Luego de un recorrido volando los cielos en la nave en la que se ha convertido el tronco hueco que el amigo puercoespín les prestó, Aluna y Karún se han encontrado en medio del bosque con una gran telaraña, que por todos sus colores parece un mandala.
La araña tejedora, dueña de este mandala de hilos de colores, les ha preparado a Aluna y Karún unas "sabrosas galletas de mosca" porque desde antes el viento ya le había anunciado que los dos hermanos estaban recorriendo el Bosque Encantado en búsqueda del misterio del agua.
Junto a esta amiga araña, los niños de la Aldea Arcoíris han descubierto que es posible hablar con la naturaleza, Karún tiene el poder para hablar y escuchar al viento y Aluna ha logrado encontrar el sonido para comunicarse con los árboles, incluso a través del poder del juego y de la imaginación ambos niños pueden comunicarse con las piedras, aunque a primera vista parecía imposible.
Además de descubrir nuevas pistas que los ayudarán para descubrir el misterio del agua, los protagonistas de esta historia han encontrado nueva información sobre las arañas, algunas de ellas que los tomaron por sorpresa. ¿Sabías que todas las especies de arañas producen un hilo que es similar a la seda, pero solo algunas la usan para sus telarañas?
La arañita tejedora cree que Aluna y Karún están preparados para continuar con su viaje porque han logrado entender que todos hacemos parte de un gran tejido en el que todos nos podemos comunicar.
En esta aventura también aprendimos a hacer arañas de plastilina para poder jugar con ellas. ¡Muéstranos la tuya!