Foto: Radiohead en Colombia – María Alejandra Villamizar Assaf – Canal Trece
1969. Vietnam arde. La estela del napalm se expande a través de imágenes horrorosas que dejan constancia de cuánto quema la Guerra Fría. Aunque las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética empiezan a disminuir, las dos superpotencias siguen impulsando sus planes militares. Moscú se encuentra próximo a equiparar su arsenal nuclear con el de su enemigo norteamericano. Una guerra atómica es una pesadilla que roza la realidad con cada prueba nuclear que realiza cada una de las partes. El 2 de octubre de ese año, Milrow, una cabeza nuclear, es detonada por los Estados Unidos en la isla de Amchitka, en el archipiélago de las Aleutianas al suroccidente de Alaska. Washington anuncia más pruebas en esa zona.
Irving y Dorothy Stowe, dos cuáqueros estadounidenses autoexiliados en Canadá junto a sus hijos en protesta por las políticas militares de su país, emprenden acciones en contra de las pruebas nucleares. Los acompañan Marie y Jim Bohlen, planean navegar en un bote hasta la zona y denunciar el desastre ambiental. Suman voluntarios como los periodistas Bob Hunter y Ben y Dorothy Metcalfe que alertan sobre las posibilidades de tsunamis como consecuencias de las detonaciones.
Foto: Irving y Dorothy Stowe – Creadoresde Greenpeace (Flickr elycefeliz)
La cifra recaudada mediante actividades y venta de botones está lejos de ser suficiente para alquilar el bote, entonces a los Stowe se les ocurre organizar un concierto de rock. El festival de Woodstock, celebrado pocos meses antes, había confirmado el poder de convocatoria, transformación y movilización a través de la música, quizás si dan en la tecla correcta, pronto estarán en altamar. Irving les escribe cartas a los cantautores y activistas Joan Báez y Phil Ochs, entre otros; Ochs confirma su asistencia, y aunque Báez no puede estar presente dona mil dólares a la causa y los pone en contacto con otra grande: Joni Mitchell, quien no lo duda un instante y, de paso, convence a James Taylor para que se sume.
El 16 de octubre, la banda canadiense Chilliwack, el malogrado Phil Ochs, un James Taylor a punto de alcanzar el éxito y una Joni Mitchell en pleno fervor creativo, se presentan en el Pacific Coliseum de Vancouver en la primera acción de la entonces flamante organización Greenpeace, y el que quizás sea el primer concierto benéfico en la historia del rock. Pasarían dos años para que George Harrison y Ravi Shankar celebraran el famoso concierto para Bangladesh.
El concierto recaudó el dinero suficiente para emprender la primera campaña de Greenpeace; en septiembre de 1971 un pequeño bote pesquero, bautizado igual que la organización, inició un viaje desde Vancouver hacia la isla de Amchitka para evitar una nueva prueba nuclear. Aunque por diversos motivos el propósito del viaje no se cumplió, fue el capítulo inicial de una lucha para proteger el medio ambiente en el que la música jugó un papel crucial.
Foto: Archivo Greenpeace
El concierto fue editado cuatro décadas más tarde en un disco doble titulado 'Amchitka: The 1970 concert that launched Greenpeace', pero no fue la única vez que esta organización ecologista se volvió a juntar con músicos destacados para generar conciencia ambiental. En 1985 se editó el disco compilatorio 'Greenpeace: The album' que contó con la participación de Peter Gabriel, Kate Bush, The Pretenders, Queen, Madness, Eurythmics, Depeche Mode y George Harrison, entre otros; y cuatro años más tarde, lanzó 'Greenpeace: Rainbow Warriors', bautizado como el buque insignia de esta ONG, un nuevo compilado que reunió a U2, Sting, Brian Ferry, Grateful Dead, INXS, R.E.M, Lou Reed, Talking Heads, The Waterboys, John Mellencamp, Sade, Robbie Robertosn y Dire Straits, entre otros.
[Te puede interesar] La noche de euforia y lágrimas en la que Radiohead tocó en Colombia
El más reciente vínculo entre Greenpeace y la música se enmarca en la campaña en la defensa de los polos. En 2016 el pianista italiano Ludovico Einaudi ofreció un concierto sobre el océano Ártico, y en 2018, el legendario Thom Yorke, cantante de Radiohead, estrenó la canción 'Hands off the Antarctic' en apoyo a la campaña de Greenpeace que busca crear un santuario oceánico en la Antártida. El video de la canción presenta imágenes grabadas durante una expedición de investigación que Greenpeace realizó en la Antártida durante tres meses.