Imagen: Pegatina Criolla.
En 1991, a los catorce años, lanzó el disco ‘Magia’: un fracaso comercial que no vendió más de mil copias y que ahora se vende por miles de dólares. En 1993 lanzó ‘Peligro’ y otra vez las cifras no la favorecieron. Pero a fines de 1995, Colombia conoció sus ‘Pies descalzos’.
El álbum fue publicado originalmente el 6 de octubre de 1995. Sin embargo, su lanzamiento fue aplazado al 21 de noviembre de 1995. En 1996 tuvo una edición en portugués con seis temas adicionales en ese idioma: ‘Estoy aquí’, ‘Un poco de amor’ y ‘Pies descalzos, sueños blancos’, entre otros.
Imagen: Pegatina Criolla.
En 1996, sus pies recorrieron ya no solo los 32 departamentos de Colombia con sus canciones; también Argentina, Perú, Chile, Brasil, Estados Unidos, México, Ecuador, Honduras, República Dominicana y Nicaragua.
Entre sus 19 y 20 años acumuló sellos en su pasaporte, certificados de miles de ventas, portadas de revistas, entrevistas en varios idiomas, y el país vio cómo a los catorce años rodó un video en el conjunto residencial Belmira del norte de Bogotá y a los 17 protagonizó la telenovela ‘El Oasis’.
Imagen: Pegatina Criolla.
Con el éxito mediático de esta canción, Latinoamérica conoció los bríos de una mujer que se unió a la pléyade de voces del continente que se convirtieron en referencia por sus letras o posturas.
Si en los setenta cantantes como Jeanette o Celia Cruz representaron un espíritu femenino que estaba entre el amor, la fiesta y la rebeldía, en los ochenta, las voces femeninas que el continente tomó como propias y con las cuales escribió su historia sentimental fueron Yuri, Verónica Castro, Myriam Hernández, Ana Gabriel, Daniela Romo o Karina.
Imagen: Pegatina Criolla.
Pero en los noventa, la imagen de la mujer que cantaba pero que no opinaba en asuntos de la sociedad, política o cultura cambió. Primero estuvieron las mexicanas Alejandra Guzmán y Gloria Trevi, que mostraron una imagen ligada a la estética glam o punk rock y cuyas canciones se convirtieron en himnos para la juventud.
En febrero de 1997, Shakira se presentaba en la versión 38º del Festival internacional de la Canción de Viña del Mar, en la que sería su única presentación en el certamen hasta el momento.
Y cuando internet llegó, Shakira presentó un disco en el que cuestionó realidades de la mujer latinoamericana, como tener que casarse antes de los treinta años, trabajar y agachar la cabeza, ir al colegio o hacer parte de un sistema educativo que solo repite y crea seres iguales, fueron el objeto de los pies descalzos que mostraron a una mujer que se convirtió en portavoz de una generación nueva.
Esta fue la canción con la que Shakira detuvo sus fracasos discográficos en Colombia, porque el mundo la esperaba con reconocimientos.
Imagen: Pegatina Criolla.
‘Pies descalzos’ Letra
“Tu mordiste la manzana,
y renunciaste al paraíso,
y condenaste a una serpiente,
siendo tú el que así lo quiso.
Por milenios y milenios,
permaneciste desnudo,
y enfrentaste a dinosaurios bajo un techo y sin escudo.
Y ahora estas aquí,
queriendo ser feliz,
cuando no te importo un pepino tu destino...
Coro:
Perteneciste a una raza antigua,
de pies descalzos y de sueños blancos,
Fuiste polvo, polvo eres
Y piensas que el hierro siempre al calor es blando
Construiste un mundo exacto,
de acabados tan perfectos,
cada cosa calculada en su espacio y
su tiempo.
Yo que soy un caos completo las entradas,
las salidas, los hombres,
y las medidas no me caben en los sesos.
Y ahora estas aquí,
queriendo ser feliz,
cuando no te importo un pepino tu destino...
Coro...
Saludar al vecino, acostarse a una hora
Trabajar cada día para vivir en la vida,
contestar solo aquello
y sentir solo esto,
y que Dios nos ampare de malos pensamientos.
Cumplir con las tareas.
Asistir al colegio
¿Que dirá la familia si eres un fracasado?
Ponte siempre zapatos,
no hagas ruido en la mesa,
usa medias veladas,
y corbatas en las fiestas.
Las mujeres se casan siempre antes de treinta,
si no vestirán santos,
y aunque así no lo quieran
y en la fiesta de quince es mejor no olvidar
una fina champaña y bailar bien el vals,
y bailar bien el vals”.
De las canciones dulces y juveniles, Shakira pasó a las canciones en las que sentó su mirada sobre el mundo. Lo tomó como un lugar en el que sus pies tuvieron un peso, una historia y un camino ya recorrido. Y estar descalza fue su manera de abordarlo como un reto y un camino, en el que ya lleva dos décadas.
A través de los ‘Pies descalzos’ una nueva cosecha de latinoamericanos se acercó a la realidad de una década en la que el cambio fue la respuesta.
Imagen: Pegatina Criolla.
Algunas cantantes lo hicieron con la balada o la salsa. Shakira lo hizo con el pop barnizado de rock y mundo alternativo. Algo que la emparentó con Alanis Morissette, Tori Amos, Björk o PJ Harvey, quienes en los noventa tomaron la vocería por una nueva generación.
Ellas provinieron de Ottawa, Newton, Reyjavik y Yeovil. Pero Shakira provino de Barranquilla y logró que su voz fuera escuchada en portugués. El aprecio por sus ‘Pies descalzos’ en esa nación fue tal, que tuvo que lanzar su disco con tres canciones cantadas en este idioma (‘Estoy aquí’, ‘Un poco de amor’ y ‘Pies descalzos’), junto a dos remezclas.
A través de sus canciones Shakira representó una realidad para una juventud ávida de ídolos, que encontró en su voz única a la mejor de ellos.
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