La hermosura de Boyacá es indescriptible. Los verdes y fértiles campos que recubren este departamento son una de las mayores fuentes de alimento del país, pero también son el núcleo de una cultura conservadora y cerrada, muy arraigada a su tradición cultural.
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Un tema algo complejo, ya que en las zonas urbanas existe una creciente escena underground que cada día es más fuerte y tiene el firme objetivo de invadir todo el país con la potencia de su distorsión.
La música extrema comenzó a sonar en estas tierras a mediados de los 90 gracias a los grupos pioneros como Socavón, que aún sigue activo y actualmente es un referente del metal colombiano.
Socavón. Foto: Facebook Oficial Socavón
Estos primeros años de ruido fueron muy duros porque no había nada. Las baterías eran al estilo ochentero, hechas con tarros y radiografías, muy pocos lugares prestaban los espacios y además la sociedad rechazaba a estos primeros mechudos, hasta el punto de la persecución por parte de la Policía.
A pesar de las complicaciones, durante finales de los 90 y principios de los dosmiles empezó a emerger la música extrema en Boyacá.
Se crearon festivales como el Festival Rock por la Independencia y el Tunja Metal Fest. Municipios como Duitama, Sogamoso y Villa de Leyva se sumaron a la escena, y el punk y el hardcore también empezaron a retumbar en el departamento.
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Pero la falta de espacios y apoyo, tanto público como privado, hicieron que durante un tiempo el underground de Boyacá quedara en estado criogénico. Hace unos siete años, la escena estaba tan quieta que apenas se hacían un par de conciertos al año.
Nadie quería arriesgarse a perder plata armando un evento al que solo iba a ir un puñado de personas. Pero hace tres años, una nueva generación dijo "¡Basta!".
En 2015 empezaron a formarse bandas y colectivos que decidieron reactivar el underground de Boyacá. Entre todos han ido sumando fuerzas y poco a poco los sonidos boyacenses han comenzado a retumbar en todo el país.
Organizaciones como Nuestro Grito Records y Lemmy Productions han llevado bandas extranjeras y de todo el país a Boyacá y también han impulsado el trabajo de los grupos del departamento.
Ruido y Rock'n Roll 2 – (12-05-2018). Foto: tomada de Nuestro Grito Records Facebook Oficial
Y si bien las cosas van creciendo y hay una fuerte unión en el underground de Boyacá, todavía hay un largo trecho por andar. El apoyo sigue siendo escaso para estas expresiones.
Por ejemplo, el Festival Internacional de la Cultura no tiene un espacio para la música extrema. Además, en una ciudad como Tunja solo hay dos espacios para hacer conciertos: los bares Martini y Classic; y hay pocas salas de ensayo y tiendas de música.
Pero esto es una motivación para el under boyacense que no baja los brazos sino al contrario.
Grupos como Vengeance Pleasure, Furia, Globemaster, Thundarkma, Caballero Desnudo, Black Light, Auraignis, entre muchos otros están dando de qué hablar en todo el país.
Vengeance Pleasure. Foto: Facebook Oficial Vengeance Pleasure
Ahora hay conciertos todos los meses y en ellos se ve una unión especial, porque en un mismo toque se puede encontrar punk, metal, hardcore, ska y varios otros géneros.
El underground de Boyacá cada vez está cogiendo más fuerza y su futuro es pura energía, gritos y distorsión de la buena.
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