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Poemas y canciones populares por ´El Bogotazo´

En la década de 1940, durante el final de la era conocida como la República Liberal, el Partido Liberal se encontraba en un estado de división. Esta división se manifestaba entre los liberales moderados y radicales, y una facción disidente que algunos denominaron como ‘rebelde-populista’. De esta última surgió una figura prominente, Jorge Eliécer Gaitán. Gaitán se distinguió por su crítica incisiva hacia la presidencia de Alfonso López Pumarejo, a quien consideraba el rostro de ‘la oligarquía colombiana’. Según Gaitán, esta oligarquía había sido la responsable de las divisiones y conflictos que habían azotado al país durante el último siglo.

 

"Fue por los años cincuenta
que en toda Colombia entera
se desató una violencia
de una y otra manera.

Pero esta matanza fiera
no era de azules y rojos
era pueblo contra pueblo
era hermano contra hermano"

Teatro La Candelaria, 1986

El gaitanismo emergió en medio de un contexto bipartidista, en un país que se encontraba inmerso en profundas crisis económicas y sociales. Para Gaitán, las élites políticas de los partidos Liberal y Conservador eran las principales responsables de esta situación. Su enfoque se centró en la acción política gremial y en la relación entre los individuos y el Estado. Durante su estancia en Italia, fue particularmente influenciado por las ideas del profesor Enrico Ferrini. Gaitán llegó a la conclusión de que el bienestar social de una sociedad está intrínsecamente ligado a los valores y comportamientos individuales.

"Tú te fuiste Jorge Eliécer
pero tu palabra inquieta
ya está sembrada en la mente
de gente de tus querencias
y te vamos a vengar
pa’ que haya otra independencia
que si nos quitan las manos
nos queda la inteligencia"

Versión de Ramón Gualdrón. Recopilación: El Cholo Valderrama

El movimiento de Gaitán fue un fenómeno popular que se forjó más en el palpitar de las calles que en los recintos políticos, reflejando su interés por conectar con la gente a través de diversos canales de comunicación. Gaitán, más allá de ser un orador destacado en plazas públicas, también se expresó a través de dos periódicos: ‘Unirismo’, en la década de los 30, y ‘Jornada’, en los años 40. Además, llevó su mensaje a las ondas radiales con un programa llamado ‘Viernes Culturales’.

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En la segunda mitad de la década de los cuarenta, Jorge Eliécer Gaitán se había consolidado como el candidato liberal más prominente a la Presidencia de la República. Para 1947, el movimiento gaitanista había ganado tal impulso que obtuvo la mayoría de los escaños en el Congreso, asambleas y concejos. Esta victoria llevó al Partido Liberal a nombrarlo jefe del partido el 24 de octubre de ese año. Agotado por la persecución constante, Gaitán convocó el 7 de febrero de 1948 una manifestación conocida como ‘La marcha del silencio’. En este evento, cerca de 300.000 personas se congregaron en Bogotá, marchando en silencio y portando banderas negras, para exigir al gobierno de Ospina Pérez el cese de las acciones violentas contra el movimiento gaitanista.

"El hombre que cosechara
prestigio continental
como preclaro cerebro
en cuando a ciencia penal
y el más fecundo orador
del lenguaje popular.

Jorge Eliécer fue aquel hombre
que tanto se hizo admirar
y en la marcha del silencio
puso un ejemplo mundial
respecto a la disciplina
de un pueblo por la verdad"

María Valencia Gaitán, 1999

El viernes 9 de abril de 1948, a la 1 de la tarde, Gaitán salía de su oficina en la carrera séptima con calle 13. Recibió tres impactos de bala, dos en su cabeza y uno en su pecho. Fue trasladado a la clínica central, próxima al lugar de los acontecimientos y allí falleció luego de dos horas. La multitud se lanzó sobre el asesino, Juan Roa Sierra, lo persiguió hasta una droguería en donde Roa buscó refugio, lo sacó de allí y lo golpeó hasta matarlo. Entonces el cadáver fue arrastrado por la carrera séptima hasta el palacio de gobierno. Los gritos de la gente señalaban a los conservadores, mientras otros culpaban a los comunistas y no pocos a los servicios secretos. La capital fue arrasada por la muchedumbre embravecida: cientos de edificios eran quemados, se vivía una batalla en las calles, la policía no daba abasto y los saqueos se convirtieron en rutina para los tres días que duraron los acontecimientos conocidos como El Bogotazo.

“Tres golpes de sangre tuvo
el capitán de los hombres.
Lo mataron por la espalda
con tres descargas de bronce.

La tierra tembló al instante
y el cielo lanzó sus voces.
El dolor se hizo tan grande
que conmovió hasta los montes"

Rafael Posada

Bogotá, una ciudad de 300.000 habitantes para ese momento, quedó parcialmente destruida y los cuerpos de cientos de muertos fueron arrojados a los pasillos del Cementerio Central luego de ser trasladados en volquetas. Los saqueos en la ciudad quebraron muchos de los comercios que poblaban la carrera séptima.  La noticia de la muerte del caudillo se extendió a otras ciudades donde la violencia recrudeció.

"Gaitán era un caudillo.
Mi pueblo era Gaitán
era un enorme titán
pleno de sapiencia y brillo.

Era su voz implacable
la injusticia combatía
defendía a los miserables
de dictadura sombría.

Lo mató la oligarquía
liberal conservadora
hoy el pueblo a grito implora
¡Viva Gaitán! ¡Viva Gaitán!
abajo la tiranía"

Delfín Rivera Salcedo

El gobierno de Ospina firmó numerosos decretos que buscaban detener el clima de zozobra y recomponer “el orden” que para ese momento no existía. La violencia desatada con la muerte de Gaitán dejó una herida profunda y dio inicio a una de las épocas más oscuras de la historia del país.

*Fuente: “Canciones de la guerra. La insurrección llanera cantada y declamada”, Orlando Villanueva Martínez, 2016.

 

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