Foto de portada: Jhonattan Vanegas – Keeping Nature.
Colombia es el cuarto país más biodiverso del mundo, de acuerdo con un listado hecho por National Geographic. La lista la encabezan Australia, Brasil y China, respectivamente y, como la abundancia es el denominador común en estos países, en 1997 el primatólogo Russel Mittermeier acuñó el término “megadiverso” y determinó que en estos territorios se alberga el 70% de la biodiversidad del planeta. Aún así, los estamos acabando.
Esto es lo que revela el Informe Planeta Vivo de la organización internacional WWF en su versión de 2020: el 68% de las poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios, monitoreadas por la organización, se han reducido en todo el mundo entre 1970 y 2016.
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En América Latina el panorama es más preocupante, pues la reducción de poblaciones se calcula en 94%. Estas cifras surgen del análisis del Índice del Planeta Vivo, elaborado por la Sociedad Zoológica de Londres, y mide la abundancia de casi 20,811 poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios en todo el mundo.
Tomado del Informe Planeta Vivo, Edición Juvenil.
Este año, el índice incluyó casi 400 especies más y 4.870 poblaciones más que el Índice Planeta Vivo de 2018, lo que significa mayor representación en la mayoría de las regiones y grupos taxonómicos, particularmente especies de anfibios.
“La conclusión es clara: la naturaleza está siendo transformada y destruida a una velocidad sin precedentes en la historia, con un costo muy alto para el bienestar del planeta y de la humanidad. La pérdida de biodiversidad es un auténtico reto para la economía, el desarrollo y la seguridad global”, explica Roberto Troya, Director Regional de WWF para América Latina y el Caribe.
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El informe también aclara que las amenazas contra los animales varían. Mientras que los peces de agua dulce pierden aguas por la instalación de plantas hidroeléctricas que fragmentan sus hábitats, el cambio en el uso de suelos nativos -como el páramo o el bosque alto andino- para usos agropecuarios es lo que más afecta a reptiles y mamíferos.
Esta tendencia ya ha sido denunciada varias veces, incluso en Colombia. El Informe Anual del Estado de los Recursos Naturales y del Ambiente del Departamento de Cundinamarca de 2019, advierte que la ganadería extensiva ha ganado terreno, a costa de tierras paramunas, por ejemplo.
© Emmanuel Rondeau / WWF-US
Como si fuera poco, WWF calcula que 1 de cada 5 especies vegetales están en riesgo de extinción. Por eso, el llamado que hacen desde la organización es a reevaluar el sistema alimentario mundial, con otro argumento en su contra: la pandemia por Covid-19.
Si bien su origen específico aún se desconoce, la Organización Mundial de la Salud ha afirmado que el origen de este nuevo virus es natural y, en este caso, zoonótico, o sea, que se originan en animales y pasan, luego, a los humanos. Casi el 60% de enfermedades infecciosas, denuncia WWF, ocurren de forma similar.
“Las enfermedades que se originan en animales causan casi 3 millones de muertes cada año. Para prevenir futuras pandemias tenemos que cambiar y restaurar la relación de la humanidad con la naturaleza”, comentó María José Villanueva, Directora de Conservación de WWF México.
Conservar la naturaleza es fundamental, pero insuficiente, advierte el informe. Sin embargo, hay formas para contrarrestar la curva de pérdida de recursos naturales. Para que la vida humana en la Tierra siga siendo sostenible, las dinámicas de producción y consumo de alimentos debe cambiar, sumado a cambios en el uso del suelo y políticas públicas que como primera medida, erradiquen la deforestación de la cadena de suministros de alimentos.
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