De toda la literatura que existe en el mundo debo admitir que lo que más me gusta leer son las novelas de amor. Sí, muchos podrán decir que soy muy cursi, y la verdad es que sí, pero para mí no hay nada mejor que las emociones del amor y del desamor.
Lee también "Gabo, Memorias de una vida mágica", reseña de Árbol de Letras
Esta novela de la que hablaré hoy es ante todo eso, una historia de amor, aunque pretenda ser también el recuento de un momento histórico que marcó la vida de dos importantes personajes. Frida Kahlo es la protagonista de Los Amantes de Coyoacán y como protagonista se roba todo el show pues el libro resulta siendo, al final, una narración de la vida de Frida desde 1937 hasta 1954, tiempo en el que León Trotsky fue fundamental. En 1937 se conocieron y a pesar de que ambos ya tenían una relación sentimental con dos personajes también de relevancia histórica, esto no fue impedimento para que entre ellos se tejiera una historia de amor. Años después, Frida diría que haber conocido a Trotsky había sido uno de los eventos más importantes de toda su vida.
La novela, narrada desde la perspectiva de Kahlo, apunta siempre a demostrar su lado más terrenal y repleto de sentimientos. Allí es posible verla lejos de sus dolores, de su tristeza y reconocerla como una mujer feliz a la que sentir el amor en la piel la llenaba de éxtasis. Gerard de Cortanze, francés de nacimiento, es uno de los escritores que más se ha dedicado a contar la historia de América Latina. Pero su pasión se decantó por la vida de Frida Kahlo cuando Carlos Fuentes se la enseñó como uno de los personajes más influyentes de la cultura mexicana. Desde entonces, de Cortanze se ha dedicado al estudio de la vida de la pintora y ha publicado varios ensayos y novelas sobre ella.
El lenguaje de Los Amantes de Coyoacán trasciende los límites de la novela histórica y, lejos de ser únicamente un telar de hechos, se construye como una profunda historia de amor, pero no solamente la de Frida y Trotsky sino también la de Frida y, si se puede, su pasión por el amor mismo. El elemento más fuerte de Los Amantes de Coyoacán yace en la posibilidad de descubrir a estos dos personajes desde una mirada diferente. Seducidos por el amor, ambos bajan de su pedestal de figuras importantes de la revolución, tanto mexicana como soviética, para convertirse en los enamorados de una pequeña región mexicana. A escondidas y ocultos de la mirada inquisidora de Diego Rivera y Natalia Sedova, parejas de cada uno, los amantes de Coyoacán se reviven en cada una de las páginas de este libro.
La novela es también un recuento de los momentos más importantes en la vida de Frida Kahlo y por lo tanto da cuenta de muchas de las motivaciones que la llevaron a elaborar pinturas que hoy en día son conocidas en todo el mundo. Por eso es también un camino para comprender su trabajo artístico. En Los Amantes de Coyoacán el amor se convierte en un requisito para sobrevivir en un contexto en que la muerte acecha a los personajes en cada esquina. Eso hace de esta novela una prodigiosa historia de amor que, si usted le da la oportunidad, le va a estrujar el corazón.