Para los que no han escuchado hablar del tema, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de acuerdos que se llevaron a cabo con 193 países, que fueron citados por la ONU dentro de los que se encuentran Colombia, con el fin de favorecer las diferentes comunidades del país y del mundo.
Estos también son conocidos como la Agenda 2030 donde lo que se busca es trazar una línea de sostenibilidad para dicho año, y que se pueda desarrollar por medio de 17 ítems, los cuales tienen diferentes puntos focales como lo son: la humanidad, el planeta, la paz, la prosperidad y alianzas que se puedan llevar a cabo a raís de ello.
Lo que se quiere lograr es que por medio de diferentes organismos internacionales, sectores privados, sociedad civil y Gobierno, se pueda hacer un trabajo en conjunto y ser la primera generación que lleve a cabo dichos objetivos en el transcurso de 15 años.
El punto es que en América Latina y el Caribe, se presentan desafíos un poco más complejos que en otros países. Ahora y con la llegada de la pandemia del COVID-19, se ha dificultado aún más. Por lo tanto, su manejo debe tener algunas modificaciones y ser basado en igualdad e inclusión social, crecimiento económico, sostenibilidad ambiental y de las más importantes, dar fin a la pobreza a nivel mundial.
Es por ello que la ONU hizo un estudio donde identifica algunos de los inconvenientes que han impedido el avance de los ODS, dentro de los que se encuentran:
- La desigualdad:
Es uno de los factores que más ha impedido el desarrollo de América Latina superando a África, siendo la región que más presenta desigualdad a nivel mundial, generando desconcierto. Para tener mayor claridad las personas que tienen una mejor condición manejan un 10% de los ingresos superiores a cualquier otra región con un 37% y viceversa, el 40% que es más pobre recibe solamente un 13% siendo la menor parte, así lo indica un programa realizado por las Naciones Unidas.
- Pobreza:
Este factor va muy de la mano con la desigualdad que se vive en la región, y está vinculado con temas raciales, haciendo que en sectores rurales donde sus habitantes son indígenas sea mucho mayor. Por otro lado, no hay que perder de vista, que no solamente estos factores son los que afectan los niveles de pobreza, sino también temas relacionados con el hecho de ser mujer y personas en condición de discapacidad entre otros.
En 2017, el número de personas en situación de pobreza en América Latina llegó a los 184 millones, equivalente al 30,2% de la población, de los cuales 62 millones, un 10,2%, vivían en la pobreza extrema.
- Salud, educación y servicios básicos:
En temas de salud la Organización Panamericana de la Salud (OPS) saco un informe indicando que durante los últimos años se han hecho avances importantes respecto a la salud reproductiva, desnutrición, enfermedades infecciosas y cuidados prenatales, ya que sigue existiendo una brecha en cuanto a la cobertura de salud y la su calidad entre países.
Por otro lado, en cuanto a la educación se evidencia que a nivel Latinoamérica, de 10 jóvenes entre los 20 y los 24 años, solamente 6 lograron culminar la educación secundaria, teniendo una mejora desde los años 2000 a la actualidad. Con un paso del 69% al 77% en los últimos 20 años según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Respecto a la educación superior esto sigue siendo un privilegio solamente para un pequeño porcentaje de la sociedad, ya que solo el 40% de los jóvenes acceden a ella entre los 25 y 29 años, y el 3,6% de quienes pertenecen a un quintil de menos ingresos lo pueden hacer, es por ello que hay áreas donde el progreso académico en la región aún no es del todo eficiente.
- Falta de oportunidades laborales:
A raíz de la incertidumbre laboral que se vive a nivel colectivo, la falta de oportunidades y la disminución de garantías para las nuevas generaciones respecto al trabajo, es que en algunos países se han presentado diferentes manifestaciones con dicha inconformidad. Muchos gobiernos aún no se percatan que el tema laboral es un punto indispensable como muestra de igualdad, desarrollo personal y crecimiento económico de un país en sociedad.
En un informe de Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe, se evidenció que en el 2019 hubo un estimado de bajo crecimiento económico sobre el 1,3% promedio de la región, y se espera que para este año y en el transcurso del desarrollo de los objetivos, los indicadores sean mucho más favorables.
- Institucionalidad de política social:
El generar políticas sociales nuevas y estar en constante contacto con las diferentes comunidades, hace que se pueda tener un mayor desarrollo y apoyo en los puntos a tratar, el inconveniente es que muchas veces dichas políticas y proyectos no son aplicados de forma adecuada, adicionalmente están constituidos sobre bases frágiles y no se llegan a los respectivos acuerdos, lo que hace que tengan poca claridad y sus objetivos sean poco alcanzables.
Ahora, un punto clave para que se puedan dirigir más recursos a políticas sociales, es por medio de la carga tributaria; para el 2017 en América Latina y el Caribe dichas inversiones incrementaron el 22,8% en comparación al 34,2% del Producto Interno Bruto (PIB).
- Obstáculos emergentes:
Adicionalmente a los que ya se acaban de mencionar, surgen otros de ellos mismos según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dentro de los que se encuentran la violencia, siendo una problemática a la cual siempre se ha enfrentado América Latina y el Caribe, considerándose la región más violenta del mundo. A esto hay que sumarle los desastres naturales y el cambio climático debido al calentamiento global. Por último, la migración también hace parte de estos factores importantes, motivada por las políticas de Estados Unidos.
Ahora, a nivel Colombia se puso en marcha el Marco Nacional Integrado de Financiación (INFF) para cumplir a cabalidad con los ODS desde junio del 2020, la cual está siendo liderada por el Gobierno, acompañado del Ministerio de Hacienda, el Departamento de Planeación (DNP), UNICEF, la ONU-Mujeres, el Banco Mundial y la Unión Europea.
Se aspira que para el 2030 en el país no existan personas que vivan en condición de extrema pobreza con ingresos inferiores a 1.25 US$ diarios, y disminuir a más de la mitad la pobreza en todas sus denominaciones a nivel nacional. Así mismo garantizar que todos tengan los mismos derechos y recursos económicos, al igual que el acceso a servicios básicos, control de tierras entre otros.
Fuente: estadisticas DANE.
En temas de salud, se quiere lograr para el 2030 reducir a mortalidad materna en un 70% por cada 100.000 nacimientos, al igual que epidemias como el sida, la malaria, tuberculosis y el consumo de sustancias que generen adicción.
Dentro del ámbito de la educación que este ambito sea de calidad y accesible para todos, jóvenes, niños y adultos, que haya diferentes oportunidades laborales para quienes se encuentren sin empleo o recién egresados de la universidad, con el fin de incentivar la economía y la desigualdad que se vive a raíz de todo lo mencionado con anterioridad y asegurar un crecimiento capital de al menos 7 % en los países en desarrollo.
La década de 2020 se constituye como la Década de la Acción, un período clave para acelerar la implementación de los ODS, movilizar la financiación y mejorar la aplicación a nivel nacional a través de los gobiernos, las empresas y la ciudadanía.
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