Tras intensas sesiones de discusión, el Gobierno Nacional, empresarios, gremios y sindicatos aún no han logrado consensuar una decisión. El cronograma establece como fecha límite el próximo sábado 30 de diciembre, y la incertidumbre crece ante la posibilidad de que, de no llegar a un acuerdo, el Gobierno intervenga designando el monto por decreto.
En este complejo panorama, los sindicatos son los únicos que han presentado una propuesta concreta, proponiendo un aumento del 18%. Esta cifra situaría el salario mínimo en aproximadamente 1′368.800 pesos colombianos. Sin embargo, esta propuesta no ha sido bien recibida entre los empresarios, quienes, hasta ahora, no han formulado una propuesta clara. Su participación se ha centrado en señalar la difícil situación económica de los hogares colombianos y abogar por considerar el impacto de la inflación en las discusiones.
La falta de una propuesta definida por parte de los empresarios refleja la complejidad del dilema que enfrentan. Aunque expresan preocupación por la situación económica, la ausencia de una cifra concreta genera incertidumbre entre los trabajadores y la sociedad en general.
Los expertos advierten que el incremento del salario mínimo no será inferior al 10%, basándose en la cifra final de la inflación del año anterior. Aunque esta medida puede beneficiar a los más de dos millones de trabajadores formales activos en el país, existe la preocupación de que pueda tener un impacto negativo en los más de 10 millones que se encuentran en la informalidad y buscan empleos formales. Este escenario plantea desafíos adicionales para el Gobierno en su búsqueda de un equilibrio entre la mejora de las condiciones laborales y la formalización del empleo.