El Bosque Galilea, ubicado al oriente del Tolima, es un corredor natural que conecta con el páramo más grande del mundo, Sumapaz, y ahora es ahora una zona de reserva y parque natural regional.
La decisión la tomó el Consejo Directivo de Cortolima luego de más de tres años de pedidos e investigación de la autoridad ambiental del Tolima y la Universidad del Tolima para otorgar esta distinción a esta zona única en el país, en la que se encuentran especies amazónicas mucho más al norte de lo que se había visto antes.
“El bosque Galilea es un corredor biológico de hace muchos de años que conectaba la amazonía con el centro del país y uno puede encontrar especies como la palma amazónica o el mono churuco, específico del sur colombiano, pero en pleno centro”, explica Jaime Torres, de Cortolima.
La distinción como zona protegida evita que se adelanten explotaciones mineras y de hidrocarburos en más de 26.000 hectáreas del bosque Galilea, ahora protegidas. Además, esto permite a las autoridades mediar frente al uso de los suelos con las comunidades. Esta distinción, recuerda Torres,
Aunque la apuesta inicial era conservar 31.000 hectáreas, esto solo fue posible en los años recientes, cuando dejó de haber presencia de grupos armados en el bosque, lo que ha abierto la puerta a la investigación de, por ahora, 389 especies de fauna entre aves, reptiles, anfibios, mamíferos y mariposas.