‘Adiós, Oscurita’ un libro infantil para entender el misterio de la muerte

Apelar a las emociones en el universo de los niños, no siempre resulta tan sencillo como podría parecer. Y es que el trabajo de la literatura infantil está, en gran medida, encaminado a acercar a los niños al mundo real, de una manera que pueda resultar menos dolorosa y mucho, mucho más amigable y simple de entender.

El premio Barco de Vapor ha tenido presente esta premisa en todos los procesos de selección de sus ganadores año tras año, y cada una de las novelas que han sido seleccionadas son muestra de los mejores caminos para hablar con los niños de cosas que en otros contextos son difíciles de entender.

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En el 2017, la Biblioteca Luis Ángel Arango en cabeza del Barco de Vapor, seleccionó ‘Adiós, Oscurita’ de la caleña Andrea Serna, como la novela ganadora de este galardón. A partir de ese momento inicia el proceso de edición, ilustración e impresión de este texto que es ante todo una oda a la inocencia infantil, que vio la luz en esta Feria del Libro de Bogotá.

‘Adiós, Oscurita’ es una pequeña novela que habla directo al corazón, y nos atrevemos a decir, no solamente de los niños sino de los adultos también. La historia de este pequeño libro es la de un momento por el que todos hemos pasado, un enfrentamiento al curso natural de la vida que, aunque doloroso, todos deberíamos aprender a aceptar.

Rafaela vive en un lugar repleto de papayos, guaduales y riachuelos. En medio de ese paraíso pierde a su mejor amiga, una labradora negra de nombre Oscurita que lleva años acompañándola en sus aventuras. Y aunque el dolor es infinito, como solo puede ser el dolor de la muerte, Rafaela encuentra en el lápiz y el papel la manera de sortear esa sensación tan misteriosa que le sale del corazón.

Es por eso que ‘Adiós, Oscurita’ es también un diario. Repleto de las cartas que Rafaela le escribe a su mejor amiga, haciéndole todas las preguntas que surgen en medio del dolor, el libro es una muestra de una forma de expresión íntima de una pequeña niña que acá se convierte en autora y creadora.

Uno de los aspectos más valiosos de esta novela de la escritora caleña Andrea Serna, es el encuentro que surge entre Rafaela y el Señor Muerte, un hombre con traje de colores y sombrero, bastante alejado de todo aquello que tradicionalmente asociamos con la muerte. Para la escritora era fundamental que este personaje pudiera desmarcarse de lo oscuro que lo ha identificado a lo largo de la historia, era vital que Rafaela pudiera mirarlo a la cara sin miedo. Y es que es a través de esa relación, que surge en medio del bosque de papayos, que el dolor de la muerte se vuelve efímero con la presencia de un ser bonachón y dulce que es, en este caso, el Señor Muerte.

Las relaciones de los niños con los animales fueron el camino más sencillo para contar esta historia. Andrea Serna encuentra en este libro, un arma para hablar sobre la muerte como un tema que nos atraviesa a todos y que más allá de las creencias religiosas necesita tener un tratamiento especial para saber cómo lidiar con el dolor que ella produce, especialmente en los niños.

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