Imagen: 'Virus Tropical'.
Hace 7 años la editorial bogotana La silueta publicó 'Virus tropical' de la historietista e ilustradora Powerpaola, novela gráfica que cuenta la infancia y adolescencia de Paola, nacida en Quito, Ecuador, quien vino al mundo para entrar al caótico cauce de la existencia junto a sus dos hermanas mayores.
Esta cinta, estrenada en mayo del 2018, acaba de ser nominada a la segunda edición de los Premios Quirino de la Animación en Iberoamerica que se llevarán a cabo el próximo 6 de abril en la ciudad española de Santa Cruz de Tenerife. Estos premios son un reflejo de lo que esta sucediendo con el cine animado en toda América Latina y España, unos premios que cada vez crecen más.
La película podría categorizarse como un ‘Bildungsroman’, género literario que nombra un relato psicológico que cuenta el paso de la infancia a la adultez. Pero su historia va más allá. Apenas Paola empieza a adentrarse en la preadolescencia, sale de Quito y llega a Cali para vivir con una de sus hermanas. Enfrenta entonces un desafío aterrador: llegar a un nuevo colegio, tener un acento diferente, soportar el rechazo, ver la transformación de la institución familiar, provenir de otra cultura y querer echar raíces en un lugar que, por todos lados, se muestra ajeno.
El reto de la Paola adolescente habita los lugares comunes para trascenderlos. La historia se desenvuelve con frescura por las calles de una ciudad que condensa la nostalgia y el miedo; lo familiar y lo extraño; lo venerable y lo mundano. Hija de un sacerdote retirado y de una adivina -lectora hábil del dominó-, Paola encarna la dualidad del apego y la emancipación en la Cali hostil de finales de los años 80. Como telón de fondo encontramos el anhelo de libertad en medio de la extrañeza de las relaciones familiares, enigmáticas e indescifrables incluso cuando se ven a través del lente de la adultez.
Imagen: 'Virus Tropical'.
La apuesta narrativa de 'Virus tropical' le propone al cine colombiano nuevas maneras de contar la vida cotidiana sin caer en aleccionamientos ni en la promesa -siempre engañosa y soterrada- del ‘deber ser’. La visión femenina de la película tiene su eco en una protagonista valiente, con el carácter suficiente para tomar decisiones fundamentales sobre su vida cuando todo a su alrededor pareciera ir en contra. Es un personaje, tan escéptico como amoroso, que echa mano del humor negro para sortear los días.
Imagen: 'Virus Tropical'.
Santiago Caicedo es el director de Timbo Estudio y también fue el encargado de dirigir esta adaptación, que se hizo a partir de más de 5.000 dibujos originales de Powerpaola, quien también fue la directora de arte. La película fue posible gracias a la convocatoria de desarrollo de largometrajes de animación del Fondo Para el Desarrollo Cinematográfico Colombiano (FDC) y a un proceso de financiación colectiva, crowdfunding, a través del cual recaudaron $11.000 dólares; pero sobre todo gracias a la camaradería de unos amigos que lo apostaron todo por contar esta historia.
Imagen: 'Virus Tropical'.
'Virus tropical' está atravesada por la estética del fanzine. Un equipo reducido enfrentó la falta de presupuesto con un trabajo experimental, decididamente ‘punk’ y artesanal. La película conserva el espíritu de la novela gráfica original: austero, desprovisto de grandes pretensiones, pero con algo que decir en un mar de grandes superproducciones que, a veces, no dicen nada. Este ímpetu encontró respaldo en la música de la banda bogotana Las malas amistades, en la canción ‘El marciano’ del ilustrador peruano Amadeo Gonzáles, así como en la canción principal que lleva el mismo nombre de la película, compuesta por la artista Adriana García.
'Virus tropical' es, para alegría de los que todavía nos rehusamos al espejismo de la adultez, un impulso irrefrenable por vivir y por exorcizar el pasado a través de la alucinación más sincera de la infancia.
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