Foto: Santiago Molina, Canal Trece Meta
El 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua. En nuestra región son varias las personas que ejercen labores entorno a la conservación y el rescate de aquel elemento que nos constituye y es nuestra fuente de vida.
Este día queremos exaltar la labor de Paula Sáenz en la ciudad de Bogotá, Don Víctor Sabogal en Choachí, Guillermo Vargas en Caquetá, Mauricio Ramírez en Boyacá y la de Jeison Perdomo en el Huila. Historias de vida de gente que a través de su trabajo y su constante lucha por el medio ambiente han sido resaltadas en nuestro programa Somos Región.
En la ciudad de Bogotá se encuentra Paula Sáenz politóloga de formación, una mujer que durante muchos años trabajó en entidades públicas y organizaciones internacionales en temas de cooperación, trabajos que no la llenaban: “siempre había un vacío en el hecho de escribir documentos y de hacer cosas que veía que al final no tenían impacto real en las personas”, dice Paula.
Actualmente trabaja en Latin Latas un grupo musical que hace instrumentos con “chatarra”, residuos y objetos en desuso, pero que además busca dar respuestas a interrogantes sobre el medio ambiente, nuestra relación con él y cómo nos podemos sensibilizar. Latin Latas nació en 2011 como un proyecto que busca pasar del discurso a la gestión a través de la música como medio de comunicación y la «basura» como herramienta de acción. “A Latin Latas llegué por casualidad. Por amigas que conocían a Andrea y me invitaron a ver un show que tenía con un grupo antes de Latin Latas. Andrea De Francisco es la fundadora de Latin Latas”, comenta Paula.
Hace parte del equipo de innovación social de Latin Latas, estructura los proyectos, acompaña a Latin Latas en los diferentes espacios tanto musicales como educativos y busca oportunidades para seguir construyendo tejido y transformación social. “Después de varios años de acompañarlos en espacios de sensibilización y conciertos, empecé a ver el sentido de lo que hacían y su impacto en las personas”, resalta Paula. Ella, junto al equipo de Latin Latas, estarán hoy en el río Arzobispo cumpliendo con el famoso #BasuraChallenge.
La historia de don Víctor Sabogal es la tradición de al menos cuatro generaciones que han mantenido como herencia uno de los ecosistemas más importantes del altiplano Cundiboyacense. Él y su familia viven en un parque ecológico llamado Matarredonda, ubicado entre el municipio de Choachí y Bogotá. Allí nacen quebradas y ríos importantes de la región, como el río Teusacá, el río San Francisco y el río Fucha.
Don Víctor recuerda el mensaje que su abuelo le decía siempre: “Algún día el agua, si no se protege, se va a acabar”. Es por eso que aunque toda su vida vivió de las labores del campo, del cultivo y de la agricultura, desde 1987 renunció al mundo agropecuario para proteger la que él llama una estrella hidrográfica fundamental de la región.
A sus 54 años, Don Víctor ha hecho de su casa -una finca de cerca de 3.100 hectáreas- un centro de educación ambiental y de investigación que muestra que otras formas de habitar los cerros son posibles. Recuerda cómo ha tenido que lidiar con una vecindad difícil, en un terreno muy rico y disputado que todos quieren tener y que le han intentado quitar para criar marranos, poner conjuntos o mantener ganado. A pesar de todo, de que nadie retribuye formalmente su trabajo, y de que ha tenido que luchar con vecinos e instituciones, don Víctor sigue firme en su posición de defender su territorio, hasta donde le dé el agua y la vida.
Guillermo Vargas disfrutaba su contacto con la naturaleza de la región Amazónica desde pequeño. Decidió estudiar zootecnia y radicarse de lleno en Caquetá. Guillermo compró un terreno de 100 hectáreas para labrarlo y en 2008 dicho terreno se transformó en lo que hoy es la Reserva Natural y Ecoturística El Horeb.
Guillermo comenzó a fortalecer sus conocimientos sobre ecoturismo, senderismo y reforestación, yendo a lugares con similar servicio. Así, a medida que avanzaba, abrió senderos ecológicos poco a poco en el terreno, brechas naturales con lianas, moviendo la vegetación para las caminatas; un trabajo arduo, pues su fin único era no dañar aquel espacio natural.
Actualmente las personas pueden disfrutar de los cuatro elementos naturales que se encuentran en la Reserva: la tierra, el fuego, el aire y el agua. Este último recurso se puede apreciar observando y disfrutando del exótico río Sarabando, que ofrece aguas frescas y cristalinas.
Mauricio Ramírez Mesa es de origen campesino, se crio en el campo, en las fincas de los abuelos, lugares donde siempre hubo diversidad, y eso hizo que creara un importante vínculo y amor por el territorio boyacense. Este defensor se ha propuesto trabajar por el rescate y manejo de las fuentes hídricas en Boyacá, lugar donde actualmente se ejerce la minería. La conciencia de la protección del territorio y del medio ambiente proviene de su relación con amigos y de la necesidad de rescatar la biodiversidad de la región que se ha ido extinguiendo.
Jeison Perdomo es defensor del medio ambiente. A sus 31 años ha logrado cambios importantes en su comunidad. Nació en Paicol (Huila) el 18 de Julio de 1987, lugar que adora con el corazón. Vivió su niñez en una vereda llamada La Lajita ubicada a 5 Km del municipio. Allí estudió su primaria y empezó a notar el don de liderazgo que tenía para ayudar a sus semejantes.
Fue inspector de seguridad en la Hidroeléctrica el Quimbo y entonces descubrió su pasión por la seguridad en Alturas. Recibió por parte de la empresa el auxilio para capacitarse como entrenador de trabajos seguros en alturas, que a su vez fue el pilar para practicar deportes extremos como el torrentismo o rapel (Canyoning), deportes que se convirtieron en el inicio de su empresa Ecoturistars SAS Paicol (una Agencia de Viajes y Operadora de Turismo de Aventura y Naturaleza).
Cada día Jeison se despierta con el propósito de hacer visible su municipio, ubicado en una zona montañosa y arbórea, bañado por distintas afluentes hídricas y habitado por distintas especies de animales. También quiere generar conciencia acerca de la protección de estos recursos naturales y poder apostarle a una productividad sostenible mejor que el petróleo, ganadería extensiva y tala de árboles.
Estas son algunas personas que demuestran que en la región también se trabaja “sin dejar a nadie atrás”: concientizando y salvaguardando nuestras fuentes hídricas.
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