Seis décadas de Beatriz González en el MAMU

Usted nos ha enseñado a VER, dándole categoría estética a formas, a colores, a imágenes que en Colombia teníamos por cursis, vulgares y antiestéticas. Usted supo apropiarse de todo ese mundo y mostrárnoslo y supo hacérnoslo ver y apreciar.”

—Carta de Luis Caballero a Beatriz González, ca. 1987.

Estas palabras resumen de buena manera el legado que para el arte colombiano y los artistas de las últimas generaciones significa la obra de Beatriz González (n. 1932). La artista bumanguesa, quien además ha sido investigadora, curadora y docente, es una observadora aguda de su entorno y con un estilo propio ha sabido representarlo. Su obra, pinturas en su gran mayoría, pero también grabados, dibujos e instalaciones, tiene como protagonista “lo colombiano”, con todas las complejidades y contradicciones que este término puede incluir. La artista ha señalado los resabios de la clase política, lo variopinto de nuestra cultura popular y, con una profunda empatía por las víctimas, las atrocidades del conflicto armado.

Beatriz González y Los Suicidas del Sisga. 1968. Fotografía publicada en El Tiempo. Alfonso Ángel. Archivo Beatriz González.

Beatriz González: una retrospectiva’, que este 15 de octubre inaugura el Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU), reúne más de cien obras en varios formatos y soportes, y revisa una trayectoria de seis décadas. La exposición, organizada por el Museum of Fine Arts de Houston (MFAH) y el Pérez Art Museum de Miami (PAMM) con curaduría de Mari Carmen Ramírez y Tobias Ostrander, se considera la exposición más completa que a la fecha se haya hecho de la artista colombiana. En su paso por Colombia, contará además con una muestra complementaria que abrirá el 30 de octubre, en la que se exhibirán por primera sus archivos documentales y fotográficos personales. 

Ángel custodio de Popallanta. 1985. Foto: Laura Jiménez.

Las obras de González —"una pintora de provincia más no provinciana", como se considera ella misma— usan referencias a ambientes domésticos y tradiciones locales que muestran una ironía autoconsciente y una crítica a las nociones de la clase media sobre el gusto, la clase, el género y la etnia. Para esto, se apropia de imágenes asociadas con la historia del arte occidental y medios nacionales de comunicación masiva, desde un modelo particular de figuración que incluye el aplanamiento de las figuras y el uso de una paleta de color fuerte que evoca la publicidad comercial.

'Beatriz González: una retrospectiva', vista de la exposición. Cortesía del Banco de la República.

Desde finales de la década de 1960 y hasta entrada la década de 1970 la artista expandió el uso de imágenes encontradas, inspirándose en reproducciones populares y baratas de temas nacionalistas y en imágenes de periódicos con escenas de crímenes, políticos, líderes religiosos e íconos de cultura popular internacional. Los recortes que coleccionaba (representaciones de representaciones), reproducidos de forma mecánica y desteñidos con el paso del tiempo, reflejan la sensibilidad de nuestra cultura nacional durante estas dos décadas, al tiempo que señalan la distancia física y virtual que en ese entonces separaba a Colombia de los centros de la cultura occidental. A principios de la década de 1970 González empezó a pintar estas imágenes, así como otras tomadas de maestros del renacimiento y el modernismo, sobre las superficies de muebles baratos de metal y madera, creando así algunas de sus obras más icónicas y célebres.

Los suicidas del Sisga. 1965. Foto: Laura Imery.

El arte de González también está profundamente relacionado con la turbulenta historia política de Colombia. A inicios de la década de 1980, su estrategia viró al unísono con el clima cultural y político del país, que dio inicio a décadas marcadas por la corrupción, la fragmentación política, y la violencia. En sus pinturas, valiéndose de la ironía y el humor, criticó la forma como el gobierno se representaba a sí mismo en los medios de comunicación, particularmente a los presidentes Julio César Turbay Ayala y Belisario Betancur.

La toma del Palacio de Justicia representa un punto de quiebre en la obra de González. Ella misma reconoce que después de este hecho su posición política y artística cambió: “Colombia dejó de ser una comedia y se convirtió en una tragedia”. De ahí en adelante su obra viró hacia una representación de los personajes del conflicto, especialmente las víctimas. Así, abandonó lo que ella llamaba los colores “alegres” (tales como los rosas y naranjas) y en su lugar introdujo tonalidades que abarcaban un amplio espectro de intensos verdes, azules, amarillos, morados, negros, vino tintos y marrones; colores densos y lúgubres directamente asociados con la sangre y la muerte.

Entreguerras. 1992. Catálogo Razonado Beatriz González.

La perspectiva crítica, el sarcasmo y la observación delicada de las peculiaridades culturales del país hacen de la obra de González un documento histórico invaluable para comprender las relaciones entre arte y crítica social en el último siglo. Su inconfundible lenguaje artístico ha sido reconocido con premios y en exposiciones nacionales e internacionales. Algunos de sus trabajos pertenecen a colecciones de museos en Estados Unidos, Londres, España y Alemania, pero con orgullo podemos decir que una muestra representativa de su obra se encuentra en la Colección de Arte del Banco de la República e integra esta exposición”, afirma Ángela Pérez, subgerente cultural del Banco de la República.

Encajera Almanaque Piel roja. 1964. Foto: Juan Rodríguez Varón

Lo que debes saber para visitar la exposición ‘Beatriz González: una retrospectiva’

¿Dónde y cuándo?

La exposición se exhibe en los pisos 1 y 2 del Museo de Arte Miguel Urrutia – MAMU, del 15 de octubre al 7 de diciembre de 2020. La charla inaugural estará a cargo de la artista y los curadores, y se realizará de forma virtual el sábado 17 de octubre a las 11:00 a.m. a través de la página de Facebook de los Museos del Banco de la República 

Debes agendar tu visita

Para visitarla presencialmente debes agendar tu visita y acatar las recomendaciones de bioseguridad. El ingreso a la exposición solo se hará con reserva previa y en grupos de máximo 7 personas. Agenda tu visita a partir del 13 de octubre haciendo clic aquí.

Recorrido virtual

La muestra también estará disponible en versión virtual. Una exposición digital a modo de línea de tiempo y un recorrido de 360º permitirán, a quienes no puedan visitar el Museo, acceder a todas las obras y apreciar todos los detalles del montaje. 

El archivo de Beatriz González

En diálogo con la retrospectiva, en El Parqueadero —el laboratorio de proyectos artísticos del MAMU— se exhibe esta muestra sobre una de las facetas más íntimas y menos estudiadas de Beatriz González: su rol de archivista. Una curaduría de los artistas Natalia Gutiérrez Montes y José Ruíz Díaz que abrirá al público el 30 de octubre. Más información aquí.

Sus aprendices

Como parte del homenaje a la Maestra, sus alumnos dejan testimonio de lo que la artista les ha aportado desde lo académico, profesional y personal. Ver los videos aquí.

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