra al alcance de todos.
Duitama
La arquitectura tradicional de Boyacá tiene nombre propio: Pueblito Boyacense, un lugar erigido en 1995 que cuenta con 7 plazoletas que evocan algunos de los pueblos típicos de Boyacá: Villa de Leyva, Tibasosa, Tenza, Sáchica, El Cocuy, Monguí y Ráquira.
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En cada réplica hay 16 casas y la Plazoleta Principal de cada pueblo con su respectiva historia.
Si buscan alojamiento en un lugar bohemio e inspirado en la magia de Boyacá o tan solo una pasadía turística, el Pueblito Boyacense es la mejor recomendación.
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Este lugar fue declarado patrimonio cultural y turístico de Boyacá en 2006.