‘Vidas robadas’, una acción de memoria por las personas asesinadas durante el estallido social colombiano

Este viernes 28 de mayo se cumplió un mes del Paro Nacional, un estallido social sin precedentes en Colombia. La movilización ciudadana sostenida en todo el territorio nacional, que en su gran mayoría ha sido pacífica, creativa y diversa, ha estado signada, no obstante, por episodios dolorosos: una honda espiral de violencia, excesos de fuerza por parte de las autoridades y agresiones policiales que, según organizaciones de defensa de los derechos humanos como Temblores ONG e Indepaz, han dejado al menos 42 víctimas fatales (41 civiles y 1 miembro de la Policía Nacional). Al 25 de mayo, Temblores ONG reportó que, además de las personas asesinadas, se han reportado 22 víctimas de violencia sexual y al menos 46 víctimas que han perdido sus ojos a manos de la fuerza pública. Para completar este mapa de horrores, la Fiscalía tiene un reporte de 129 personas desaparecidas; una cifra aún difusa que se ha engrosado con los días. 

Buscando honrar a todas las personas cuyas vidas han sido apagadas de forma violenta durante las protestas civiles de Colombia de 2021 (y las 14 víctimas fatales de las manifestaciones de noviembre del 2019 y septiembre 9 y 10 de 2020), Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria, en alianza con Cuestión Pública y la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de Colombia, presentará desde el próximo 1 de junio Vidas robadas, una acción de memoria que reúne los rostros e historias de 56 de las víctimas mortales que se han confirmado y documentado en las protestas sociales recientes del país. 

Con la curaduría de la artista Doris Salcedo y de María Belen Sáez de Ibarra, directora de la Dirección de Patrimonio Cultural de la UNAL, Vidas robadas es, en sus palabras, “un lamento desesperado por la pérdida innecesaria de vidas, que nos obliga a reflexionar, a repensarnos como sociedad y a ponernos a la altura del momento para que nuestra salvación sea alcanzable”. La acción tejerá de forma compleja la voz de las organizaciones sociales y el periodismo, la música y la poesía en un espacio donde la estética, la ética y la conciencia de un momento histórico confluyen. 

Los rostros e historias de vida de las víctimas, recuperadas de una juiciosa investigación de Cuestión Pública y las organizaciones sociales que la apoyan, estarán exhibidas a lo largo del contramonumento. “Cuestión Pública aceptó con mucha gratitud la invitación a participar con nuestras investigaciones y recopilación de información, porque sentimos que el periodismo que aporta verdad también aporta memoria, aún en los momentos más oscuros en los que la democracia muere. Este equipo quiere insistir en honrar la vida y aportar desde la verdad. Siempre”, afirma Diana Salinas, periodista y cofundadora de ese portal de periodismo investigativo.

Además de los perfiles y retratos de los ciudadanos asesinados, se presentará el Réquiem IV Lacrimosa, del compositor húngaro György Ligeti, víctima de la persecución nazi y del aislamiento de su país en los años cuarenta, y el poema El Siglo, del poeta polaco Ósip Mandelshtam, quien murió en 1938 reprimido por el régimen de Stalin. “Mandelstam y Ligeti representan el espíritu de la libertad que resiste a la opresión como la única forma plena de existir, ello es: pensar, comprender y actuar en conformidad a ese pensamiento y a ese sentimiento, en defensa de la dignidad de la vida”, afirma Sáez de Ibarra.

El canto fúnebre en homenaje a las víctimas se hará a través del último movimiento del Réquiem, interpretado por 35 músicos del Conjunto de Estudiantes del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional de Colombia, las voces de la mezzosoprano Valeria Bibliowicz y la soprano María Paula Gómez, y la dirección musical de Guerassim Voronkov.

Lacrimosa, el último movimiento de esa gran obra coral, evoca una sensación casi palpable de duelo colectivo, que se compone a través de una micropolifonía, una multitud personalizada de dolientes, una multitud de testigos que no solo lamentan por los que están perdidos, sino también por ellos mismos”, señala el director de la pieza musical, que será transmitida vía streaming el próximo martes 1 de junio a las 6:00 p.m. en las redes sociales de Fragmentos y de Cuestión Pública. Desde ese día quedará instalada la muestra, que se podrá visitar por el público hasta el domingo 27 de junio. 

