Foto: Catalina Ceballos Carriazo
El domingo pasado visité el Museo de Arte Moderno de Bogotá – MAMBO. La visita fue motivada por varias razones: la primera, este espacio se ha revitalizado y parece estar renaciendo después de algunos años en un estado profundo de somnolencia. Su nueva directora (anterior directora de la Galería NC-Arte) Claudia Hakim, nos ha sorprendido al lograr poner el museo sobre la palestra nuevamente. Segundo, la curiosidad que me causó el sonido producido por unas botellas en las redes sociales de quienes sigo. Tercero, desde que hicimos el documental ‘Bogotá semana del arte’ no había vuelto al ejercicio de la observación y disfrute de las artes.
Foto: Catalina Ceballos Carriazo
Ahora y hasta el 26 de mayo está la obra de María José Arjona –‘Hay que saberse infinito’– curada por Jennifer Burris y Claudia Segura. Lo que ha llamado la atención de los visitantes es su performance ‘Línea de vida’. Como todo performance hay una interacción del artista con el espacio y el tiempo, en este caso, Arjona regresa a sus inicios como bailarina de danza contemporánea.
Acostada en el piso, vestida de terciopelo de pies a cabeza, baila debajo de 4.000 botellas de vidrio colgadas del techo y que apenas dejan un espacio de 15 centímetros para que María José durante un tiempo de 2 horas mueva las botellas y con cada movimiento se oiga retumbar las olas como en el Océano Pacífico. Yo fui con mi hija Elisa y me dijo “parece una foca en el mar”
, y sí, al leer la reseña escrita por la curadora, en efecto eso es lo que evoca la obra, un león marino que nada, viene y va por el mar…
Foto: Catalina Ceballos Carriazo
Foto: Catalina Ceballos Carriazo
Foto: Catalina Ceballos Carriazo
Más allá de una puesta en escena con todos los elementos para afinar los sentidos, en especial los ojos y los oídos, al abstraerse un poco logramos ver cómo ella baila pero además logra una interacción con el público, elemento fundamental en los performance. En este caso sin darnos cuenta somos al menos 50 personas en el piso observando, entendiendo, sintiendo. El reflejo de nuestros cuerpos en el espejo negro, la corta distancia entre nosotros y la artista; el sonido penetrante que invitan a también volverse león marino y nadar y olvid-arte.
El performance no ha sido muy valorado en Colombia, sin embargo tenemos un legado importantísimo para la historia del arte como el que dejó María Teresa Hincapié y también María José entra a los anaqueles de los grandes performistas del país.
Foto: Catalina Ceballos Carriazo
Foto: Catalina Ceballos Carriazo
El performance es una experiencia que en cada movimiento deja un trazo en el espacio que a su vez es efímero y aun así es conmovedor, profundo e íntimo. El trabajo de María José Arjona ha sido crítico sobre las realidades históricas y sobre lo humano. La influencia del poder de las instituciones gubernamentales, la liberación del cuerpo y la aceptación de la sexualidad son temas que Arjona repasa una y otra vez en sus obras.
Mi invitación es a que vivan Bogotá desde el arte. Lo que se pude ver en estos días en el MAMBO es revitalizante.
Este domingo 15 de abril a las 8pm sigue el estreno de 'Bogotá semana del arte' en Canal Trece