Un detective privado puede estar junto a ti y no te has dado cuenta…

Foto: Anderson Labrador

A propósito de nuestro especial de este domingo en #Fractal a las 9:00 p.m. ‘Los detectives privados’, entrevistamos a Jorge Ramírez, detective privado de la agencia Asesores IP Colombia para que nos contara en qué consiste ser un investigador privado en Colombia, cuáles son sus rutinas, los mitos alrededor de su profesión y si realmente usan gabardina. 

¿Cómo fue que decidió ser detective privado?

Hace aproximadamente 17 años se abrió una ventana en mi vida, venía trabajando en la Policía Nacional donde adquirí bastantes conocimientos y, en ese momento, se abrió una oportunidad para trabajar como detective privado

¿Qué es lo que más lo atrajo de ser detective privado?

Hace 16 años, cuando empezamos a trabajar en la Asesores IP, Colombia estaba muy centralizada con agencias de investigadores privados en las ciudades principales, pero no existían en los departamentos o en las ciudades pequeñas y ahí se abrió una oportunidad laboral para darle un cubrimiento a nivel nacional. Además, habia una demanda muy alta por servicios de investigación privada de tipo personal, familiar, empresarial y en el campo judicial

Montar un negocio es muy importante porque tiene ventajas como tener independencia, disponibilidad de tiempo y el poder ayudar a las personas que uno se va encontrando en el camino. En esto encontré rentabilidad en trasladar conocimientos que se adquirieron en el Estado a la parte civil. 

“El detective privado no debe parecer un detective privado. Esa es la esencia de nuestra profesión”. 

Foto: Johnny Cabrera

 El cliché de que los detectives usan gabardinas, sombrero y gafas negras es muy conocido, ¿cómo cree que luce un detective? 

En varias ocasiones he atendido entrevistas donde el contratante me dice: me parece muy joven, pensé que iba a llegar con una gabardina, con un sombrero o gafas oscuras y ese cliché está alrededor del detective privado desde que se empezó a mostrar en el cine o en la televisión, es un concepto errado. El detective privado no debe parecer un detective privado, esa es la esencia de nuestra profesión.  

¿Cuáles son los mitos alrededor del oficio de detective?

Los mitos más comunes que le cuentan a uno los clientes a la hora de contratarnos es que se cree que el detective privado es un caza infieles, que se dedica únicamente a buscar pruebas para identificar el adulterio, que nuestra actividad no está regulada que somos ilegales o que uno es un delincuente porque los seguimientos y las actividades que hace. 

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¿Cómo es la rutina de un detective?

El trabajo del detective privado no es rutinario: un día madrugas para irte en tu vehículo para iniciar una labor investigativa de cualquiera de los frentes de trabajo que tenemos y a mediodía estás desocupado, como puede que sigas investigando hasta las 10 u 11 de la noche, o que la misma investigación genere que se desplace un equipo a San Andrés o a otras ciudades.  

Podemos estar en juzgado o en una audiencia pública; podemos estar haciendo una filmación a las afueras de una empresa o de un conjunto, podemos estar en cualquier actividad propia de la profesión. 

Rutina se puede decir que no, rutinario es atender a un cliente, hacerle una cita, pero de igual manera puede ser en una oficina, en un centro comercial o en una panadería. La rutina no existe en nuestra actividad. 

Foto: Felipe Restrepo Acosta

¿Qué has aprendido en estos años como detective privado, más allá de lo que aprendiste como policía?

Trabajar con el Estado en labores investigativas, judiciales o de inteligencia lo lleva a uno a ser muy cuadriculado. Pero cuando uno comienza a trabajar en la parte civil como detective privado, uno ve el aspecto humano de muchas situaciones; tener contacto directo con el cliente lo ayuda a uno a ser más sensible a cualquier investigación. Se aprende mucho más. 

¿Cómo se puede reconocer a un detective en la calle?

Un detective profesional no puede ser identificado. Hoy podemos estar vendiendo simcards en una esquina para hacer sostenimiento de un punto de vigilancia y control; mañana podemos andar en una moto, conduciendo un vehículo o haciendo un seguimiento a pie simulando cualquier otra actividad como deportista, ciclista, gimnasta o simplemente paseando un perro con el fin de sostener y realizar la actividad de vigilancia.  

"Un investigador profesional no puede ser detectado, lo primero es la confidencialidad y discreción".

 Conocemos de otros casos donde desafortunadamente investigadores han sido descubiertos en sus vigilancias porque actúan de manera sospechosa, están ansiosos o estresados y así pueden ser fácilmente identificados no como investigadores privados sino como delincuencia común entonces el trabajo de nosotros parte de esa base de no llamar la atención. 

Desafortunadamente por la situación de orden público del país, un detective que no se sepa adaptar a las circunstancias, a la región, a la ciudad o al barrio donde trabaja, puede verse expuesto y mal identificado tanto con el objetivo como con las personas que estén en su entorno.  

Foto: Felipe Restrepo Acosta

¿Qué consejos le daría a una persona que quiere dedicarse a la investigación privada?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que debe estar capacitado y tener experiencia. Un investigador que no está preparado puede exponerse a situaciones delicadas al ser identificado como si se extralimita en sus funciones en donde puede ser vinculado a un proceso judicial. Pero lo más importante de todo es aplicar el sentido común y saber orientar una investigación, ser visionario, ser una persona con iniciativa y que cuente con medios para poder trabajar. 

¿Qué debe tener en cuenta una persona a la hora de contratar un detective?

Después de 16 años y trabajar en las 8 sedes de nuestra empresa, uno identifica lo bueno y lo malo de la profesión. Un aspecto malo es que el crecimiento de la oferta y demanda de estos servicios genera que personas inescrupulosas se cuelen como detectives privados. 

Un cliente al momento de contratar un investigador, debe buscar primero trayectoria y reconocimiento, es decir garantías; que sea atendido en una oficina; que el investigador se identifique con un carné, con una placa o una cédula, y que le expida un documento al momento de contratar un servicio. 

Además, de ser necesario, firme acuerdos de confidencialidad que permitan darle la tranquilidad de que la información brindada no se divulgará. En una entrevista, si el cliente es cauteloso, sabe si el detective es idóneo o no. Esas son las realidades para que el cliente se sienta tranquilo y satisfecho.  

No te pierdas este domingo a las 9:00 p.m. un especial con detectives de carne y hueso y si quieres escuchar algunos de los casos que ha resuelto el detective Jorge Ramírez, escucha el podcast de #Fractal

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