Isaac Bello, entrelazando trazos e historias

Con su mano derecha sostiene en el aire el carboncillo con el cual realiza diferentes trazos sobre la hoja que, sujeta a una tabla de apoyo, reposa sobre su mano izquierda. Sonríe al sentir la vibración del roce de su lápiz sobre el papel en el que sus trazos empiezan a conjugarse mágicamente para darle vida a la silueta de un caballo. Isaac alterna su mirada entre su trabajo y el modelo de la obra de David Manzur que está siguiendo bajo su propio estilo. 

Sentado en su taller del barrio ‘La Candelaria’ en Bogotá, este artista plástico de 38 años le da rienda suelta a su talento con técnicas como el óleo, la acuarela y recientemente, la pintura acrílica sobre tela. Mientras pinta viene a su mente el recuerdo de aquel viejo librito de dibujos que junto con sus hermanos encontraron en su casa materna, la prueba irrefutable de que el talento artístico estaba en sus venas, aunque solo tenía dibujos simples y sutiles, los trazos dejaban ver la excelsa técnica de su autora, una pequeña que con menos de 10 años dibujaba por placer, pero que por circunstancias de la vida no pudo explotar su talento. 

Se trataba de Rosalba, la madre de Isaac, que aunque vive con nostalgia por no dedicarse al arte, le reconforta ver el talento reflejado en el trabajo de su hijo de quien se siente muy orgullosa. Y cómo no hinchar el pecho con los logros de su hijo si ha demostrado que no existen límites para alcanzar los sueños, pues ha superado las adversidades que se le han presentado en el camino. 

En 2008, Isaac sufrió meningitis e hidrocefalia que afectaron gran parte de su sistema nervioso. Perdió la sensibilidad, la fuerza de sus músculos y 95% de su visión. Los médicos le dijeron que no podría volver a pintar, pero él jamás se resignó a abandonar su pasión. 

Aunque no podía pintar, Isaac se la pasaba todo el día dibujando en su mente, parecía como si bailara con un pincel y un lienzo imaginarios. Sus ojos no distinguían formas ni colores, pero algo en el fondo de su corazón seguía invitándolo a pintar y a moverse, a pesar de que sus músculos no le respondían para sostener un lápiz o pincel.

“El pensamiento, el sentimiento y la emoción influyen en el cuerpo y en la activación del sistema nervioso”, afirma Isaac mientras recuerda que agradecía cada pequeño avance que veía en su proceso, siempre ponía de su parte para controlar la ansiedad y el estrés que le provocaba no poder hacer tareas sencillas. Con el tiempo, logró mover sus manos y sus brazos, fue entonces cuando empezó nuevamente a utilizar lápices y pinturas para garabatear. Él dibujaba y su familia le decía lo que percibía o sentía con su obra. 

Desde entonces, Isaac decidió enamorarse de las cosas sencillas de la vida y tener paciencia con su proceso. Con los años se arriesgaba a hacer mezclas de colores, nuevos trazos y a avanzar hacia una técnica de pintura cada vez más fluida que le permitiera recuperar su pasión por el arte.

Aunque nació en Tenjo (Cundinamarca), uno de los municipios de la fría sabana de Bogotá, a sus cuatro años, Isaac y su familia se trasladaron al cálido municipio de La Dorada (Caldas); es de este lugar de donde el artista guarda sus más gratos recuerdos de infancia y adolescencia, especialmente porque fue allí donde empezó su camino para convertirse en el artista que es. 

Aracely Rivera fue la mujer que, aún sin quererlo, le enseñó a Isaac el amor por la pintura y el dibujo, él tenía 15 años cuando después de mucha insistencia, convenció a su hermano de llevarlo a donde una profesora de pintura y dibujo muy talentosa y que tal vez podría darle algunas clases, sin embargo, el día que Isaac la conoció, con su pelo teñido por las canas y un carácter fuerte le dijo al joven que ya no quería enseñar a nadie más, que solo quería pintar para sí misma.

Sin embargo, él insistió en su deseo de aprender a pintar, así que Aracely le prestó algunos libros con la condición de que practicara frente a ella, en un espacio amplio, con mesas grandes y muy iluminado que adaptó para Isaac en el taller ubicado en el segundo piso de su casa; lugar del que recuerda el olor a café producto del gusto de Aracely por esta bebida. 

