En menos de un minuto, el famoso futbolista Cristiano Ronaldo haría perder miles de millones a la multinacional Coca-Cola. El pasado 14 de junio en Bucarest, durante una rueda de prensa, Ronaldo quitó de su mesa dos botellas de la gaseosa y las reemplazó por una de agua. “Agua”, dijo señalando la botella. “¿Coca-Cola?”, apuntaló finalmente. El gesto bastó para que la gente entendiera el mensaje y, coincidencia o no, ese día la multinacional de bebidas gaseosas perdió alrededor de 4.000 millones de dólares en la bolsa de valores. Un gesto bastó para eso.
Pero, ¿por qué Ronaldo rechaza la popular bebida? A lo mejor disfruta su sabor, pero seguramente rechaza el jarabe de maíz, azúcar, colorantes, cafeína y ácido fosfórico con los que está hecha y que ocasionan obesidad o desmineralización de los huesos. Pero pocas personas, como él, saben que detrás de la bebida o de los paquetes de comestibles, hay poco más que una suma de químicos vacíos pero que, sin embargo, no podemos parar de comer.
“Creo que llevamos muchos años en que nos dicen que no importa lo que comas, sino la cantidad de calorías que ingieras. ¿Entonces es lo mismo comer dos bananos a un chocorramo porque las calorías se parecen?”, pregunta retóricamente Carolina Piñeros, Directora Ejecutiva de Red PaPaz. Ella sabe que no es lo mismo, porque estamos comparando dos cosas: los alimentos y los comestibles. Muchos alimentos, como el arroz o la harina, explica, deben ser procesados “pero son alimentos, porque cuando los comes, independiente de la cantidad de calorías o proteínas que te aporten, también tienes nutrientes que, precisamente, te están nutriendo”.
Hablamos con Piñeros sobre el proyecto de ley de Comida Chatarra que han presentado por tercera vez y que busca, a grandes rasgos, poner etiquetas en comestibles ultraprocesados que adviertan de contenidos químicos peligrosos para los humanos. “¿Qué pasa con los productos comestibles y las bebidas industrializadas? Te sacian de alguna manera la necesidad de beber o comer, pero no te alimentan ni te nutren. Es lo que los nutricionistas llaman «calorías vacías”.
Por ahora, el proyecto sigue en un limbo legilativo y depende, exclusivamente, de la voluntad de la Mesa Directiva del Senado que sea discutido y aprobado en cuarto y último debate.
¿Qué pistas tenemos para saber qué producto es ultra procesado y cuál no?
Uno, son productos generalmente empacados en paquete o en botella. Por eso una de nuestras estrategias se llama Paquete. Otra característica es la cantidad de ingredientes que tienen. Porque tu piensas: unas papas fritas deben tener papa, aceite y sal. Pero no. Estas tienen una cosa larguísima de ingredientes y tienen usualmente aditivos, preservativos, cosas que tú no le echas a las cosas en la casa porque no los tienes en una cocina: maltodextrina, sorbitol glutamato monosódico. Estos productos tienen muchos azúcares, muchas grasas saturadas y mucho sodio. Incluso, los productos salados tienen azúcar, como la salsa de tomate, porque eso los hace más ricos al paladar.
El azúcar tiene mil nombres y si uno se mete en este mundo se los empieza a aprender. Hay mil formas de azúcar, pero si hay una que le ha hecho daño a la humanidad es el jarabe de maíz. El jarabe de maíz lo inventaron en Estados Unidos hace ya bastantes años y eso fue porque eso baratísimo de producir, entonces métalo en los productos y venda como loco.
Una tercera característica son las largas fechas de vencimiento.
¿Por qué son tan atractivos y, hay que decirlo, deliciosos, estos productos?
Usualmente abres un paquete y sabes que no lo puedes parar de comer ¿sabes por qué? Porque han estudiado esto mucho cómo deben saber. Tampoco ayudan los tamaños de los empaques, que son simplemente para que tú compres más y comas más. Nos pasaba, por ejemplo, con los cereales de caja para el desayuno, que decían que la porción diaria recomendada era 30 gramos. Pues 30 gramos de cereal es un puñado chiquitico. Y cuando ves la publicidad, muestran un tazón gigante, y uno sabe que ahí hay 10 porciones o no sé, pero no son los 30 gramos que ellos están diciendo que es la porción diaria recomendada.
Cuando nosotros empezamos a hablar de comida chatarra, arrancamos con No Comas Más Mentiras. Es porque creemos que detrás de todos estos productos hay muchos engaños, falta de transparencia y de claridad; hay falta información y obviamente, pues cogen de primeras a los niños y a las niñas que son la población más vulnerable. Todavía no se sabe qué hacen muchos de estos químicos, cómo afectan al cuerpo y una de las cosas que uno debe hacer, incluso solamente por principio de precaución, es no dársela a las niñas y niños o a las mujeres embarazadas. Pero le venden a los papás que los hijos se van a comer todo y que tiene vitaminas y para el niño, entonces, tienen la foto del futbolista o el osito, el tigre, el muñeco o el concurso. Finalmente como que es una trampa en la que también caerá.
Entonces, una de las cosas que estamos pidiendo hoy, con la Ley Comida Chatarra, es que en los fabricantes de estos productos tengan que poner al frente de la envoltura uno sellos que le adviertan a las personas si estos productos tienen edulcorantes o si tienen exceso de azúcar, sodio o grasas saturadas. Esos son los cuatro sellos que tendríamos en Colombia. Se ponen estos sellos y ya la persona tomará una decisión, pero tienes la información.
