A propósito del especial de este domingo en #Fractal llamado 'Detectives verdaderos’ en el que indagaremos en el oficio de los investigadores privados de a pie, los casos que deben resolver y las aventuras que viven día a día, hicimos un recorrido por los detectives de la literatura latinoamericana.
Héctor Belascoarán Shayne
Héctor Belascoáran Shayne es un detective que protagoniza una serie de diez novelas escritas por Paco Ignacio Taibo II. Era ingeniero electromecánico pero un día decidió hacerse detective y tomó un curso por correspondencia; compró una pistola y arrendó una oficina que comparte con el plomero Gilberto Gómez Letras, el experto en drenaje profundo Javier 'Gallo' Villarreal y el tapicero Carlos Vargas. Es un detective de a pie que trabaja en un barrio popular, imagina a un hombre con su oficina en el Siete de agosto.
Rompiendo con los grandes estereotipos del raciocinio y la lógica como único camino hacia la verdad de los grandes detectives de la literatura occidental, Belascoarán Shayne es un adicto a su instinto. “Me metí a detective porque no me gustaba el color que mi mujer quería para la alfombra, el diploma me lo dieron por trecientos pesos y nunca leí novelas en inglés”, dice en ‘Todo Belascoarán: la serie completa de Héctor Belascoarán Shayne’.
Mario Conde – Leonardo Padura
Conde es el protagonista de la tetralogía "Las cuatro estaciones" del escritor Leonardo Padura que ahora también tiene serie de Netflix.
A los sesenta años, el vendedor de libros viejos de La Habana, Mario Conde, es consultado por un antiguo compañero para que investigue dónde se encuentra una reliquia familiar y a partir de ese momento, se convierte en un detective perspicaz que a su vez relata las experiencias de toda una generación y de quienes perdieron la vida por luchar por su derecho a elegir.
Este hombre vive entre la tristeza y un capricho casi visceral por recordar, así sus recuerdos tengan vetas de ficción. Conde basa sus investigaciones en el instinto y en caminar en el filoso borde de la legalidad. Posdata espoiler: vuelve a ser librero.
Mandrake – Rubem Fonseca
Cuasi alterego del fallecido escritor brasileño Rubem Fonseca, Mandrake es el protagonista de "El Gran Arte" y "La biblia y la bengala”. Este detective escéptico, aficionado al ajedrez y a las mujeres, cuenta con un olfato tan apetitoso que no pierde segundos en salir después de terminar de escuchar la historia de un cliente en la silla de su oficina.
Mandrake navega en las olas de letras de Fonseca convirtiéndose en un barco que surca con brutalidad los matices de luz y oscuridad de la humanidad. Aunque las superfluas sinopsis de los libros puedan malantojar a un lector desprevenido al describirle escenarios que se han narrado antes, nadie escribe como Fonseca lo hizo.
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Ruth Epelbaum – María Inés Krimer
Ruth Epelbaum es la protagonista de la trilogía kosher de María Inés Krimer; ‘Sangre kosher’, ‘Siliconas express’ y ‘Sangre fashion’ que cuentan la historia de una detective en sus cincuenta y soltera, pero no sola, que investiga crímenes relacionados con la comunidad judía en Argentina acompañada Gladys, su mucama, que funge como asistente.
Entre misterio y misterio, Krimer va creando escenarios en los que cuestiona el discurso oficial de la historia y en ese parlante monoestéreo en el que a veces se convierte al silenciar voces diferentes a las del poder.
Rosa Alvallay – Marcela Serrano
Rosa Alvallay es el personaje principal de la novela ‘Nuestra señora de la soledad’, una historia que narra la desaparición de la escritora chilena Carmen Vila y su camino para encontrarla.
En este libro, Marcela Serrano se rehúsa a los paisajes sombríos y misteriosos de muchas obras del género policíaco para contar la voz de una detective madura que recibe el encargo de investigar el paradero de esta mujer mientras hace de madre, exesposa, sabuesa, amiga y cómplice.
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