Aunque la cuna del realismo mágico parece estar más cerca de la Costa Caribe colombiana que de la Selva Amazónica, la revista Condé Nast Traveler afirma que entre sus árboles podría terminar la búsqueda por el paraíso de García Márquez. Este es el primer argumento por el que seleccionó al Hotel de Selva Canaloa Amazonas como uno de los mejores del mundo, de acuerdo con su 'Lista de Oro 2021'.
El Hotel Canaloa queda a 60 kilómetros en lancha por el río Amazonas de Leticia, la capital del departamento y tiene un espacio de más de 50 hectáreas, vecinas del Parque Nacional Natural Amacayacu y la isla de Mocagua.
"Las siete cabinas del Canaloa, hermosamente construidas por el artista y dueño Diego Samper con sus propias manos, son como huesos de madera, con piel de mallas, usando un sombrero de palma teijda. La experiencia de 'casa de árbol' es completa: interse a dormir con una simfonía de ranas y despertarse al amanecer con un coro de aves", detallan en la revista.
Así, la revista da cuenta de los parámetros de sostenibilidad que guían el proyecto Canaloa, como el uso de técnicas tradicionales y meteriales locales para su fabricación. Además el hotel trabaja de la mano con algunas comunidades de indígenas tikuna, cocama, huitoto y bora en educación comunitaria, ecología y conocimientos acentrales.
“Hemos trabajado por más de 30 años en el Amazonas y 10 en el proyecto Calanoa para lograr un espacio en donde los visitantes se sientan cómodos conociendo la Selva Amazónica, en un hotel diseñado como una pequeña joya por su arquitectura, cocina y servicio. Pero consideramos que este premio de Condé Nast es el reconocimiento a la protección de 50 hectáreas de bosque primario y al trabajo en conjunto con las comunidades indígenas de la zona y con el Parque Nacional Amacayacu”, afirmaron Marlene Escobar y Diego Samper, dueños del Canaloa a Procolombia.
De esta manera, el Hotel de Selva Canaloa Amazonas se convierte en el único hotel del país en la prestigiosa lista y uno de los únicos tres hoteles de Latinoamérica seleccionado por su calidad, junto a La Isla, en la Patagonia argentina y Verana en Puerto Vallarta, México. Y razones no faltan porque, como afirman en Condé Nast Traveler, en el hotel es posible conocer historias de delfines rosados mientras las luciérnagas bailan y los simios charlan mientras el sol se pone sobre el río Amazaons: una escena directamente de una nivela de García Márquez.
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