Conoce a Javier Bemz, el muralista guaviarense que ha llenado de color las calles de San José del Guaviare

En San José del Guaviare existe un colectivo de graffiti y muralismo llamado Casa Arte Annato. Allí, de planta se encuentran dos jóvenes que montaron la parada del arte urbano en este municipio y se podria decir que casi en todo el departamento y ya los guaviarenses los conocen como los chicxs que pintan murales. 

Las calles de San José están adornadas con micos churucos, aves, caras de niñxs y denuncias públicas que llenan de colores la monotonía de los barrios y le han dado una cara nueva al espacio público. 

Javier Bemz, uno de los fundadores de este espacio, quien se ha encargado de hacer colaboraciones con grafiteros nacionales e internacionales en el territorio, es uno de los protagonistas del documental RAYADOS, el arte de la transformación, que se estrenará pronto en las pantallas de Canal Trece. 

Hablamos con él para que nos contara un poco sobre cómo se vive el arte urbano en el departamento del Guaviare. 

Cuéntame un poco sobre ti. ¿Cómo y cuándo empezaste a pintar? ¿Cuál fue tu primer acercamiento con el graffiti?

Yo inicié en el colegio. siempre fue como un ejercicio de desparche, ni siquiera sabía que se llamaba graffiti. Empecé a hacer letras, a marcar cosas. 

Y ya fue como esa curiosidad por hacer las cosas mejor y a través de Internet busqué otras formas de hacerlo. Encontré referentes de otros países como en Estados Unidos, donde empecé a ver toda la dinámica y cómo se estaba moviendo todo el tema del graffiti a nivel internacional y pues me empezó a llamar la atención, empecé a hacer y hacer y hacer. 

Después de los años de colegio no supe en qué momento se todo esto convirtió en mi profesión. 

En sí siempre me ha gustado el arte y el graffiti me permitió entender la versatilidad de los aerosoles para hacer todo tipo de cosas y conocer personas que estaban haciendo graffiti, muralismo y arte de otras maneras. Esto me permitió explorar otros campos, como acuarela, óleo, tatuaje y otras cosas que fueron llegando poco a poco de la mano. 

Naciste y creciste en el departamento del Guaviare. ¿Tuviste mentores o referencias en ese territorio que te guiaran por ese camino del arte urbano o el graffiti, o fue todo empírico?

Siempre fue un ejercicio muy autodidacta porque allá no había pintura especial de graffiti, no habia personas que pintaran. Fue más investigar, leer, ver videos e imágenes de referencia. Y pues es la práctica la que hace la diferencia. 

Ya cuando lograba algo en graffiti, la curiosidad me llevaba a enterarme que en la movida nacional se organizan eventos de graffiteros entonces inicio a hacer contactos para poder participar en estos eventos. 

¿Quienes fueron las primeras personas que abrieron ese mundo del graffiti? 

Inicié con referentes internacionales y al tiempo después me di cuenta que en la escena colombiana también había personas involucradas en el tema. Siempre tuve presente 3 nombres: Ospen, uno de los duros del graffiti en Colombia, Franco, con lo que ha hecho con su línea gráfica y K-NO DELIX. 

¿Cuáles fueron esos eventos en los que querías participar?

El primer evento al que fui fue en Villavicencio. En la semana de la juventud allá, casualmente conocí a una persona que hacía breakdance, que luego organizó su propio evento con graffiti, con muchos graffiteros. 

Me enteré de ese evento y le pregunté si podíamos ir a pintar allá y él me dijo que sí. Cuando llegamos conocimos toda esa escena y conocimos a un muchacho de Soacha, que es como referente y activista dentro del HipHop en Soacha y en Bogotá y él nos abrió el campo para ir a pintar a Bogotá y conocer más parche.

Desde entonces nos hemos movido por el país, en Bogotá, Santa Marta y más ciudades a hacer intervenciones. 

De hecho, ese caminar por el arte y por el graffiti y de posicionar el Guaviare como un lugar donde también se da arte urbano y muralismo nos permitió de hecho conocer a K-NO DELIX después y participar en dos eventos con él en Santa Marta Y Bogotá. Y también hicimos una alianza donde lo invitamos a pintar con nosotros en el Guaviare en Pinta la Selva.

¡Has viajado por el país pintando!

Sí, se ha dado la oportunidad de ir a varios lugares entonces eso también es parte del ejercicio. Mi intención también, más allá de aprender a pintar porque eso siempre está, siempre es la idea de conocer a esa escena de graffiteros a nivel nacional porque en el Guaviare no había. También es mostrarles que en nuestro territorio también hay movimiento de graffiti o arte urbano y que también es algo serio. 

Cuando tú hablas, hablas en plural. ¿De quién más hablas?

Yo empecé pintando con un chico, éramos dos. Y con el tiempo siempre es como un tema de afición. En el tema del arte siempre he querido ir más allá. Y dentro de mis metas personales, nunca me quiero quedar en lo que me rodea sino saber qué hay después de esto. 

Y en ese ámbito, monté un colectivo ahí en San José cuando empecé a pintar con otra persona, con José Luis Ardila González, con el que empezamos a organizar proyectos, a salir y hacer contactos con otros eventos y personas. 

Esa misma hambre de aprender me tiene hoy en Bogotá estudiando arte y viendo qué otras oportunidades se presentan porque siempre quiero ir más allá. 

Y ahora estás en Bogotá estudiando arte. ¿En tu cabeza siempre estuvo esa idea de estudiar esa carrera o fue algo que simplemente pasó?

