Los juegos de mesa son actividades fundamentales en los hogares de todo el mundo, por eso quisimos ahondar en algunos de ellos: el triqui, el parqués y las cartas. Son tradicionales, lo sabemos, pero la adrenalina que se puede sentir cuando crees ir ganando y encuentras a un competidor a tu altura es una sensación que se puede comparar a la que producen modernos videojuegos.
Parqués
Aunque no lo creas, el parqués es un juego de mesa colombiano inspirado en un juego indio llamado parchís que llegó a tierras latinoamericanas a través de los esclavos curies de la India en su paso por las plantaciones de caña de azúcar, tabaco y algodón que en ese momento tenían algunas compañías inglesas en Colombia.
La forma de cruz de su tablero representa el jardín del emperador Abdul Momin, sultán de Brunei en 1852, quien se encontraba en el centro como premio, y las fichas representaban a las mujeres que competían por su amor. Y aunque te suene exagerado, en las ciudades de Prayagraj y Agra existen palacios que servían como tableros gigantes.
¿Eres de los que aman mandar a sus familiares a la ‘cárcel’ o la casilla de ‘seguro’ es tu espacio favorito cuando juegas parqués? Es un hecho que este juego de mesa fue el rey en la infancia de muchos de nosotros quienes soplábamos los dados esperando tener mejor suerte, o contábamos con los dedos las casillas que nos faltaban para comernos al que iba más adelantado.
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Cartas
El historiador Jorge Orlando Melo en su libro ‘Historia mínima de Colombia’ cuenta que “Los adultos tenían sobretodo juegos de mesa, como dados y cartas: desde la Conquista los españoles se jugaban lo que le quitaban a los indios y las censuras a las autoridades por dedicarse al juego eran comunes, pero la venta de barajas acabó convertida en un monopolio fiscal. El consumo de naipes en Bogotá, para jugar tresillo o tute, a los que se añadió en el siglo XX el póker en los clubes sociales de clase alta”.
La ‘21’, ‘El tute’, el popular ‘Ni mierda’ y ‘Tríos’ son algunos de los juegos de cartas más populares de Colombia. ¿Alguna vez jugaste con tus tíos o tías poniendo atención a la carta doblada o arrugado?, ¿tenías un amuleto de la suerte o una maña que siempre te ayudaba a ganar? Las cartas serán siempre las viejas y confiables compañeras a la hora de viajar, de pasar el rato o de integrar a la familia.
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Triqui
Ahí donde lo ves todo inocente yaciendo en la hoja de uno de tus cuadernos, los orígenes del triqui se remontan a siglos atrás. Algunos afirman que nació en China, y es parecido al Go que es considerado el más antiguo del mundo; otros dicen que nació en el siglo V d.C. en Persia y que fue gracias al comercio que se expandió en las clases bajas de gran parte de Europa hasta que, durante los siglos X y XI, el Papa Bonifacio IV prohibió su práctica a través de una bula papal al relacionarla con rituales paganos. Esta medida, aunque dictada, fue ignorada por muchos quienes ni siquiera la conocían y siguieron jugando triqui (o también conocido como ‘tres en raya’) entre la clase obrera y la estudiantil.
Uno de los personajes que hizo aún más popular este juego y fue el estudio de la dinámica por parte del matemático italiano Rubino Alverdi quien escribió un tratado en el que afirmó que tenía 765 posibles jugadas distintas. Sin embargo, su nombre no tuvo el éxito del triqui: Alverdi fue olvidado y parte de su trabajó también.
Conoce cuáles son los juegos de mesa favoritos del escritor Alberto Salcedo Ramos, de la locutora radial Dahiana Rodriguez y de la escritora Carolina Andújar no te pierdas este posdcast de #Fractal
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