La epidemia de los contenidos en Internet, una idea sobre la adicción a la tecnología

Foto Portada: Flickr Surian Soosay (CC BY 2.0)

 ¿Qué nos hace esclavos de la tecnología? ¿Podemos escapar de los mensajes virales?

Existen razones para pensar que, lo que hace que un contenido se propague como una epidemia son puntos como la persona que lo emite, la forma de transmitirlo y el contexto en el que se da la emisión. Esa es la idea que propone Malcolm Gladwell en su libro ‘El Punto Clave’ (título original en inglés "The Tipping Point").

El punto clave de la epidemia

Según el enfoque de ‘El Punto Clave’, una epidemia se caracteriza por: Ser muy contagiosa, un pequeño grupo puede propagarla por toda la comunidad; pasa por pequeños cambios, pero tiene grandes efectos, una vez se ha esparcido; ocurre de forma espontánea, no en una forma lineal en términos de causa-efecto.

Malcolm Gladwell (@Gladwell) ‏es un periodista, escritor y sociólogo canadiense que reside en Nueva York. Ha trabajado para The New Yorker desde 1996. En 2005 fue llamado una de las 100 personas más influyentes por la revista Time.

La idea principal de Gladwell es que existe un punto de quiebre donde los efectos de un mensaje se potencian creando un efecto significativo, detalles insignificantes que al juntarse aumentan su importancia. Para esto se cumple con tres reglas:

  • Regla 1: -La ley de los pocos: Gladwell desvirtúa la teoría de los seis grados de separación al afirmar que esta no significa que todas las personas del mundo estén conectadas por otras cinco. Para él, existe un “pequeño grupo” interconectado y los demás conocen a un elemento de este. Dentro de esta minoría se habla de personas que funcionan como conector, informante o vendedor.
  • Regla 2: El factor de "pegajosidad": Tener un buen mensaje no basta, sino que es importante que tenga un toque especial para conectarse con las personas. La información debe presentarse en un modo que sea irresistible.
  • Regla 3: El poder del contexto: La propagación de una epidemia depende mucho de lo que piensa la gente en un determinado momento, y eso está muy relacionado a las circunstancias.

En cada una de estas reglas Malcolm Gladwell analizó casos como el del herrero Paul Revere, personaje clave en los hechos que dieron pie a “La Revolución Americana”; el éxito de Plaza Sésamo en hacer de la educación algo entretenido para los niños; las inyecciones antitetánicas en la Universidad de Yale, donde incluyendo un mapa de los puestos de salud se pasó de un 3 % a un 28 % de estudiantes vacunados en comparación con otras campañas; y la teoría de las ventanas rotas, donde dos criminólogos expusieron en los años 90’ un postulado donde afirmaban que el crimen era el resultado del desorden y analizaban el caso de las ventanas rotas en sitios abandonados en los cuales después de su limpieza disminuyeron los índices de criminalidad.

La ley de los pocos ¿Quiénes pertenecen al 20%?

Dentro de la ley de los pocos, Malcolm Gladwell habla de tres tipos de personas “altamente conectadas” que pertenecen al “pequeño grupo”. Una alusión al principio que los economistas conocen como “80/20” donde el 80 % de las acciones son cometidas por el 20 % de los participantes de una comunidad:

  • Conectores: Tienen una habilidad especial para unir a las personas. Son personas que conocen la gente que hace falta en diversos grupos, son sociales, les gusta estar en el centro de los acontecimientos y conocen a mucha gente que cree en ellos.
  • Informados: Están constantemente buscando y compartiendo datos. Son sociables y casi todo les produce curiosidad. Son el tipo de gente al que se recurre cuando se tiene un problema puesto que tienen la información para dar un buen consejo.
  • Vendedores: Los que convencen al mundo. Saben sacar provecho de sus habilidades de persuasión. Saben trasmitir ideas y pensamientos.

Malcolm Gladwell sostiene que no siempre la efectividad de un mensaje va atado al esfuerzo que se realiza en divulgarlo. No obstante, existe una serie de variables para que este pase de un punto en el que nadie lo conoce al éxito repentino. Los experimentos realizados por Malcolm Gladwell fueron debatidos por varios científicos que sugirieron que los casos analizados por el periodista canadiense no eran explicados totalmente por su teoría.

En 2003, Duncan Watts, un físico de la teoría de redes en la Universidad de Columbia, repitió el estudio de seis grados de separación realizado por el psicólogo social Stanley Milgram. Utilizó un sitio web para reclutar a 61.000 personas y así enviar 18 mensajes a destinarios objetivo. Aunque logró resultados similares a los de Milgram (sobre los 6 grados de separación) descubrió que las personas influyentes no habían sido clave en el cumplimiento de la misiva, solo el 5 % de los correos habían pasado por alguna de estas personas “altamente conectadas”.

De esta manera, Watts puso en duda de la importancia de este “pequeño grupo”. ¿Qué opinan ustedes de esta teoría? ¿Se consideran adictos a los contenidos virales? ¿Cómo hacer frente a los usos, tendencias, costumbres, tradiciones, pensamientos que se difunden como "epidemia" en la web? 

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