“Con Vidas robadas dejamos constancia de la huella trágica e imborrable que la muerte violenta y arbitraria de nuestros jóvenes deja sobre la conciencia nacional. Lamentablemente la violencia política define el ethos de nuestra sociedad, ya que en Colombia se ha borrado la diferencia entre combatientes y población civil. Así, Fragmentos asume un compromiso con la memoria de estas vidas perdidas. Nos corresponde visibilizar la experiencia de las víctimas más vulnerables y más anónimas de la violencia política”, afirma Salcedo, creadora del contramonumento. “Vidas robadas es una muestra que busca materializar, hacer real, el acto de nombrar sus nombres, como un intento de suspender –aun cuando solo sea temporalmente– la ignorancia intencional con la que rodeamos estas dolorosas muertes, hoy por hoy tan cotidianas. Nombrar los nombres de estas víctimas es una forma de reconocer la inmensidad de la pérdida que han sufrido, no solo sus familias, sino todos nosotros, colectivamente, como sociedad”. 

Vidas robadas se soporta en información y material de archivo recogido, investigado y cotejado por Cuestión Pública, con el apoyo de familiares de las víctimas, Temblores ONG, la Defensoría del Pueblo, Medicina Legal, Indepaz, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Red de Derechos Humanos Francisco Isaías Cifuentes, el Periódico Q'Hubo, Palmira Extra, La Cola de la Rata, Baudó Agencia Pública, Pacifista, Revista Volcánicas, Human Rights Watch y otros medios de comunicación. 

'Vidas robadas' estará abierta del 1 al 27 de junio en Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria en Bogotá (Carrera 7 # 6b – 30). Haz clic en este enlace para programar tu visita


En memoria de Dilan Mauricio Cruz Medina, 18 años | Julián Mauricio González Fory, 27 años | Marcela Zuñiga, 36 años | Lorwan Stiwen Mendoza Aya, 30 años | Andrés Felipe Rodríguez Ávila, 23 años | Christian Andrés Hurtado Meneces, 27 años | Freddy Alexander Mahecha Vásquez, 20 años | Anthony Gabriel Estrada Espinoza, 28 años | Julieth Ramírez Meza, 18 años | Angie Paola Baquero Rojas, 29 años | Germán Smyth Puentes Valero, 25 años | Jaider Alexander Fonseca Castillo, 17 años| Cristian Camilo Hernández Yara, 26 años | Javier Humberto Ordóñez Bermúdez, 43 años | Marcelo Agredo Inchima, 17 años | Cristian Alexis Moncayo Machado | Pol Stiven Sevillano Perea, 19 años | Michael David Reyes Pérez | Yarli Parra Banguera | Jeisson García, 13 años | Miguel Ángel Pinto Mona, 28 años | Dadimir Daza Correa | capitán Jesús Alberto Solano Beltrán, 34 años | Edwin Villa Escobar, 39 años | Heinar Alexander Lasso Chará | Evelio de Jesús Florez, 86 años | Jovita Osorio, 73 años | Rosemberg Douglas, 22 años | Brayan Fernando Niño Araque, 24 años | Jeferson Alexis Marín Morales, 33 años | Santiago Andrés Murillo Meneses, 19 años | Santiago Moreno Moreno, 23 años | Joan Nicolás García Guerrero, 27 años | Harold Antonio Rodríguez Mellizo | Cristian Arturo Hinojosa Murillo, 26 años | José Emilson Ambuila | Wenceslao Solis Sánchez | Kevin Anthony Agudelo Jiménez, 22 años | José Yesit Acevedo Santamaría, 59 años | Brahian Gabriel Rojas López, 26 años | Javier Alonso Uribe Díaz, 52 años | Pedro Benito Suárez Ariza, 62 años | Jairo Alberto Cuartas Herrán, 41 años | Dylan Fabriany Barbosa León, 27 años | Héctor Fabio Morales Henao, 24 años | Elvis Alfredo Vivas, 24 años | Daniel Alejandro Zapata, 20 años | Lucas Villa Vásquez, 37 años | Alison Meléndez, 17 años | Sebastián Quintero Munera, 29 años | John Alexander Yotengo, 21 años | Julio César Caicedo Salguero, 36 años | Angie Johana Valencia | Julián Erasmo Vallejo Cortes, 22 años | Cristian David Orozco Cardona, 23 años | y de otras 18 víctimas fatales cuyos casos se encuentran registrados y en proceso de investigación por parte de Cuestión Pública y/o Human Rights Watch.


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