Hace 19 años murió quien que le regaló a la Humanidad la respuesta a la pregunta por la vida, el universo y todo lo demás. No fue un filósofo ni un científico quien se atrevió a desentrañar los recovecos de la existencia. Tampoco se trató de un teólogo, un imán o un monje tibetano el que encontró la respuesta tras años de meditación y profunda comunión con el cosmos; ni mucho menos estamos hablando de un delfín, las criaturas más inteligentes sobre la faz de la Tierra. No, estamos hablando de Douglas Adams, creador de la serie ‘Guía del autoestopista galáctico’.
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Si bien las nuevas generaciones pueden relacionar este título con la película del 2005 protagonizada por Zooey Deschanel y Martin Freeman, la ‘Guía del autoestopista galáctico’ original fue una radio-serie transmitida en 1978 por la BBC 4. Eso sí, el éxito del programa hizo que, con el tiempo, la obra fuera adaptada al teatro, el cine, comics y su presentación más famosa: una trilogía de seis novelas que ha sido traducida a más de 30 idiomas.
Y si una trilogía de seis les parece disonante, es la descripción perfecta para esta franquicia repleta de sátiras, ironías, contradicciones lógicas y, cómo no, aventuras por el espacio. Aquí, el aburrido humano Arthur Dent, pronto descubre que es el único sobreviviente tras la destrucción de la Tierra para construir una autopista galáctica por parte de la burocrática raza alienígena Vogon. Sin un lugar al cual regresar, decide acompañar a su amigo Ford Prefect, quien está escribiendo una guía sobre el espacio.
Esta es la premisa de los primeros seis episodios de la serie de radio de 1978, cuyo éxito y eventual distribución en formato de acetato, motivó a la BBC a producir una segunda y tercera fase de la historia. A estas tres primeras fases, las siguieron la cuarta y quinta -como era de esperarse-, dos años después de la muerte de Adams, en 2001, y una sexta parte, estrenada en BBC Radio 4 en 2018.
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Para 1979 y con el éxito de la serie de radio, los primeros cuatro episodios fueron adaptados por Adams en una primera novela, que llevaba el mismo nombre y se convirtió en otro éxito instantáneo, vendiendo 250.000 copias en sus primeros tres meses de publicación. A esta novela la siguieron ‘El Restaurante en el fin del Universo’ (1980), ‘La vida, el Universo y todo lo demás’ (1982), ‘Hasta pronto y gracias por el pescado’ (1984) e ‘Informe sobre la Tierra: fundamentalmente inofensiva’ (1992). Así Adams completo su trilogía de cinco partes, que concluyó con una última novela en 2009, escrita por el autor de la saga de Artemis Fowl, Eoin Colfer, imitando el tono y humor de Adams.
Si bien estos son los medios más populares en los que se conoce la obra de Adams, la ‘Guía del autoestopista galáctico’ también ha sido adaptada en comics, varias obras de teatro, audiolibros y una serie de televisión de seis episodios. Además, una nueva adaptación para la pantalla chica está prevista para estrenarse en 2021.
Ahora que menciono 2021, que sumado en decenas da 41 y como agradecimiento por haber llegado hasta acá, lector, te dejamos con la respuesta a la Vida, el Universo y Todo lo demás, tal como lo descubrió Douglas Adams, por medio de la súpercomputadora, Pensamiento Profundo:
"– Buenos días –dijo al fin Pensamiento Profundo.
– Hmmm… Buenos días, Pensamiento Profundo –dijo nerviosamente Loonquawl–, ¿tienes… hmmm, es decir…?
– ¿Una respuesta que darles? –le interrumpió Pensamiento Profundo en tono majestuoso–. Sí, la tengo.
Los dos hombres temblaron de expectación. Su espera no había sido en vano.
– ¿De veras existe? –jadeó Phouchg.
– Existe de veras –le confirmó Pensamiento Profundo.
– ¿A todo? ¿A la gran pregunta de la Vida, del Universo y del Todo?
– Sí.
Los dos hombres estaban listos para aquel momento, se habían preparado durante toda la vida; se les escogió al nacer para que presenciaran la respuesta, pero aun así jadeaban y se retorcían como criaturas nerviosas.
[…] Los dos hombres se agitaron inquietos. La tensión era insoportable.
– En serio, no os va a gustar –observó Pensamiento Profundo.
– ¡Dínosla!
– De acuerdo –dijo Pensamiento Profundo–. La Respuesta a la Gran Pregunta…
– ¡Sí…!
– … de la Vida, del Universo y de Todo… –dijo Pensamiento Profundo.
– ¡Sí…!
– Es… –dijo Pensamiento Profundo, haciendo una pausa.
– ¡Sí…!
– Es…
– ¡¡¡¿Sí…?!!!
– Cuarenta y dos –dijo Pensamiento Profundo, con calma y majestad infinitas".
Aunque los fans alrededor del mundo han tratado incansablemente de encontrar un significado ulterior a este número, Douglas Adams respondió cómo llegó a este en 1993, en la primigenia era de Internet:
“La respuesta a esto es muy sencilla. Fue una broma. Tenía que ser un número, un ordinario, diminuto número y escogí ese. Representaciones binarias, la base con trece y los monjes tibetanos son un completo disparate. Me senté en mi escritorio, miré al jardín y pensé “42 funcionará” y lo escribí. Fin de la historia”.
Y, como aprendimos de sus libros, si la respuesta no te satisfizo, tal vez es que esa no era la pregunta indicada.
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