El dilema de los padres de niñas y niños menores de 13 años y su acceso a redes sociales

Cada vez es más frecuente que los menores de 13 años tengan acceso a dispositivos móviles con Internet con los que pueden crear perfiles en redes sociales cómo TikTok, Instagram, Twitch, Snapchat, entre otras. Frente a esto, padres, madres, cuidadores, docentes y orientadores se encuentran en medio de un dilema, pues algunos argumentan que es peligroso permitir el ingreso de los menores de edad a redes sociales, mientras otros lo ven cómo la nueva forma en la que los niños socializan y están en contacto con el mundo.

Para cuidar a los menores, las redes sociales han creado políticas de uso en las que especifican que el acceso a estas está permitido solo para mayores de 13 años. Tik Tok, por ejemplo, establece que: “La edad mínima para abrir una cuenta en TikTok es de 13 años. En caso de que identifiquemos cuentas cuyos titulares sean menores de esta edad, las eliminaremos. Nuestra plataforma está concebida con la seguridad de los menores en mente, y por ello algunas de nuestras características están restringidas por edad. Los titulares de cuentas menores de 16 años no pueden acceder a los mensajes directos ni publicar contenido en livestream”.

Sin embargo, al no exigir ningún tipo de verificación, los usuarios pueden suministrar información falsa sobre su año de nacimiento, colocando una fecha anterior y así cumplir con lo estipulado en la política de uso, quedando expuestos a contenidos que en ocasiones no son apropiados para su edad.

Según la psicóloga Jenny Castro, orientadora de niños entre los 12 y los 16 años, “no es recomendable que se tenga acceso a temprana edad, ya que se requiere tener cierto grado de madurez emocional para manejar comentarios sanos y no tan sanos del contenido que se comparte”. Además, el uso de redes está asociado con cuadros de ansiedad y depresión en los menores de edad, en ocasiones, porque quieren estar al nivel de los lujos o vidas de “ensueño” que se muestran allí, en otros casos porque se alejan de su familia y dejan de compartir tiempo de calidad, al punto de convertirse en ciberdependientes.  

Por otra parte, un estudio realizado por la revista ‘Jama Pediatrics’ concluyó que las niñas y niños expuestos al uso de pantallas durante más de una hora al día tienen niveles más bajos de desarrollo cerebral en áreas que afectan el lenguaje y las habilidades cognitivas. Asimismo, una publicación de la revista Neuroimage, señaló que tras practicar resonancias magnéticas a niños entre los 6 y los 8 años, científicos descubrieron que sus cerebros cambian si pasan más de siete horas diarias frente a una pantalla, presentando adelgazamiento prematuro en la corteza cerebral, también conocida como córtex, la capa más externa del cerebro que se encarga de procesar la información adquirida mediante  sentidos como el olfato, la vista, el tacto y el gusto.

No se puede negar que para los padres de familia permitirle a sus hijos hacer uso de dispositivos móviles y redes sociales puede considerarse como una forma de “entretenerlos” y de ese modo tener tiempo para realizar actividades como trabajar o estudiar, entre otras. No obstante, para la psicóloga Jenny Castro, hay otras alternativas.

“Es lo más inmediato "entregar" el celular a niños pequeños, tenerlos ocupados o premiarlos con ello si prometen portarse bien o comer juiciosos, pero es responsabilidad de los padres ofrecerles otras alternativas que, además de ocuparlos, fortalezcan las habilidades socioemocionales de las niñas y niños. Por ejemplo: si van en el transporte público pueden jugar a contar carros de un color específico, en casa pueden pedirles inventar historias y recrearlas, deletrear palabras, hacer juegos didácticos donde se desarrollen procesos de pensamiento, atención, concentración, memoria y seguimiento instruccional”, concluye la psicóloga. 

A pesar de las políticas de uso, estudios científicos y recomendaciones de los psicólogos, cada vez es más difícil mantener a los niños alejados del uso de las redes sociales. Una de las razones, es que si los compañeros de colegio las usan y socializan en la virtualidad, los niños a quienes no se les permite se sienten frustrados y alejados. Aún así, es decisión de madres, padres y cuidadores elegir en qué momento permitir que los menores de edad ingresen a las plataformas; por lo que no sobran algunas recomendaciones para cuando consideren que es el momento, la niña o el niño, esté protegido:

  • Instale aplicaciones de control parental, así podrá verificar la actividad de su hijo en línea y restringir páginas con contenido para adultos.
  • Establezca acuerdos, al menos sobre los horarios de uso de las redes sociales.
  • Supervise a su hijo mientras está en Internet.
  • Si le regala un celular, no lo haga con plan de datos. Explíquele que solo se puede conectarse con el wifi de su casa, o del lugar que usted como cuidador considere apropiado. 
  • Mantenga un diálogo directo y abierto con la niña o el niño, esto es fundamental para prevenir riesgos.

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