¿Qué más contempla el proyecto de ley?
Prácticamente nada porque le han quitado todo lo que tenía. Inicialmente queríamos que tuviera un tema de entornos escolares saludables, pero no la dejaron. Finalmente, lo único que quedó de publicidad es que si ellos van a hacer publicidad con sus empaques, en la publicidad los empaques tienen que tenerlos sellos también. Lo otro quedó es que si tiene un sello no puede tener declaraciones en salud. Las declaraciones de salud son cosas como decir ‘contiene vitamina y minerales’ o ‘Aprobado por la Asociación de pediatría’.
La ley en últimas es muy simple y fácil de incorporar, porque muchos en la industria, sobre todo las más grandes, ya exportan sus productos con sellos a otros países. Hablo de Nutresa, Alpina, Postobón, todas las grandes colombianas que exportan a Perú o a Chile, a México, donde hay sellos también.
Para las pequeñas y las medianas industrias nos han dicho que see quiebran por el cambio de empaque. No es necesario que cambien los empaques. Lo que se puede hacer, así lo hizo México, es que puedan poner unos stickers.
Además, usualmente como la ley tiene un período de implementación, creo que en Chile fue de tres años, lo que empiezan a hacer las empresas que, por ejemplo, el nivel de azúcar está acá y el siguiente año está más abajo y el siguiente año un poquito más bajito para quitarle el sello. Es decir, esto va a ayudar a que las empresas puedan ir disminuyendo el azúcar y el paladar de la gente se va acostumbrando a un producto menos dulce, menos salado y con menos grasas saturadas. Como esto ha sido una carrera de "más azúcar para que sepa más rico", ayudarles a devolver esa carrera y lo que se hizo en Chile fue entre 2016 y 2019, los productos están con el nivel que ya hoy en día mantienen, que fue el que ellos definieron como el corte de nutrientes.
¿Qué resultados ha tenido esto en Chile, por ejemplo?
Esto toma tiempo de implementación y no habrá cambios al mes siguiente. ¿Qué cosas hay interesantes? Es muy raro que una ley cambie hábitos. Es muy raro. Pues resulta que esta ley los cambia y eso es una cosa muy, muy loca. En Colombia lo logró, por ejemplo, el valor que le pusieron a las bolsas del supermercado. Que no valen nada, pero yo me acostumbre ahora a llevar bolsa.
Pues la ley en Chile logró cambiar los hábitos de compras. Las personasdejaron de comprar bebidas azucaradas en 25%, cereales en 14% y postres envasados en 17% [además, estos productos redujeron su uso de azúcar en 25%]. Y otra cosa que cambió en Chile, una cosa divina, es que las tiendas de barrio empezaron a volver a traer fruta, es decir, como bananos y mandarinas que iban mal. Uno esperaría que los resultados sobre salud pública se empiecen a ver unos cinco años después de esos cambios de hábitos. Hay un tema que tendría mucho impacto también en Colombia, pero no lo tenemos. Ojalá estuviera en simultáneo con el etiquetado frontal y lograr tener entornos escolares saludables: el impuesto a las bebidas azucaradas. Fíjate nada más en el gesto de Cristiano Ronaldo.
Porque una de parte de mi lucha en esto que nosotros hacemos es que a Messi lo apoya Pepsi. Es un poco esto, lo que pasaba antes con los cigarrillos, que apoyaban incluso copas de fútbol.
¿Cómo ha sido el trabajo con el Congreso?
Cuando empezamos con esto hace unos años, eran solo unos congresistas. Yo creo que todo el mundo tiene su filiación política, como la puede tener religiosa, pero en el trabajo que nosotros hacemos eso no aplica porque nosotros le estamos dando un tema que tiene que ver con la salud pública, con los derechos de las niñas y niños. Esto deberían apoyarlo todos los partidos.
Cuando empezamos a pensar en esto, yo decía: vamos con la evidencia y la explicamos bien. Lo triste es cuando llegas un poco ingenuo y te das cuenta de que la evidencia no les importa. Ahí empiezas a entender una lógicas complejas y es que muchos de estos congresistas tienen compromiso adquirido antes. Lo lindo que tiene ahorita es que toda la presión mediática, lo que está haciendo es que ellos lo piensen dos veces. "Voy a quedar mal con la ciudadanía finalmente con los electores". Lo que nos contaban es que puntualmente al final de las legislaturas, siempre pasa eso, pero usualmente la Mesa Directiva del Senado lo que hace es citar sesiones extraordinarias. Ahora no han llamado. Y es que proyectos de ley como la ley de comida chatarra lleva trabajando dos años pedaleando y esos son costos para el país, porque es tiempo de los senadores.
Entonces creemos que al proyecto no lo quiere dejar avanzar por un lado la Mesa Directiva, pero por otro lado también está el Gobierno, porque el gobierno nacional tiene compromisos con la ANDI. Uno esperaría que estuviera muy acompañado por el Ministerio de Salud y allí nos han apoyado en los temas técnicos. Nos apoyan porque no tienen cómo decir que no, pero en los debates y todo, el que va es el Ministerio de Comercio y va con las posturas de la industria.
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