Los Ramones llevaban dos años juntos. Habían realizado su primera, y un tanto catastrófica, actuación como trío con Johnny Ramone de guitarrista, Joey como batería y Dee Dee en el bajo y como cantante, mientras que Tommy ejercía de productor y mánager. El 16 de agosto de 1974 actuaron por primera vez, ya como cuarteto, en el mítico bar CGBG, con otras bandas de culto como Television, Patti Smith y Blondie, lo que supuso el comienzo oficial de su carrera.
El disco 'Ramones' fue grabado a principios de febrero de 1976 en los estudios Sound Plaza. ‘Ramones’ costó tan solo $6.400 dólares y lo grabaron en 7 días, durante la época en que las bandas gastaban hasta medio millón de dólares en la producción de un disco y tardaban mucho más tiempo en grabarlo.
El disco presenta las primeras corrientes del punk, sumado a las influencias de grupos ingleses que triunfaron en EE. UU. en la década de 1960, especialmente de The Velvet Underground y The Stooges (el grupo de Iggy Pop) y de otros géneros como el rockabilly de los años 1950 y el surf rock.
Las 14 canciones que lo componen no superan los treinta minutos de duración, pero pocos saben que fue grabado precisamente en el mismo orden que cuando las tocaban en directo. Es por esto que arranca con su himno “Blitzkrieg Pop”, que contiene el grito ramonero por excelencia “Hey ho, let´s go”. Esta canción, compuesta por Dee Dee, nunca entró en las listas de ventas, pero se convirtió en uno de los temas emblemáticos de la banda. Otras canciones están inspiradas en experiencias personales, como tener novia, las fans, el surf y películas de miedo de Clase B (por ejemplo, el corte “Chain Saw” está inspirado en la película Masacre en Texas).
Este álbum es usualmente considerado uno de los que más influyó al auge del punk y el rock en general, porque los Ramones crearon una música rápida, distorsionada, violenta y a la vez dulce y melódica, por las influencias del pop. En el 2003, ocupó el puesto 33 en la lista ‘Los 500 Mejores Álbumes de Todos los Tiempos’ de la revista Rolling Stone. De hecho, la misma publicación posicionó al álbum como el segundo mejor álbum debut de todos los tiempos, solo superado por los Beastie Boys y su Licenced to Ill.
El 11 de junio de 2014 el álbum alcanzó el medio millón de copias vendidas y fue certificado como Disco de Oro por la RIAA.
Y para un disco mítico, una portada mítica: la fotografía en blanco y negro que les hizo Roberta Bailey, recostados sobre un muro de ladrillos rotos, en la calle 2 entre el Browvery y la Segunda Avenida, cercana al CBGB. Esta imagen inmortalizaría su clásico look de jeans, camisetas, chaquetas de cuero y zapatillas, para siempre.
Desafortunadamente ninguno de los integrantes que grabaron este disco viven, pero su legado musical vivirá por siempre.