Imagen: captura de pantalla
Agrupaciones como Orquesta Yemayá, Orquesta Canela u Orquesta Son de Azúcar, estuvieron en este gran movimiento, por eso Fractal hizo una investigación en la que habló con personas que nos cuentan un poco más de la historia de la mujer en la salsa.
"La salsa es un movimiento masculino, si revisamos sus inicios vemos que las mujeres han tenido una mínima participación”,
opina Bertha Quintero, antropóloga, percusionista y gestora cultural.
El primer país en el mundo y en América Latina en tener una agrupación femenina de salsa fue Cuba en 1932 cuenta Bertha, pero muchos años después empezaron a existir grupos femeninos de salsa.
Hay quienes cuentan que en la vida hay una versión masculina y femenina para todo, pero en los años 70 y 80 se empezaron a mostrar los dos. En esa época una mujer que tocaba un instrumento era mal visto; no era aceptado que estuvieran en la música, sin embargo, "en todas las expresiones artísticas ocurría lo mismo".
Por su parte, Janeth Riveros, música y gestora cultural opina:
"La asistencia de las mujeres a las noches de los sitios bogotanos era muy escasa, como si solo los hombres fueran dueños de la noche",
cuenta
Alberto Littfack, fundador y director de la Galería Café Libro.
La idea era buscar la posibilidad de que las mujeres tuvieran un nuevo espacio para expresarse libremente y aplicar sus conocimientos al campo que más les gustara; es así como desde hace un tiempo para acá la mujer ha desempeñado papeles importantes en la historia.
Hay mujeres escritoras, pintoras e incluso muchas que se desempeñan muy bien en el ámbito musical, pero uno de los grandes obstáculos ha sido la mirada machista.
"Hubo un gran valor por parte de ellas por emprender ese movimiento por la dignidad de la mujer y lo que hay que hacer no es separar hombres y mujeres, sino hacer buena música",
añade Littfack.
Aquí puedes ver el capítulo completo de Fractal: [Mujeres en la producción cultural colombiana]