Todas las tardes, el joven caminaba un largo trecho fascinado por la belleza que el sol vespertino plasmaba en el paisaje; el efecto de la luz al atravesar el verde de las hojas de almendrones, los colores de las flores, las sombras proyectadas por los árboles o el reflejo del cielo en los charcos eran el deleite para llegar a casa de su maestra y dedicar un par de horas a estudiar los textos y a dibujar en su presencia. 

Aracely iba viendo la evolución de Isaac. Una tarde, all subir al taller, el pequeño se encontró con un lienzo en blanco que reposaba sobre un caballete de madera. “Ese lienzo es para usted, muchachito, con lo que usted dibuja ya puede trabajar en él, pero yo no le voy a enseñar a pintar”. 

Después de ese episodio la relación entre Isaac y Aracely se volvió más estrecha, al punto de que la mujer le compartía sus pensamientos y anécdotas de vida, conversaban mientras plasmaban sus sentimientos en el lienzo, incluso le permitía ir a pintar a su taller   aunque ella no estuviera; esa fue la base para una hermosa amistad que perduraría por muchos años. 

El arte ha jugado un papel protagónico en la vida de Isaac, pero desde su accidente no percibe el mundo de la misma manera, “Yo veo como si el mundo estuviera entrelazado” dice entre risas, “por eso pinto tratando de reflejar la manera en que veo”. Es precisamente su experiencia de vida y la forma en que concibe la realidad lo que ha motivado al artista a crear el proyecto ‘Entrelazados’, una serie de encuentros o espacios de expresión en los cuales busca fortalecer a personas con discapacidad a través de diferentes manifestaciones artísticas en las cuales cada quien pueda compartir su experiencia. 

Él lleva como herramienta sus pinturas, pero está abierto a todas las demás manifestaciones de arte que puedan existir, ya sea música, poesía, humor, etc. De esta manera, el arte se convierte en la excusa perfecta para compartir. “Todos tenemos algo que aportar y todas las habilidades son valiosas, si uno puede aportar algo a otro ser humano y esa persona lo puede replicar en su círculo, se van tejiendo hilos que crean conexiones entre diferentes puntos que se entrelazan”, comenta sonriente.

Uno de sus mayores deseos es ser autónomo e independiente para así poder llevar su arte por todo el mundo y seguir entrelazando historias a su paso, en esa misión ha sido clave aprovechar las ventajas de las TIC para acceder a los múltiples beneficios que le ofrece el mundo virtual, por ello, a través del Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (CRAC) pudo aprender a manejar el software JAWS, un programa que gracias a la iniciativa ConVerTIC del Ministerio de las TIC, puede descargarse de manera gratuita para que la población con discapacidad visual haga uso integral de un computador y acceda sin barreras al mundo virtual. 

Mediante el uso de JAWS, Isaac ha abierto un mundo de posibilidades en su vida, como poder disfrutar de los cursos virtuales accesibles del programa Llegamos con TIC en donde aprendió habilidades digitales esenciales para desenvolverse en Internet.  Gracias a su dedicación se ha convertido en ejemplo para muchos colombianos, por esta razón fue invitado por el Ministerio TIC al Encuentro de Apropiación e Inclusión TIC que tuvo lugar en Bogotá el 22 de junio de 2022. 

Durante este evento compartió una charla con otros beneficiarios con discapacidad de los programas del Ministerio y resaltó la importancia de la tecnología en la búsqueda de la independencia y el empoderamiento.  “Cuando las TIC llegan a mi vida me reafirman el hecho de que estamos entrelazados de muchas formas, de que definitivamente existe mucha diversidad en el mundo y que las oportunidades que brindan las TIC hacen que las divisiones de la humanidad se disuelvan para reconocer que somos parte de una misma familia, que todos podemos aportar desde la diferencia y nuestras capacidades”, expresó. 

Con los nuevos conocimientos y habilidades digitales adquiridas, Isaac hará que su trabajo llegue cada vez más lejos, mientras tanto, seguirá trabajando en su taller entrelazando trazos e historias de vida gracias a su talento artístico y el uso de las TIC. 

Conozca y participe de los programas que el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones ha desarrollado para las personas con discapacidad a través de la estrategia Con Sentidos TIC. Dé clic aquí

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