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La noche de euforia y lágrimas en la que Radiohead tocó en Colombia

Foto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

Parecía mentira. La lluvia caía con fuerza sobre las personas que en el Parque Simón Bolívar miraban al cielo con las manos en alto. Las gotas que bajaban por esas decenas de entumecidas mejillas se mezclaban con lágrimas de emoción. Sobre el escenario Radiohead tocaba ‘Paranoid Android’ y mientras Thom Yorke cantaba: “Rain down, rain down/ Come on rain down on me”, los miles de seres humanos que escuchaban anonadados a esta banda inglesa -creada por cuatro amigos en 1984-, la acompañaban con sus desafinadas pero emocionadas voces. Parecía mentira pero era verdad: Radiohead estaba tocando en Bogotá.

Radiohead y su show en Colombia. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

Colombia fue la última fecha del Soundhearts Festival en el que Radiohead junto a Flying Lotus y Junun se presentó en Argentina, Chile, Brasil y Perú. La fiesta empezó a las cuatro de la tarde, cuando cientos entraron corriendo al Parque Simón Bolívar que estaba dividido en dos localidades. Originalmente el concierto se iba a hacer en el Parque de la 222, afortunadamente se cambió la localidad. El ‘Simoncho’ es uno de los escenarios más importantes de Latinoamérica. Esos adoquines grises han vibrado con grupos como Metallica, Iron Maiden, Kiss, Depeche Mode y es la casa de Rock al Parque. Y lo mejor de todo, si llueve, no termina uno bailando en medio de un barrizal.

Alrededor de las seis de la tarde, mientras la gente seguía acomodándose, se subió al escenario Ghetto Kumbé, el invitado nacional del Soundhearts. Este festival fue una especie de viaje introspectivo marcado por la psicodelia y la melancolía. Fue como entrar en otro plano existencial, que llevó las emociones por una serie de caminos que iban de los lugares más primitivos a los más siderales. Y este trío de tambores y máquinas compuesto por ‘El Guajiro’ (Edgardo Garcés), El Chongo de Colombia (Juan Carlos Puello) y DocTor Keyta (Andrés Mercado), plantó la primera semilla con su ritual de golpes sobre cuero y beats pesados, que fue recibido por un público frío y distraído. Solo unos pocos bailaron tímidamente a su compás.

Ghetto Kumbé, la cuota nacional en el Soundhearts Festival. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

A las siete de la noche llegó el turno de Junun, un ensamble de música hindú mezclado con rock en el que participa Jonny Greenwood, guitarrista de Radiohead, quien tocaba el bajo y acompañaba algunos temas con la guitarra. Vestidos con trajes negros y turbantes blancos, los músicos movieron el ambiente de la magia de la selva tropical al misticismo del río Ganges. Era como estar en una ceremonia psicodélica en algún rincón de la India. Aún así, a gran parte del público se lo notaba disperso. Más preocupado por comprar aguardiente y por la interminable fila del puesto de cerveza.

Junun en Colombia, en el Soundhearts Festival 2018. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

Pero cuando el productor californiano Flying Lotus se subió al escenario, la energía al fin estalló. Metido dentro de un cubo que era una pantalla gigante, presentó un set de beats que pasaban de las armonías más amigables a las disonancias más agresivas. El productor unía pistas hechas en colaboración con artistas como Kendrick Lamar, Niki Randa y Thundercat, con sonidos erráticos, samples de drum 'n' bass y bajos pesados. Todo acompañado de visuales llenas de colores y formas fractales, al estilo de la escena final de ‘2001: Una Odisea en el Espacio’. Lo mejor llegó al final, cuando las imágenes estrambóticas y lisérgicas se unieron con una serie de ruidos agresivos muy cercanos al psytrance, acompañados de un sample de mambo que sonaba muy sútilmente al fondo de la pista. Era como si Flying Lotus estuviera jugando con los límites de la mente humana. Fue el calentamiento perfecto para el show principal.

Flying Lotus en Colombia, durante el Soundhearts Festival 2018. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

Flying Lotus en Colombia, durante el Soundhearts Festival 2018. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

Flying Lotus en Colombia, durante el Soundhearts Festival 2018. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

Hace diez años, pensar en un evento que uniera esta variedad de artistas era absurdo. Colombia era como un árido desierto al que pocas bandas grandes se atrevían a venir. En 2011 el panorama cambió cuando se creó la Ley de Espectáculos Públicos, la cual tiene un sistema de fondos parafiscales que alimentan la creación y consolidación de eventos culturales en todo el país. Gracias a esto se han presentado en Colombia artistas como Rolling Stones, Madonna, U2, Paul McCartney y Roger Waters (que en noviembre según los rumores regresará), entre otras cientos de agrupaciones de todos los géneros.

Sin duda Bogotá es una de las ciudades que más se beneficia de esto. En la fría capital, hasta septiembre de 2017 se registraron 1.663 empresas pertenecientes al sector de la música y se realiza el 52 % de la producción de música grabada del país. En los últimos dos meses la ciudad vio grupos icónicos como Depeche Mode, Gorillaz (y el resto de artistas de Estéreo Picnic) y obviamente Radiohead, que tocó durante casi tres horas un setlist que repasó toda su discografía y que cerró su gira por Latinoamérica. Eso explica también la llegada de colombianos de todo el país y países cercanos a conciertos en la capital.

Un encuentro llamado Radiohead

A las 9:30pm en punto Thom Yorke, Jonny Greenwood, Ed O'Brien, Colin Greenwood y Phil Selway aparecieron vestidos de negro. De la parte superior del escenario salían varias luces que parecían estrellas, y entonces sonaron los acordes de ‘Daydreaming’, el tema triste que pertenece al más reciente disco de la banda ‘A Moon Shaped Pool’. Las pantallas estaban apagadas y las luces blancas creaban una imagen monocromática perfecta, acompañada por las múltiples texturas de este tema en donde sobresalen los sintetizadores.

