Dos años pasaron antes de que hija mayor de Steve Jobs fuera reconocida por su padre. El genio de Apple se vio obligado a responder por una niña con la que no lo unía ningún vínculo emocional simplemente porque un examen médico y la corte decidieron que era su hija.
Lisa Brennan-Jobs tiene hoy en día 40 años, tiempo que vivió sin tener una relación verdadera con su padre, de quien a pesar de recibir apoyo económico desde 1983, no recibió nada más que pudiera hacerlo sentir como un papá. A lo largo del tiempo la relación mejoró en algunos aspectos, pero nunca pudo ser lo que Lisa esperaba que fuera una relación entrañable con uno de los seres más importantes de su vida.
Foto: Groove Atlantic
La figura de Steve Jobs se ha convertido en un mito, casi inalcanzable, de la cultura popular. Su fortuna exigió sacrificios, muchos de los cuales con el tiempo se convirtieron en condena y su relación con su hija fue uno de ellos. Aunque económicamente dependía de él, Lisa vivió su relación con su padre desde la barrera, como un espectador más que es testigo de la grandeza y genialidad de otro sin recibir nada a cambio.
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Un libro de memorias dolorosas
El próximo 4 de septiembre en Estados Unidos será publicado ‘Small Fry’ el libro de memorias de Brennan-Jobs con el que nos abre la puerta a otra forma de ver al creador de Apple. El libro está repleto de anécdotas en las que Lisa muestra el lado más avaro, egoísta, soberbio y odioso de ese a quien hoy en día muchos idolatran.
Una de las anécdotas más dolorosas que la escritora recuerda en las páginas de su libro es cuándo su padre, ya casi moribundo, le dijo: "Soy una de las personas más importantes que vayas a conocer en toda tu vida".