Yo soy de las personas que creen que en la literatura hay que darle la oportunidad a la experimentación, es decir, en el papel de lectores que tenemos, deberíamos darnos la posibilidad de descubrir lecturas diferentes y de arriesgarnos a probar aquello que hemos tenido vetado por una u otra razón. Como muchos de ustedes ya saben, mi nuevo propósito de lectura en este tiempo en el que llevo compartiéndoles mis reseñas de libros, ha sido el de leer más novelas gráficas y cómics.
La reseña, en video:
En esta oportunidad llegó a mi un libro publicado por primera vez en América Latina por Rey Naranjo, editorial colombiana experta en la novela gráfica. Llegué a leer 'Magia Blanca' dejándome llevar por la portada, que se veía curiosa y además linda y llamativa. La sorpresa me la lleve un rato después de empezar a leerlo. En mi primera sentada con esta novela no pude pasar de la página siete, un lenguaje que yo sentí agresivo, gráfico y directo fue demasiado para mi que disfruto de literatura más poética y menos explícito. Tuve que parar y la verdad pasarían varios días antes de decidirme a terminarlo (más bien, a empezarlo).
Lo que pasó fue que aunque el libro me pareció, en una sola palabra, desagradable, el nombre de su autor se me quedó metido en la cabeza y fue solo hasta que me di la oportunidad de saber más de él, que volví a considerar la lectura de 'Magia Blanca'.
Resulta que este cómic es prácticamente la definición de quién es Simon Hanselmann, un hombre que vestido de mujer se ha pasado la vida transgrediendo los límites establecidos del género. Cuando vi esto, supe que Megg, personaje protagónico de 'Magia Blanca' es un alter ego del mismo escritor, su versión femenina. Con esa información decidí volver al libro y una vez traspasada esa frontera de lo que a mí me pareció desagradable me encontré con una novela irreverente con una evidente tendencia a transgredir muchos limites. En esta novela gráfica, basada en los personajes de un tradicional libro británico para niños, el escritor australiano trata de demostrar que nada es lo que parece; Megg, una bruja; Mogg, un gato y Búho son los protagonistas de esta novela llena de relaciones sexuales, drogas y alcoholismo en la que a uno como lector se le olvida la condición física de cada personaje para lograr vincularse emocional y psicológicamente con ellos. Y ahí radica lo más interesante de esta obra, 'Magia Blanca' permite entender la vida real en la que la diversidad es casi tan amplia como la posibilidad de que un gato sea el novio de una bruja y un hombre lobo fluctúe sexualmente sin ser censurado por ello.
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Simon Hanselmann se da completa libertad de presentarnos personajes que bien podrían ser parte de un relato fantástico, con características tan humanas como la depresión y la ansiedad, que uno como lector termina teniendo empatía con ellos. Esta vez tuve la posibilidad no solamente de abrirme más campo en la lectura de novela gráfica sino de asumir un reto de lectura con un texto que me chocó de entrada, pero que al darle la oportunidad me pareció maravilloso para entender la diversidad que cultural y socialmente somos hoy en día.