Después el animo siguió dulcemente bajo con ‘Ful Stop’ y cuando todo el Simón Bolívar contemplaba la banda en un silencio casi solemne, estallaron el lugar con ‘15 Step’ y ‘Myxomatosis’. La adrenalina se sentía en las gargantas del público que cantaba eufórico. Pero en el momento en que la energía estaba en su punto más alto, Radiohead dio un golpe directo al corazón con ‘All I Need’ y ‘Pyramid Song’.

Radiohead y su show en Colombia. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

Ese era el juego de la banda: pasar de la euforia al llanto. Subir los ánimos al borde del éxtasis y luego lanzar punzadas directo a los puntos más blandos del alma. Era un sacudón emocional, una feliz tristeza que además estaba complementada por el virtuosismo de estos músicos.

En vivo, Radiohead no toca igual que en los discos. Sus temas tienen arreglos y experimentos especiales, probablemente irrepetibles, que le dan un veneno único a sus presentaciones. Una de las canciones en las que más se notó esto fue  ‘Everything In Its Right Place’, tema que abre el disco ‘Kid A’, el cual fue introducido con un arreglo de piano que nadie reconoció hasta que sonaron las primeras notas de la canción, la cual incluyó una línea de bajo muy marcada y pesada que generó un ritmo fiestero y funkero. A ‘Everything In Its Right Place’ lo acompañó ‘Let Down’, un tema hermoso donde Thom Yorke demostró toda su capacidad vocal.

Si bien el set se llevó los aplausos, hubo un bloque especial con el que cerraron la primera parte del concierto y que comenzó con los acordes de ‘No Surprises’. En ese preciso segundo arrancó la lluvia, algo peculiar ya que el video de esta canción del ‘Ok Computer’, es un primer plano de la cabeza de Yorke dentro de un casco que se llena de agua.

Una vez terminó este clásico llegó la sorpresa de la noche: ‘My Iron Lung’. Nadie esperaba esta canción, que no apareció en ninguno de los otros repertorios de la gira. Este es uno de los temas más rockeros y distorsionados de Radiohead y una de las joyas de su disco ‘The Bends’ que pertenecen a la fase de la banda en la que predominan las guitarras eléctricas.

Radiohead y su show en Colombia. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

Y cuando uno estaba ahí: saltando bajo la lluvia, empujando al de al lado, gritando hasta más no poder, llegaron unos segundos de silencio y sonó ‘Exist Music (for a film)’. Esos miles de corazones se congelaron con la suave guitarra acústica y los primeros versos que sonaban como susurros. Era imposible no llorar. En el parque se escuchaba el murmullo de todos los que acompañaban la letra cantando suavemente mientras se secaban las lágrimas. Y cuando el público no terminaba de recuperarse, tocaron ‘Weird Fishes/Arpeggi’. Ahí el Simón Bolívar sucumbió ante el sonido de Radiohead.

Por suerte volvieron a subir el ánimo con el agresivo y político tema ‘2+2=5’ y con la electrónica locura de ‘Idioteque’. Así terminó la primera parte del concierto. Hasta ese punto todo había sido perfecto. Y faltaba mucho más.

Radiohead y su show en Colombia. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

El primer encore comenzó con ‘Identikit’, ‘Nude’ y una magnífica interpretación de ‘Street Spirit’, en la que ese arpegio envolvió los oídos del público que cantaba: “And fade out again”, mientras las pantallas destacaban cómo Jonny Greenwood rasgaba su guitarra al tiempo que tocaba el piano con el mango del instrumento. Simplemente genial.

Ese segundo bloque concluyó con otra sorpresa. “Vamos a tocar una canción muy vieja (…) entre rara y estúpida”, dijo Yorke. En ese momento todo el mundo sabía lo que venía. ‘Creep’, tema de su disco debut ‘Pablo Honey’ que lanzó a Radiohead a la fama y que el grupo odia al punto de que dejaron de tocarlo por años. Pero igual fue coreado por el parque entero. Al final Thom se confundió con la letra y mientras reía, la gente cantaba el ya reconocible coro de la canción.

Radiohead y su show en Colombia. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

Habían pasado las once de la noche, la lluvia no menguaba y una preocupación rondaba el ambiente. Quienes han asistido a Rock al Parque saben bien que por disposición del Distrito el Simón Bolívar se cierra a las once, ni un minuto más. Aún así las luces seguían apagadas y había movimiento en la tarima. Todavía había tiempo y el segundo encore arrancó con los tambores de ‘There There’, uno de los temas más emblemáticos del disco ‘Hail To The Thief’. Después llegó uno de los momentos más esperados de la noche: ‘Paranoid Android’, que fue tocada de una forma especial: más oscura, más lenta, incluso más pesada… parecía una versión hecha especialmente para esta caótica ciudad.

Con los corazones latiendo a toda velocidad, los pies adoloridos, los dedos amortiguados por el frío y los ojos llenos de lágrimas, no quedaba más que esperar el último regalo de Radiohead. Su tema final empezó con un piano que calentó el alma de todos. ‘Karma Police’ cerraba la gira. Era la última canción y el público lo dio todo porque un concierto épico necesitaba de un final épico. Miles de personas cantando “For a minute there I lost myself, I lost myself” dirigidos por la banda que sonreía y se despedía al borde del escenario. Y fue verdad: por unas horas, todos nos perdimos en la música de Radiohead.

Radiohead y su show en Colombia. Foto: MAVA - Canal TreceFoto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece

 

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