En nuestros Llanos Orientales habitan cuatro de las cinco especies de armadillos presentes en Colombia, su imagen es un icono de la identidad de los llaneros. Sin embargo, la caza de su carne, el impacto de petroleras y la llegada de los grupos armados ilegales han llevado a esta especie a una situación de peligro.
En este segundo episodio de ‘Especies’ viajamos junto a Antonio Castañeda al municipio de Paz de Ariporo en el departamento de Casanare. La misión: generar una alerta especial en la conservación de estos cachicamos, como también se les conoce, para la biodiversidad de los ecosistemas.
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Imagen: captura de pantalla
Los cachicamos han demostrado ser una especie que protege y que es de suma importancia para la región llanera ya que contribuye con el control de plagas y con el bienestar de la tierra.
A pesar de tener una visión y un oído deficientes, tienen muy buen olfato y unos pequeños dientes que les sirven para alimentarse de insectos como hormigas y termitas. También suelen frecuentar el consumo de lombrices, materia vegetal, frutos, raíces, lagartijas, pequeños roedores, aves, hongos y larvas de algunos insectos, como las moscas.
A los armadillos se les conoce en la región como los arquitectos de la naturaleza por una razón bastante peculiar. Dependiendo de la especie, cada uno de estos armadillos puede cavar entre 4 y 9 madrigueras; que en el caso del armadillo montañero puede estar entre los 18 y 22 cm de diámetro, tener una longitud de 127 cm y una profundidad de 51 cm.
Imagen: captura de pantalla
Debido a la abundancia de madrigueras, varias especies suelen aprovechar estos refugios para salvaguardarse de los depredadores y del clima.
No obstante, estos animales de los llanos orientales se encuentran amenazados por la destrucción de su hábitat, los bosques y la sabana, para darle espacio a las actividades de las petroleras, las mineras y la agricultura extensiva.
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Imagen: captura de pantalla
Aunque las amenazas para los armadillos son muchas, existe una gran variedad de posibles soluciones para asegurar su conservación, tal y como lo hace la Fundación Omacha quien lleva un plan a diez años para preservar esta importante especie. Ejecutar una caza responsable y proteger su hábitat es una tarea importante para los habitantes de Casanare.
Los armadillos no solamente juegan un papel importante en la biodiversidad de los llanos orientales, sino que representan la identidad llanera como un animal que ha llevado la tenacidad que caracteriza a los llaneros a lo largo de toda su historia.
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