¿Aplanar a quien? ¿La curva de qué? Lo más probable es que hayas escuchado eso de “aplanar la curva” en estos últimos días en medios de comunicación. Epidemiólogos, sociólogos, políticos, médicos, enfermeros y periodistas afirman lo mismo: se debe aplanar la curva de contagio para tener mejor marco de respuesta médica. Y tienen razón. Yo también lo digo:
Se debe aplanar la curva con la que el virus SARS-CoV-2 contagia a la gente con la enfermedad COVID-19 para, de paso, salir lo más pronto de esta crisis, que se superará como todas; pero depende de la solidaridad y el amor por el otro que tengamos como sociedad. Y de todos nosotros, de la suma de nuestro esfuerzo colectivo y estricto, de remar pal mismo lado un pequeño momento de nuestra historia, depende que las personas que recuerden a quienes desaparecerán, seamos muchísimos más.
Así se ve el crecimiento exponencias descontrolado. Tabla hecha con esta útil herramienta.
Pero, ¿qué significa aplanar qué curva? Esta alocución hace referencia a las gráficas donde se pueden ver el crecimiento exponencial del contagio en distintos países.
A diferencia del crecimiento lineal, que es constante en el tiempo, como la edad de una persona según la Tierra gira alrededor del Sol, el crecimiento exponencial de cualquier magnitud es la velocidad con la que aumenta en relación con el tiempo que tenga. En este caso entre más tiempo pase, más aumenta. Esto pasa, por ejemplo, con las células de un embrión en desarrollo. Supongamos que 1 célula se divide en dos cada minuto:
1 minuto = 1 célula
2 minutos = 2 células
3 minutos = 4 células
4 minutos = 8 células
5 minutos = 16 células
6 minutos = 32 células
7 minutos = 64 células
8 minutos = 128 células
9 minutos = 256 células
10 minutos = 512 células
Así, en solo 10 minutos, pasamos de 1 sola célula a más de 500. En el caso del COVID-19, se calcula que su reproducción es cerca de 3.28. Esto quiere decir que un solo infectado puede esparcir el virus a más de 3 personas… y eso es más que en nuestro ejemplo e, incluso, mucho más que con el coronavirus SARS.
Ilustracion de @ArboldeLetras1.
Esto no sería tan grave si tuviéramos las medidas sanitarias y médicas para tratar al porcentaje de personas que requieran atención hospitalaria, pero ni Colombia ni ningún país del mundo las tienen, pues el virus es altamente contagioso y, aún con un porcentaje de letalidad entre el 1% y el 4%, basta para colapsar los sistemas de salud. En gran medida, este nuevo coronavirus es peligroso por eso: invade y satura los sistemas de salud de los países. China tuvo que construir dos hospitales en días para responder a la emergencia, pero no todos los países del mundo pueden hacer eso.
Por eso, de acuerdo con un experto epidemiólogo que atiende esta emergencia en un país centroamericano pero que prefiere no revelar su nombre, para aplanar la emergencia del COVID-19 hay dos tipos de medidas: las medidas de contención y las medidas de mitigación.
Así se ve una curva controlada en el tiempo.
“Las primeras están orientadas a la restricción y al aislamiento. Por eso muchos países decidieron restringir o prohibir viajes internacionales por todas las vías. Eso hace que se evite un número importante de casos”. Aplanar la curva, entonces, es tomar las medidas necesarias de mitigación para que la curva de contagios no crezca aceleradamente en poco tiempo.
“Con la mitigación, el objetivo es ralentizar, demorar la propagación del virus y evitar un pico”, explica el experto. De lograrlo “eso va a impedir que los hospitales se saturen y, en últimas, a mantener la economía de alguna manera.
Hasta ahora, la medida más efectiva para lograr aplanar la curva de contagios del COVID-19 ha sido el distanciamiento físico, como ocurrió en el área de Hubei de China y como están haciendo países como Italia, Francia, Colombia y varios más de Latinoamérica.
Por eso, es importante recordar, una y más veces de ser necesario, que es responsabilidad de todos evitar al máximo ser vectores de transmisión del virus y, así, aplanar la curva.