Luego de haber encontrado erróneamente culpable al líder indígena Pedro Chikangana del robo de la estatua ‘El pájaro’, decidí entablar por mi propia cuenta una nueva investigación, con el apoyo de mi amigo documentalista Erenfried Erner.
Tras recaudar distintas pistas y sortear las dificultades que representaron los intereses personales de personas influyentes, logramos concluir que la estatua original robada iba a ser vendida a un coleccionista, mientras que las demás junto a su réplica exacta, serían llevadas a una exposición privada en Bogotá, con la supuesta excusa de mantenerlas protegidas.
Al final el verdadero culpable quedó expuesto, pero más que eso se revivió una historia de la que por muchos años nadie ha hablado y que seguramente muchos de nosotros, personas de nuestra generación no conocemos. Hablo específicamente de las excavaciones realizadas por Preuss hace más de cien años, y de las estatuas que el día de hoy reposan en las bodegas del Museo Etnológico de Berlín, las cuales rápidamente perdieron relevancia y que aún no regresan a nuestro territorio.
Luego de toda esta aventura, queda claro la importancia de conocer nuestra historia, nuestro patrimonio, pero sobre todo la búsqueda de la verdad que va más allá de un objetivo personal.
Natalia Bastidas, Reportera Y.
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