Como ya hemos hablado antes en este espacio de libros y literatura, leer es una actividad que se remite puramente a los gustos. Se trata de descubrir que en el camino de los libros cada uno tenga la posibilidad y el derecho como lector, de escoger lo que más le gusta, lo que más lo mueve y lo que más lo inspira. Por eso hablar de libros aburridos o malos es muy difícil.
Hoy voy a poner en esta lista ciertos libros que en su momento consideré difíciles de leer, bien sea porque traen consigo el peso enorme de ser una obligación literaria, sí, como los clásicos, o simplemente porque a mitad de camino no pude más con ellos.
Si ustedes los conocen, los han leído y están de acuerdo con lo difíciles que son, por favor compártanlo con nosotros en los comentarios. Pero si por el contrario, alguno de estos hace parte de sus favoritos no duden en hacérnoslo saber.
‘Memorias de mis putas tristes’ – Gabriel García Márquez
Foto: Árbol de Letras
Existe un problema grande con este libro. Si bien, la escritura maravillosa de Gabo, las descripciones, el lenguaje y el desarrollo de los personajes es poderoso como la gran mayoría de las obras del nobel, la historia es demasiado perturbadora y es difícil poder pasar de la página 20. Es una novela enmarcada en un contexto muy complicado que es el de la prostitución de menores de edad. Difícil y real, pero muy denso para una novela tan corta.
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‘La metamorfosis’ – Franz Kafka
Foto: Casa del Libro
Yo sé que este es uno de los ‘deberes’ de la literatura contemporánea, pero a mí la historia no me dio ganas de leerla. He empezado 'La metamorfosis' por lo menos siete veces, tratando de convencerme de su valor literario, pero no he podido. Y de hecho me ha parecido desagradable hacerme la imagen de Gregorio Samsa convertido en bicho, pero sobretodo me parece una historia aburrida. ¿Puede ser que le de una octava oportunidad?
‘Harry Potter y el legado maldito’ – John Tiffany y Jack Thorne
Foto: Árbol de Letras
Es triste, tristísimo, porque me considero una Potterhead de pies a cabeza, pues he leido todo lo relacionado con la saga. Pero fue ésta también la razón que me llevó a no disfrutar de 'El legado maldito'. Me parece que los personajes no pueden estar más lejanos de lo que fueron durante los siete libros originales, empezando por Harry Potter, que se convierte en un padre autoritario y moralista, y por Ron, que no sobrepasa los límites de la ridiculez con cada comentario que hace. Quiero decir que si no disfruté este libro, fue básicamente porque la expectativa era enorme y los potterheads pensamos que aunque no fuera una obra de J.K Rowling, podíamos volver de alguna manera a Hogwarts a través de estas páginas. terminé el libro por la simpel obligación de terminar la historia, pero la verdad es que no, en ningún momento me sentí de vuelta al mundo mágico.
‘El silmarillion’ – J.R.R Tolkien
Foto: Planeta de Libros
Otro clásico, y no es que tenga nada en contra de ellos, pero ‘El Silmarillion’ no es definitivamente el mejor camino para entrar en el mundo de ‘El Señor de los Anillos’. Las primeras quince páginas es un compendio casi bíblico de nombres organizados a manera de orden genealógico del que es casi imposible salir y si lo logras, no pasaras de un aburrido libro de historia, así sea historia de fantasía. Muy difícil de leer, pero que seguramente disfrutaran aquellos que, por un lado, ya conocen algo de la historia, o aquellos lectores apasionados con la literatura histórica.
‘El nombre de la rosa’ – Humberto Eco
Foto: Casa del Libro
La película es maravillosa, eso sí hay que decirlo. Y aquí me detengo porque la verdad la razón por la que no he podido con ‘El nombre de la Rosa’ es por pura y física pereza. El problema fue haber visto primero la película de Jean-Jacques Annaud, protagonizada por el maravilloso Sean Connery. La historia es tremenda, es un thriller de misterio en una abadía del siglo XIV, pero Eco, cargado de semiótica y filosofía hace que esta obra sea muy difícil de digerir, eso además de sus casi 500 páginas, han sido razones de peso para detenerme ante la lectura de esta novela.