De hecho yo estaba estudiando antes Ingeniería ambiental, pero estaba en el lugar equivocado. 

Era más como una presión social de tener que estudiar. Desde siempre he tenido esa sensación de no querer trabajar en una oficina. Entonces siempre estaba esa espinita y eso me llevó a hacer otras cosas. Estuve trabajando como recreador en el Instituto de deportes del Guaviare pero tampoco me gustó. Me sentía haciendo todo por presión, hasta que dejé de estudiar esa carrera. 

De hecho, realmente no veía estudiar arte como algo importante para mí ni como una decision trascendental en mi vida. Fue más una excusa para salir de San José. 

Llega un punto en el que siento que no estoy creciendo como artista, que ya estoy estancado. Y entiendo que la capital por ser capital ofrece muchas alternativas y posibilidades de aprendizaje porque aquí se mueve mucho el arte. Entonces empiezo a pensar en irme para Bogotá pero siempre existe el miedo porque la ciudad es la ciudad, es totalmente diferente. Pero sí sentía que era un paso necesario. 

Comienzo a hacer trámites para la universidad, paso a la universidad y se convirtió en mi excusa para poder venir. Obvio la formación académica es importante, pero no estoy acá para recibir mi cartón sino por ver qué otro tipo de conocimiento puedo adquirir que me pueda servir para la vida. El aprender de arte está mucho en el hacer. 

Afortunadamente desde que estoy acá se me han presentado posibilidades de trabajar con grandes artistas que nos han ayudado un montón.  

¿Ahora estás trabajando también?

Trabajo en Chapinero, como tatuador en La Aldea Tattoo, porque también tatúo. 

El estudio que montas con Jose, lo montaste antes de venir a Bogotá? 

El estudio de San José se llama Arte Annato y lo montamos hace varios años. Todo nació como una idea a raíz de una cerveza. Cuando conozco a Jose, yo no tatuaba y él no pintaba. Entonces empezó con esa intención de intercambiar conocimiento donde él me enseñaba a tatuar y yo a pintar. Ahí quisimos llevarlo un poco más allá. 

Eramos al principio nosotros dos. Y teníamos un estudio en una habitación de un apartamento. Mientras va pasando el tiempo, haciendo más eventos de graffiti, muralismo y tatuaje ya veníamos participando en temas juveniles. Con esa alianza con Jose se hizo más fuerte esa participación con jóvenes. 

Fuimos creciendo. Compramos cosas, adaptamos el estudio, lo hicimos más grande invitando a más amigos a participar, y llegó otra chica. Ampliamos el estudio. 

Después invitamos a más personas y se nos hacía pequeño el espacio. Ya tenemos una casa, donde podemos trabajar bien el tema de tatuaje, de pinturas, tenemos una bodega para el tema del graffiti. Y ahora la casa se nos está incluso haciendo pequeña. Estamos buscando ya otro lugar. 

Actualmente, ¿cuántas personas hacen parte de Annato?

De manera directa somos cuatro personas y dos aprendices que están de lleno en el estudio. Tenemos otros chicxs más a los que les estamos haciendo otras pautas, pero ellos no están de lleno porque están en otro municipio. También tenemos más personas que hacen parte de un proceso que hicimos con un proyecto que estamos asesorando para varias cosas como cómo cobrar un mural, hacer alianzas, etc. 

¿Crees que tener esta profesión de artista enfocado a lo urbano debe de alguna manera relacionarse con lo social?

No necesariamente. No me voy a dedicar de lleno a proyectos sociales, pero sí siento que como artista, crear murales que así no tengan interacción con la comunidad, deben tener un mensaje, decir algo. También ayudarle a un chico que está iniciando, darle consejos, pues es complicado conseguir materiales y de alguna manera incentivamos a alguien a que le dedique un momento a esto. 

Si por lo menos a una persona podemos asegurarle informacion materiales y que esa persona pueda vivir de esto, eso ya es ganancia para nosotros. 

¿Es muy difícil en San José dedicarse al arte?

El tema es complicado. Por más de que yo quiera plantear que hay personas que la han logrado y les ha funcionado, hay otras que no lo lograron. Está el ejercicio de hacer y de si se quiere más. Allá en Guaviare se puede hacer arte, puede funcionar bien. El tema es mío —que no sé si esté bien o mal— pero el tema es no tener límites y seguir haciendo y haciendo. 

Y ahora para cerrar, ¿cómo te sentiste grabando RAYADOS?

A mí me parece interesante el tema de que un medio de comunicación como ustedes se toman el tiempo de hacer este tipo de ejercicios, de documentales, entrevistas, de todo eso… que uno lo pueda compartir y que la gente se dé cuenta de que a ustedes les interesa mostrar esto, es como una voz que les dice que esto sí está funcionando y vale la pena apoyarlo. Es una estrategia de motivación para que otras personas apoyen el proceso. 

Me parece interesante porque en últimas a veces uno se queda corto con recursos para poder ayudar a alguien. 

***No te pierdas el estreno de RAYADOS, el arte de la transformación, por Canal Trece, estreno 18 de diciembre a las 9:00 pm en la TV. 

Foto por Anderson Labrador @zetadj, Canal Trece.

 


Encuéntranos en redes sociales como @CanalTreceCo: FacebookTikTokTwitter e Instagram para conectarte con la música, las regiones y la cultura.


 

SOBRE EL TRECE  |  SALA DE PRENSA   |  CONTACTO   |   DIRECTORIO   TÉRMINOS Y CONDICIONES  |  PQRS

Ir al contenido