Foto tomada de Pixabay.com
Una compañía desarrolladora de softwares para máquinas expendedoras con sede en River Falls, Wisconsin, ofreció incorporar chips en las manos de sus empleados que les permitirá abrir las puertas de las oficinas, acceder a las computadoras e incluso comprar alimentos en la cafetería.
Se trata de Three Square Market, quien ya ha instalado chips a 50 de sus trabajadores. Varias compañías se están uniendo a esta modalidad.
La tecnología portátil está siendo cada vez más popular en la sociedad, ahora el tema que está dando de qué hablar son los chips magnéticos que nos solucionarán la vida. Se disminuiría el robo de identidad, distintas formas de delincuencia desaparecerían, se acabaría el fraude o robo de tarjetas de crédito, no tendríamos que recordar las mil contraseñas y códigos de acceso a cuentas como ocurre a diario.
¿Pero será cierto esto tan maravilloso? Kevin Warwick, profesor de cibernética en la Universidad de Reading, lleva incorporado un chip en su cuerpo que se conecta al sistema nervioso, lo que lo lleva a defender con argumentos propios este proyecto, catalogándolo como el componente necesario para que una máquina biológica pueda operar y reprogramar los sistemas vivos
“No es un salto enorme dejar de llevar esta tecnología en nuestros bolsillos para tenerla bajo nuestra piel" afirma Warwick.
Para algunos se trata de un simple chip que mejora la vida, para otros de una conspiración mundial para vigilarnos 24 horas / 7 días a la semana, por otra parte, hay quienes lo asemejan con las profecías bíblicas. Claramente también están los que se oponen a esta nueva modalidad tecnológica, alertando por los posibles riesgos en cuanto a la privacidad.
“Ir en contra de la madre naturaleza nunca salió rentable para el ser humano” asegura Katina Michael, profesora asociada de la Universidad de Wollongong.
Los microchips RFID son básicamente un identificador incrustado en nuestro cuerpo y ya hemos escuchado que los datos pueden ser hackeados, siendo éste el mayor temor de muchos.
"Los teléfonos móviles son mucho más peligrosos para nuestra privacidad, si son hackeados pueden convertirse en el espía perfecto con micrófonos, cámaras y GPS, en comparación con los riesgos de privacidad de RFID son muy pequeños”. afirma Pawel Rotter, ingeniero biomédico de la Universidad AGH de Ciencia y Tecnología en Cracovia, Polonia.
Diariamente llevamos en nuestro bolso o chaqueta un dispositivo que constantemente envía información sobre nuestros movimientos y pensamientos en tiempo real a gigantes como Google y Facebook como jamás podría hacerlo un chip RFID.
La pregunta es, ¿estamos de acuerdo con que nos incorporen un chip para poder trabajar en alguna compañía?, ¿sería imprescindible para conectar con la sociedad?, ¿o tal vez conspiran para vigilarnos?
[En LINK 2.0 sabemos que es necesario entender cómo, dónde y por qué interactuamos con la revolución digital, que va más allá de las redes sociales. Domingos 10 p.m. #EnLaTV de Canal Trece]