Imagen: tomada de Pexels.com (CC0).
Es común que las parejas compartan imágenes digitales “subidas de tono” para mantener prendida la “llama de la pasión” y generar confianza con la otra parte.
No obstante, un estudio de la Universidad de Alberta (Canadá) advierte que quienes practican el sexting podrían estar exteriorizando los problemas que tiene con su pareja.
La investigación entrevistó a 600 usuarios y determinó que quienes más envían y comparten fotografías sexuales tienen un mayor grado de conflicto o de discordia con su pareja, explicando que estos se sienten más inseguros de sus relaciones amorosas y demuestran niveles bajos de compromiso.
La respuesta, según Adam Galovan, autor del estudio, podría encontrarse en que este tipo de “sexters” se estarían centrando más en el área sexual y descuidando otras partes de la relación.
“Esta gente quiere llegar a la meta final, una buena relación, sin hacer el trabajo duro de hablar, escuchar y pasar tiempo de calidad juntos”, mencionó Galovan en una entrevista al diario británico The Independent.
Otro punto de la investigación destaca que las parejas que practican sexting tienen un "alto nivel de interferencia de la tecnología" en sus relaciones. Es decir, desaprovechan el tiempo que comparten físicamente como pareja y descuidan el momento por estar pendiente de su celular.
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Para Adam, la mejor manera de evitar que la principal fuente de estímulo de la relación sea el celular es “apagar el celular y compartir un buen momento como en los viejos tiempos”. Esos momentos servirán para alimentar la relación de una mejor manera que intentar usar el sexting para mantener viva la relación.
Compartir imágenes propias desnudo o participando de actividades sexuales son actividades en la que cada vez más personas deciden ignorar los riesgos, algunos legales y otros de la vida cotidiana.
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