Ilustración: Óscar Beltrán – Canal Trece
En 1941, en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, el piloto francés Antoine de Saint-Exupéry, tuvo que refugiarse en Estados Unidos por un largo periodo porque en Paris creyeron que había conspirado con los alemanes. En ese estado de exilio, en el que el corazón se encuentra lejos, y abrumado por un país en el que no se sentía ciudadano, Saint-Exupéry se refugió en su cabeza y allí nació ‘El Principito’.
Los primeros en conocerlo fueron los amigos del piloto francés quien lo pintaba en los bordes de sus cartas, hasta que el 6 de abril de 1943 fue publicado como libro e inició su camino en el mundo de la literatura.
Ilustración: Óscar Beltrán – Canal Trece
Fue publicado a manera de libro infantil y por las ilustraciones, hechas todas por el mismo autor, los primeros en leerlo fueron los niños de todo el mundo. Sin embargo, es posible que 'El Principito' sea uno de los libros con mayores metáforas de la naturaleza del ser humano, por tal razón ha sido llamado ‘el libro infantil para todas las edades’.
Contaba Antoine de Saint-Exupéry que, en diciembre 1935, perdido en el desierto de Libia luego de un accidente aeronáutico, la sed y el cansancio fueron elementos fundamentales para que se diera cuenta de la dualidad que hacía parte de él. En diálogos mentales que entabló consigo mismo, se imaginó que por un lado era uno de los seres más racionales y pensaba que no había ninguna esperanza de sobrevivir al desierto; y por otro lado, seguía teniendo una luz en medio de su ser que le decía que todo iba a salir bien. Esta experiencia sería la semilla para que, a su regresó a la ciudad de Nueva York, se sentara por casi 27 meses a escribir ‘El Principito’.
Foto: Árbol de Letras
A 75 años de esa primera publicación, ‘El Principito’ se ha convertido en uno de los libros más vendidos en todo el mundo. Con traducciones a más de 250 idiomas y casi 1.300 ediciones, frases como “lo esencial es invisible a los ojos” se han convertido casi que en proverbios contemporáneos de la literatura.