En el mundo en el que vivimos hoy, la pregunta sobre el papel femenino en los diferentes espacios sociales resulta necesario y trascendente, pues basta con echarle una mirada a las cifras (porque no hay nada más real que las matemáticas y las estadísticas) para darse cuenta que la discusión no es, como algunos lo creen, ganas de llamar la atención y ya.
A lo largo de la historia del mundo las propuestas femeninas musicales han sido desdibujadas por esa misma historia que a veces parece escrita y protagonizada solo por hombres. En el contexto de los BOmm Labs del Bogotá Music Market, cuatro poderosas mujeres se unieron para remover un poco el polvo que ha caído sobre esta discusión. Catalina Ceballos, gerente del Canal Trece; María Isabel Ramírez, directora de marketing de Sony Music para la Región Andina en Colombia; Sol Okarina, artista y cantante colombo – venezolana y Alejandra Gómez, directora de Biche Musical, hablaron en torno al debate sobre la importancia de las mujeres unidas dentro de la escena musical para fortalecer la presencia femenina y garantizar su visibilidad.
Arrancando con un contexto musical, Catalina Ceballos abrió hablando sobre esos proyectos y propuestas en el mundo como Olivia Records en los años 70 que sentaron una posición femenina frente a la guerra contra Vietnam y luego las Riot Grrrl que hablaron desde el punk como una mirada política, para hacer visible la posición de las mujeres como necesaria y valiosa ante el devenir del mundo.
Estas 4 mujeres consideran necesario que la sociedad completa sea consciente de la situación que se está viviendo, “porque en este momento el porcentaje de mujeres artistas y en la industria, por ejemplo, en cargos donde se toman decisiones de poder no alcanza a ser de 50 – 50. Tener mujeres en estos espacios ha hecho que se rompan esquemas y estereotipos sobre el deber ser de la mujer en el espectáculo, esto además da la posibilidad de conectarse de una manera diferente con las audiencias” dice María Isabel Ramírez.
Foto: María Isabel Ramírez por María Alejandra Villamizar Assaf – Canal Trece
Para Sol Okarina, históricamente hay una diferencia abismal por parámetros socioculturales que han venido quedando plasmados en nuestro modo de ver la vida y eso ha generado que haya una brecha no solamente en la industria musical sino en varias industrias y básicamente en toda la sociedad colombiana. Para esta cantante “es relevante visibilizar este tipo de movimientos y estadísticas que evidencian que hay un margen diferencial entre lo que gana una mujer y lo que gana un hombre, por ejemplo”.
Foto: Sol Okarina por María Alejandra Villamizar Assaf – Canal Trece
Alejandra Gómez, que lleva muchos años trabajando desde la producción y la gerencia musical cree que acá efectivamente pasan cierto tipo de cosas relacionadas con el tema de género, pero el problema real es que no sabemos bien de qué se trata “porque no nos hemos dado el espacio para hablarlo, para compartirlo incluso con los hombres. Eso es fundamental. Una herramienta podría ser un directorio de todas las chicas que nos estamos moviendo en el medio musical con el fin de que podamos difundir. Empezar a reconocernos dentro de nuestras áreas de trabajo, no solamente como amigas sino por el trabajo musical que cada una hace”.
Foto: Alejandra Gómez por María Alejandra Villamizar Assaf – Canal Trece
Según Catalina Ceballos es evidente que hacen falta este tipo de espacios tanto así que, en charlas como esta, aunque sí había un porcentaje masculino, "la mayoría somos mujeres, pues porque es a nosotras a quienes nos interesa hablar sobre ese tema. Es increíble que no sean también los hombres los que están interesados en saber cómo nos sentimos las mujeres en la industria”.
Foto: Catalina Ceballos por María Alejandra Villamizar Assaf – Canal Trece
Por otra parte, en este conversatorio también se tocaron temas como la necesidad de que todos los espacios creativos sean un lugar para la expresión, para que todos y cada uno puedan hablar de sus perspectivas, emociones y vivencias sin ningún tipo de sesgo. Para María Isabel, las artes deben poder expresar experiencias personales que al final terminan siendo las mismas de quien ve, escucha o lee, “desde Beyoncé hablando del desamor, hasta Cindy Lauper cantando ‘Girls just wanna have fun’ que se convirtió en todo un himno contestatario en esa época aunque hoy en día pudiera sonar estúpido, las artes y la música son espacios donde definitivamente podemos expresar nuestra feminidad y la vida que nos toca vivir, y yo creo que los hombres también hacen lo mismo, como Juan Gabriel que cantaba todos sus problemas amorosos y de lo difícil de su situación en el México de los ochenta. Los chicos también cantan sobre sus sentimientos”.
Con una tanda de preguntas y comentarios del público, en donde hombres y mujeres participaron, espacios como este conversatorio permitieron hacer visible que aunque pareciera que en la oferta musical hace falta la presencia femenina, en realidad lo que hay es un desconocimiento y un poco de rechazo a las propuestas musicales que se están desarrollando en todos los rincones del país que son definitivamente un reflejo de una cantidad de prejuicios sobre lo femenino que sigue latente en todas las capas de la sociedad colombiana.
Sin embargo en ese mismo escenario del BOmm, en el que las mujeres tuvieron una presencia importante se hizo visible esa brecha que, claramente, sigue existiendo, y que no es solamente la del género sino también la de la raza. Después de finalizado el conversatorio sobre mujeres en la industria musical se llevó a cabo otra charla que tuvo como eje central la presencia de las mujeres negras en la música, una charla que contó con una participación muy baja pero que además nos hace preguntarnos sobre esos privilegios con los que ciertas comunidades cuentan y que nos hacen olvidar las causas de otras minorías. Nos preguntamos la necesidad de hacer dos charlas diferentes, haciendo hincapie en la raza por encima del talento y la presencia de las mujeres en este tipo de escenarios y esperamos que para próximos escenarios la brecha pueda ser más y más cerrada.