Los escritores y literatos le han hecho homenajes a nuestra ciudad con sus historias. Las descripciones de sus personajes nos recuerdan a más de una persona conocida, o a muchas en una misma. Las letras profundas llegan a retratar el alma de la ciudad, una muchacha bastante caprichosa y fría.
Les dejamos tres de las novelas más recomendadas de nuestra capital:
'Sin remedio'
Es la única novela de Antonio Caballero, publicada en 1984. Considerada la mejor representación de Bogotá en la literatura, cuenta los sucesos de Ignacio, un joven poeta de clase alta de la época que se aburre por tener poco que hacer y por sus fallidas relaciones amorosas que lo llevan a aventurarse en la ciudad.
El autor recorre diferentes zonas capitalinas, desde el sector norte, la carrera séptima, el centro y los suburbios de los que pocos hablaban. Las descripciones climáticas, de escenarios, situaciones y sentimientos son tan claras que crean un contexto y dan una imagen de la idiosincrasia del bogotano.
'Chapinero'
Andrés Ospina les regala estos relatos a los bogotanos en 2015, en donde la historia del barrio Chapinero se construye poco a poco entre personajes reales y ficticios. Inicia en el siglo XVII con Antonero, un hombre casado con una indígena de Usaquén. Por medio de Higinio se cuenta la transformación de la zona que deja de ser habitada por artesanos y pueblerinos para ser el lugar predilecto de los adinerados.
Otros personajes son Tania, que representa a la mujer de los años setenta, y Lorenzo, como el artista incomprendido. Más que un relato sobre la historia de Chapinero, es un una anécdota sobre la vida, las emociones humanas y el conflicto que se vive día a día en la localidad, que también es reflejo de su pasado. Para Ospina, contar las historias de una localidad es hablar de las ciudades mismas en todo el mundo, porque ese modelo pequeño se replica una y otra vez en lo grande.
'Opio en las nubes'
Novela escrita por Rafael Chaparro Madiedo, quien falleció a los 31 años. Ganadora del Premio Nacional de Literatura en 1992. Para algunos es una obra maestra y para otros solo una degradación literaria y por eso recibió muchos comentarios a favor y en contra. Su estilo es caótico, burdo, crudo, fragmentado y anacrónico. Es también considerada como una obra post boom (Latinoamericano) o posmoderna, con un estilo más fácil de leer.
La ciudad narrada por Chaparro se asemeja en muchas convenciones y clichés a la capital. Una chica que no encuentra felicidad en ningún lugar y se emborracha a menudo en su apartamento, un gato parlante que cuenta los secretos de la noche en los tejados y un joven enamoradizo que narra la vida más allá del tiempo.
El ambiente de la novela se da en un mundo surreal de ciudad, en donde el bogotano promedio se puede ver reflejado aunque no se haga referencia directa a algún lugar o hecho histórico. El alma del libro plasma la soledad sentida en muchos aspectos de la vida en la capital, a pesar de ello, es un clásico imperdible para reconocer las historias mínimas y no contadas.
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