Tener en el radar colectivos que le apuesten a los feminismos no es fácil. La diversidad de apuestas que cada uno de ellos tienen responden a unas necesidades sociales, pero también a perspectivas y formas de habitar el feminismo. Hoy queremos contarte sobre Aletea, una plataforma de articulación social y denuncia creativa, de la Fundación Colectivo Atempo, el apoyo de la Fundación Heinrich Boell –una fundación política sin ánimos de lucro–, colectivos de mujeres y mujeres individuales. Esta apuesta artística busca visibilizar las violencias y luchas en el activismo político de las mujeres. ¡Eso sí!, ellas están comprometidas con la transformación social y política de cada una de sus comunidades inscritas en la lucha.
Todas las intervenciones son diversas y creativas, y tienen como objetivo lograr diferentes intervenciones para exponer las experiencias de cada una de las mujeres rurales, indígenas, afrodescendientes, urbanas, activistas y feministas unidas en la búsqueda de denunciar las violencias y situaciones de riesgo que enfrentan las mujeres por la defensa de los derechos humanos, construcción de paz en territorios y la vida en sí misma. ¡Cuenta con música, proyecciones audiovisuales y recorridos artísticos!
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¿Cómo es realmente la experiencia de ser mujer? ¿Qué significa ser mujer y líder? La respuesta es siempre: un reto y un peligro. Pero eso no significa que la unión dentro de la diversidad de mujeres que existe no busque unirse y proclamar, con cada una de sus voces, aquellos derechos que merecen y aquellos que son violentados.
Aletea también busca a aquellas mujeres que no habitan las periferias del país, aquellas que están incluso descentralizadas de la urbe. Esta apuesta reconoce que la cotidianidad para las mujeres está llena de violencias, y las reflexiones en torno al tema también invita a las mismas a replantear aquellas acciones que en el diario vivir perpetúan esa violencia sin tener consciencia de ello.
¿Cómo el arte es una apuesta?
Esta plataforma se ha convertido en un lugar de encuentro que ha traspasado los límites digitales, sobre todo en un escenario donde la virtualidad se ha vuelto el mejor aliado para construir redes en tiempos de pandemia. ¡Esto se construye en el año 2019 en el marco del #25N, El día Internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres! En donde todos estos colectivos de mujeres se reunieron y crearon una exposición colectiva horizontal que apuntaban a ideas y acercamientos de luchas y pensamientos críticos alrededor de la violencia política hacia la mujer. Recordemos que este día nace en honor a las dominicanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, tres hermanas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo, del que eran opositoras. Este colectivo toma los espacios públicos para hacer ruido, incomodar, aletear y hacer que las voces de mujeres valientes se conviertan en un eco para la nación.
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La experiencia virtual le permite a las personas acercarse de manera artística a las apuestas creativas que estas mujeres tienen. Su estética busca que las luchas también se vean como un proceso que está en constante construcción y análisis. No se trata de problematizar, sino de profundizar frente a todos esos lugares donde la reproducción de la violencia está latente y no se puede ver a simple vista.
Tejer, hacer música, construir poesía y atreverse a edificar en colectivo es la gran potencia de esta plataforma. Poetas como Flor Yolanda Moreno han participado de estos encuentros y dejado su huella.
“Descentralizar el arte urbano y llevarlo a localidades poco comunes hizo parte de esta apuesta”. Estas mujeres salieron a la calle los pasados 16, 17, 22 y 24 de octubre a las calles de Bogotá a hacer recorridos urbanos por las localidades de Kennedy, Suba, Engativá y Fontibón. Su gran objetivo fue sensibilizar a la ciudadanía frente a estas violencias particulares que viven las mujeres y mostrar, con amor y convicción, el compromiso de las mujeres por buscar esos cambios estructurales. Hicieron proyecciones sonoras en el carro enjambre con música y mensajes sobre la defensa y resistencia de las mujeres, y en las noches aletearon con diferentes piezas visuales y gráficas –adaptadas en formas de mariposa– con expresiones artísticas de protesta contra la desigualdad de género. Estos espacios se pensaron precisamente para que el arte urbano estuviera en lugares poco comunes pero repletos de comunidad para generar un impacto y extender una invitación: el conjunto “Las Margaritas”, residencias de víctimas del conflicto, y la Plaza Fundacional de Suba.
