Jhunnior, Liliana, Kevin, Jonier y Angélica de Storytelling For Peace Building / Foto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece
Liliana tiene 20 años y Kevin tiene 15. Ambos son cartageneros, de zonas que han sido afectadas por el conflicto armado colombiano, pero no por ello han dejado de soñar.
Liliana, por ejemplo, sueña poder convertirse algún día en el “espíritu de la danza”, pues solo mientras baila, la tristeza, amargura y el enojo desaparecen. Quizá por eso no recuerda un solo día de su vida en el que no haya bailado.
Kevin, en cambio, solo quiere escribir y escribir toda clase de historias, de esas que puedan perdurar en el tiempo y que tal vez cobren aún más sentido con el paso de los años.
Kevin de Storytelling For Peace Building / Foto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece
Liliana y Kevin son solo dos de los miles de niños y jóvenes colombianos que han sido afectados por el conflicto armado. Ellos junto a otros adolescentes de comunidades vulnerables de Cartagena (Bolívar), Quibdó (Chochó) y Santander de Quilichao (Cauca) participaron en el proyecto Storytelling For Peace Building, una iniciativa del departamento de Artes del British Council y la Fundación Plan, que tiene como objetivo impulsar la participación de estos niños en la construcción de paz.
Sylvia Ospina, directora de Artes del British Council, aseguró que “apostarle al fortalecimiento de las habilidades comunicativas de estos jóvenes colombianos cobra sentido cuando entendemos que son sus narraciones los canales que nos permitirán ir construyendo la memoria histórica de nuestro país”.
Por eso, 80 niños y jóvenes entre los 12 y 23 años participaron durante cuatro meses en talleres en técnicas de narración contemporáneas del Reino Unido, dirigidos por Nell Phoenix, británica especializada en el arte de storytelling, quienes pudieron contar sus propias historias de resiliencia, perdón y transformación social.
Como resultado de estos talleres nació la plataforma digital Storytelling for Peace Building, que cuenta a manera de cómic y contenidos multimediales disruptivos 17 historias de los participantes, creando así un espacio de memoria viva, de resignificación y de narración para Colombia y el mundo.
“Poder contar nuestra historia nos hace sentir que tenemos valor. Escuchar las historias de otras personas también es muy enriquecedor. Estamos muy felices con el proyecto porque captó la esencia de nuestras vivencias y así aportamos a la paz”, aseguró Kevin.
Y la cultura juega ahí un papel fundamental. Tanto Liliana como Kevin lo tienen claro: la paz también se puede construir desde las artes. “La danza, por ejemplo, es algo que nos une. Que chévere sería que alguien en Japón leyera mi historia y hasta nos conectemos con el mismo sabor y swing. Nuestro sueño es unir las artes y la paz”, puntualizó Liliana.
Liliana de Storytelling For Peace Building / Foto: María Alejandra Villamizar – Canal Trece
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