Subastas industriales impulsan crecimiento y ahorro en las pymes colombianas

Las pymes colombianas están adoptando nuevas estrategias para fortalecer su capacidad operativa y mantenerse competitivas en el mercado. Una de ellas son las subastas industriales, un modelo que permite adquirir activos productivos con descuentos significativos frente al valor comercial tradicional.

Según datos recientes de Subastas y Comercio, en los últimos tres años la participación de pequeñas y medianas empresas en estas subastas creció un 78%. Este aumento está relacionado con la posibilidad de acceder a maquinaria, vehículos y equipos en excelentes condiciones, con ahorros que pueden oscilar entre el 35% y el 60%.

¿Qué activos buscan las pymes?

Los bienes más demandados se relacionan con necesidades operativas y productivas. Entre ellos destacan:

  • Vehículos utilitarios y flotas operativas, clave para transporte y servicios técnicos.

  • Maquinaria industrial y equipos de taller, con ahorros que pueden llegar al 60%.

  • Activos para construcción y agroindustria, que representan el 28% de las compras.

  • Equipos tecnológicos y mobiliario corporativo, con reducciones de hasta el 50% en costos de adecuación.

Muchos de estos activos provienen de grandes empresas como Ecopetrol, Grupo de Energía, Cemex, Halliburton, Renting Colombia y Equirent, lo que garantiza trazabilidad, respaldo técnico y documentación completa.

Un modelo para crecer con inteligencia financiera

De acuerdo con Martha Gómez, gerente general de Subastas y Comercio, este modelo permite a las empresas invertir de manera estratégica:

“La subasta industrial se ha convertido en una herramienta para que las pymes crezcan con inteligencia financiera. Les permite acceder a activos que antes eran inalcanzables, con seguridad, respaldo y precios que fortalecen su competitividad”.

Además de los beneficios económicos, las subastas industriales aportan a la economía circular. Equipos que dejan de ser utilizados en grandes compañías encuentran una segunda vida en las pymes, que los reacondicionan y mantienen en operación. Esto contribuye a reducir la fabricación de nuevos bienes y, por ende, disminuye el consumo de recursos y la emisión de CO₂.

Contribución al desarrollo regional

Cada activo reutilizado no solo representa ahorro, sino también un impulso para la productividad local, la generación de empleo y el crecimiento de las economías regionales.

Este ecosistema ha permitido que muchas pymes no solo compren sino también vendan sus propios activos, aumentando liquidez y dinamizando el mercado secundario.

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