Adicional, el colectivo Atempo, con el apoyo de un estímulo de IDARTES, construyó una serie de microclips para movilizar una cultura libre de sexismo en los contenidos televisivos que la mayoría del país consume. Este proyecto busca dar distintas miradas y, a través de testimonios y de una denuncia creativa, invitar a que el arte siga siendo una apuesta política de cambio y transformación.
La música y la poesía también tienen un hogar digital en la página de Aletea, y ha sido un proceso donde la colectividad ha llegado con fuerza y repleta de resiliencia. No hay duda de que las apuestas feministas cada vez están apostando a lugares interseccionales y plurales donde la comunidad es capaz de re-pensarse sus formas de convivir, crear y ejercer las luchas que tienen y que todavía quedan por delante.
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Por último, y como un postre de despedida de artículo, les compartimos la 'Receta del arte', del colectivo:
RECETA
¿POR QUÉ EL ARTE?
Ingredientes:
Símbolos
Visibilización de casos territoriales y locales
Magia en cada expresión
Ruptura de imaginarios
Litros de narrativas
Cuerpos dispuestos
Colectividad
Posibilidades ilimitadas
Componente político reivindicativo
(Cada medida al gusto y toque)
La ventaja de esta receta del arte es que toca las emociones, deja ver elementos que no hemos visto, crea una disputa del sentido común, pues moviliza creencias y sentires desde maneras muy sutiles y puede aproximarse a las personas sin “metérseles al rancho”. Además, puede generar bastante difusión, conciencia, libertad y formas de expresiones, que no se podría hacer de otra manera.
Tenga en cuenta que el arte logra transgredir los lenguajes y mostrarnos todo lo que no habíamos visto, aunque fuera tan obvio, todo lo que queremos decir, pero ya no se escucha, el arte permite poetizar la cotidianidad y normalizar la poesía.
Entonces…
Mezcle con la mano lo que las mujeres quieren decir políticamente lo pueden decir estéticamente, (sabiendo que atraviesa el cuerpo) con la importancia de poder llegar de una manera mucho más profunda
Paralelamente mezcle con la otra mano fuerte y sin parar la forma de expresión propia de los seres humanos con el hecho de que el arte no sólo sirve para explicar, sino para que la gente hable
Agregue todo a una olla y con una cuchara de palo intervenga asuntos que son muy sensibles
Ahora bien, en una olla comunitaria es mucho más fácil demostrar que el sistema patriarcal es violento
Deje cocinar todo a fuego lento para poder participar, el poder estar y acompañar; pues la cultura es un medio político pedagógico de conciencia; revuelva constantemente con el fin de contribuir también a hacer memoria, no para hablar sólo de la guerra sino para las cosas bonitas que hemos hecho, pues el arte puede transformar, incluso curar el dolor
Una de las cosas fundamentales para llevar a resultados exitosos los procesos sociales, es que todas las manifestaciones del arte llegan primero y directo a los sentidos; y ahí, trabajando lo sensorial e inconsciente, se puede lograr que repensemos desde la historia patriarcal hasta nuestros actos y pensamientos cotidianos que la siguen promoviendo
Estará listo cuando se sienta que el olor del arte es la esencia misma de la vida y quede un escenario donde vamos a decir las cosas con otras palabras
Ponga este arte en el centro de la mesa, ¡siempre en el centro de todas las transformaciones está el cambio cultural!
Y recuerde…
El sabor y la interacción que se logra con el público es una cosa maravillosa
¡Posdata!
-Evite en esta receta:
Los monopolios de los grandes nombres
-Trate de lograr en su receta:
Que se vuelva un lugar común y supere lo anecdótico, pues el arte es una creación humana y no es privilegio burgués.
Romper con las prácticas machistas y patriarcales como una forma de contribuir a una cultura libre de sexismos.
Decir lo que sentimos de verdad.
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